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EN LOS LIMITES DE LA REALIDAD

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miércoles, 26 de junio de 2013

EL GRAN LIBRO DE LOS CHAKRAS


EL GRAN LIBRO
DE
LOS CHAKRAS



Conocimiento y técnicas para
despertar la energía interior



SHALIIA  SHAR&DOM
Y
BODO  J.  BAGINSKI
                                                    





 Prefacio

            PRÁCTICAMENTE a todos nos asaltan alguna vez en la vida estas preguntas: «¿Quién soy?» «¿Cuáles son las fuerzas que actúan en mí?» «¿Qué capacidades hay ocultas en mi?» «¿Cómo puedo explotar al máximo todo mi potencial de felicidad y creatividad?»
            Pensamos que ningún otro ámbito del saber puede contestar estas preguntas de forma tan amplia como el conocimiento de los centros energéticos del hombre. Cuando comprendemos la misión y los modos de funcionamiento de los chakras en todo su alcance, se esboza ante nosotros una imagen del hombre tan fascinante y sublime en su perfección potencial que volvemos a quedarnos asombrados ante el milagro de la creación.
            El presente libro pretende ser una ayuda para conocer y descubrir las posibilidades innatas en el hombre.
            Para trabajar eficazmente con los chakras no necesitas ser clarividente ni tener clarividencia táctil. Sin embargo, notarás que, al trabajar con ellos, aumenta considerablemente tu sensitividad para los planos no materiales. También se te abrirán intuiciones sobre relaciones que aúnan de forma inteligible muchas fracciones del conocimiento y la experiencia para conformar un todo armónico.
            La activación y armonización de los chakras es realmente tan sencilla que, a veces, hemos pensado que en el pasado su conocimiento sólo ha tenido una envoltura tan complicada para que los hombres no menospreciaran su valor interior y para que los iniciados pudieran custodiarlo de generación en generación. Tal vez sea también resultado de un paso evolutivo reciente el hecho de que actualmente este gran tesoro del saber sea comprensible y accesible a muchas personas.
            De modo que en este libro, junto a la exposición de la forma de manifestarse y al funcionamiento de cada chakra, encontrarás un gran número de ejercicios fáciles de realizar para armonizar tus centros energéticos. Las técnicas están seleccionadas de forma que produzcan una suave activación y una liberación de los bloqueos de los chakras. No tiene demasiada importancia cuál de los métodos ofrecidos elijas; lo único importante es que empieces, puesto que se trata de TU realización en ESTA vida, aquí y ahora.
            Te deseamos que con la lectura del presente libro, y al poner en práctica las terapias descritas, puedas experimentar tanto amor y aprecio por las leyes de la vida como nosotros hemos podido experimentar al escribir este texto y que experimentamos cada vez que aumenta nuestro conocimiento sobre estas relaciones.    

             SHALILA y BODO J.

El sistema energético y los cuerpos
no materiales del hombre

LA mayoría de las personas consideran el mundo de la materia y, por tanto, también el cuerpo físico como la única realidad, pues es el único que pueden percibir a través de los sentidos físicos y captar con el raciocinio. Sin embargo, al ojo clarividente que mira a una persona se le abre un sinfín de estructuras energéticas, movimientos energéticos, formas y colores, que se hacen visibles dentro y alrededor del cuerpo físico.
            Si tú te encuentras entre esas personas que sólo pueden aceptar como realidad el cuerpo material, piensa en todo lo que sucede con la energía, con la fuerza vital que da vida a un cuerpo físico y que le proporciona sensaciones y capacidad de expresión, cuando ese cuerpo muere. Una ley física afirma que, en el universo, la energía no se destruye, sino que únicamente puede transformarse en otras formas de energía. La energía que actúa detrás de la manifestación material del cuerpo y sus funciones y capacidades está compuesta por un sistema energético complejo sin el cual no podría existir el cuerpo físico. Este sistema energético está formado por tres componentes fundamentales:
            1 ) Los cuerpos no materiales o cuerpos energéticos.
            2) Los chakras o centros energéticos.
            3) Los nadis o canales energéticos.
            En este sistema los nadis constituyen una especie de arterias intangibles. La palabra «nadi» procede del sánscrito y significa aproximadamente «tubo», «vaso» o «arteria». Su función consiste en conducir el «prana» o energía vital a través del sistema energético no material.
            La palabra sánscrita «prana» puede traducirse por «energía absoluta». En el ámbito cultural chino y japonés esta fuerza vital universal se denomina «chi» o «ki». Representa la fuente original de todas las formas energéticas y se manifiesta en diferentes áreas existenciales mediante frecuencias distintas. Una de sus manifestaciones es la respiración, una de las formas por las que podemos absorber «prana» dentro de nosotros.

 
            El plano de la consciencia de toda forma viva depende de las frecuencias del «prana» que puede absorber y almacenar. Así, por ejemplo, en los animales encontramos gamas de frecuencia más bajas que en el hombre, y en los hombres desarrollados hallamos frecuencias superiores a las que encontramos en personas que se encuentran al principio de su desarrollo.
            A través de los chakras, los nadis de un cuerpo energético están unidos con los nadis del cuerpo energético vecino. Algunos textos indios y tibetanos antiguos mencionan el número de 72.000 nadis; otros escritos históricos hablan de 350.000 nadis. Los canales energéticos más importantes son: «sushumna», «ida» y «pingala», sobre los que profundizaremos en el capítulo siguiente. Los chinos y japoneses conocen un sistema similar de canales energéticos que denominan meridianos (del conocimiento de estos meridianos se desarrolló la acupuntura).
            En el sistema energético del hombre los chakras sirven de estaciones receptoras, transformadoras y distribuidoras de las diferentes frecuencias del «prana». Absorben, directamente o a través de los nadis, las energías vitales de los cuerpos energéticos no materiales del hombre, de su entorno, del cosmos y de las fuentes que son el fundamento de cualquier manifestación, la transforman en las frecuencias que necesitan las diferentes áreas del cuerpo físico o de los cuerpos inmateriales para su conservación y desarrollo, y la retransmiten a través de los canales energéticos. Además, irradian energías al entorno. Mediante este sistema energético, el hombre efectúa un intercambio con las fuerzas que actúan en los diferentes planos del ser en su entorno, en el universo y en la base de la creación.
            Dado que los chakras mantienen una interrelación muy estrecha con los cuerpos energéticos, en este capítulo nos gustaría describir primeramente la apariencia externa y las funciones de estos cuerpos. En el capítulo siguiente se incluye una descripción general de los chakras, y en los siete capítulos dedicados a cada uno de los chakras se encuentra una exposición detallada de las funciones de cada uno de estos centros energéticos.
            En general, se distinguen cuatro cuerpos energéticos:
            1 ) El cuerpo etérico.
            2) El cuerpo emocional o astral.
            3) El cuerpo mental.
            4) El cuerpo espiritual o causal.

            Esta ilustración muestra una representación histórica de una tablilla de chakras y nadis procedente del Tíbet. Junto a los siete chakras principales podemos reconocer un gran número de chakras secundarios, así como una red prácticamente inabarcable de finos canales energéticos, los nadis. Algunos textos que nos han sido transmitidos por la tradición mencionan 350.000 nadis, a través de los cuales fluyen las energías cósmicas. Éstos se aúnen en 14 nadis principales, que a su vez se corresponden con los chakras.
            Cada uno de estos cuerpos no materiales posee su propia frecuencia de vibración fundamental. El cuerpo etérico, que es el más cercano al cuerpo físico, vibra con la frecuencia más baja. Los cuerpos astral y mental poseen a su vez frecuencias mayores, y en el cuerpo causal podemos encontrar representados los índices de vibración máximos.
            Cada uno de estos cuerpos se asemeja a un baile de energías dentro de su propia gama de vibraciones, en el cual las frecuencias aumentan constantemente a lo largo del desarrollo y perfeccionamiento de una persona. Los cuerpos energéticos representan portadores de conciencia en determinados planos de vibración, y cuando su índice de vibración aumenta transmiten al hombre energías vitales, sensaciones y conocimientos superiores dentro de su ámbito de funciones específico.
            Sin embargo, los diferentes cuerpos energéticos no están totalmente separados entre sí. Se interpenetran mutuamente mientras cada uno vibra dentro de su propia gama de frecuencias, de forma que incluso un clarividente sólo podrá distinguirlos ajustando su capacidad de clarividencia a la esfera correspondiente. Por ejemplo, para poder observar el cuerpo astral tendrá que dirigir su mirada clarividente a la esfera astral; si desea percibir el cuerpo mental, debe ajustarse a la esfera mental, etcétera.

El cuerpo etérico

            El cuerpo etérico posee aproximadamente la misma extensión y forma que el cuerpo físico. Por ello también se encuentra la denominación de «doble etérico» o «cuerpo físico interior». Es el portador de las fuerzas modeladoras para el cuerpo físico, así como de la energía vital creadora y de todas las sensaciones físicas.
            El cuerpo etérico se forma de nuevo en cada reencarnación del hombre, y vuelve a disolverse en el plazo de tres a cinco días después de su muerte física (el cuerpo astral, el cuerpo mental y el cuerpo causal continúan existiendo después de la muerte, y en cada nueva encarnación se unen otra vez al recién formado).
            El cuerpo etérico atrae energías vitales del sol a través del chakra del plexo solar, y energías vitales de la tierra a través del chakra basal. Acumula estas energías y, a través de los chakras y los nadis, las conduce al cuerpo físico en flujos vitales ininterrumpidos. Las dos formas de energía se encargan de mantener un equilibrio vivo en las células corporales. Cuando el «hambre de energía» del organismo está saciado, la energía sobrante del cuerpo etérico se irradia hacia fuera a través de los chakras y de los poros. Sale a través de los poros en filamentos de energía rectos de aproximadamente 5 centímetros de longitud y constituye el aura etérica, que, por lo general, es la primera fracción del aura total percibida por las personas clarividentes. Estos rayos se disponen en torno al cuerpo físico formando como un manto protector. Impiden a los gérmenes patógenos y a los contaminantes penetrar en el cuerpo, y simultáneamente irradian un flujo constante de energía vital hacia el entorno.
            Esta protección natural significa que, básicamente, una persona no puede enfermar debido a causas de origen externo. Las razones de una enfermedad radican siempre en ella misma. Los pensamientos y emociones negativos, y una forma de vida que no esté en consonancia con las necesidades naturales de cuerpo (sobreesfuerzo, alimentación insana, abuso de alcohol, nicotina y drogas), pueden consumir la energía vital etérica, por lo que la irradiación energética natural perderá intensidad y vigor. De esta forma surgen zonas débiles en el aura. Los filamentos  energéticos  mencionados  aparecen  doblados o se sobrecruzan en formas desordenadas. El clarividente puede reconocer «agujeros» o «grietas» en el aura, a través de los cuales pueden penetrar en el cuerpo las vibraciones negativas y las bacterias causantes de enfermedades. Además, la energía vital puede «escapar» de la zona no material a través de estas heridas.
            Debido a esta estrecha relación existente entre el estado de cuerpo físico y la radiación energética del cuerpo etérico, a menudo se habla también de un aura de la salud. Antes de manifestarse en el cuerpo físico, las enfermedades se manifiestan en el aura etérica. Y pueden ser detectadas y tratadas en este plano. La denominada fotografía Kirlian consiguió hacer visible por primera vez esta radiación energética, propia de cada ser vivo*. Basándose en este invento, se han hecho diagnósticos muy precisos y se han detectado enfermedades incluso cuando aún se encontraban en fase latente.
            El cuerpo etérico, y con él el cuerpo físico, reaccionan de forma particularmente intensa a los impulsos mentales que proceden del cuerpo mental. Aquí estriba la razón de los éxitos que el pensamiento positivo tiene sobre la salud. Nosotros podemos favorecer la salud de nuestro cuerpo utilizando prudentemente las sugestiones positivas.
            Otra función importante del cuerpo etérico consiste en servir de intermediario entre los cuerpos energéticos superiores y el cuerpo físico. Transmite al cuerpo emocional y al cuerpo mental las informaciones que recogemos a través de los sentidos corporales, y simultáneamente transmite energías e informaciones desde los cuerpos superiores al cuerpo físico. Cuando el cuerpo etérico se encuentra debilitado, este flujo de información  y   energía  se  halla  obstaculizado,  y  el  hombre puede parecer indiferente tanto en el plano emocional como en el mental.
            Para armonizar y recargar el cuerpo etérico son idóneas las diversas formas de terapia que se describen más adelante en este libro.
            A este respecto es interesante señalar que las plantas, en particular las flores y los árboles, también poseen una radiación energética muy semejante al aura etérica del hombre. Puedes utilizar esta radiación para proporcionar nueva energía a tu propia aura. También se encuentra en los aceites esenciales, cuya aplicación exponemos en el capitulo correspondiente del presente libro. Pero también puedes ponerte en contacto directo
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            *  Se trata de un método especial de fotografía de alta frecuencia desarrollado por el matrimonio de investigadores rusos Semion D. y Valentina K. Kirlian, de los cuales recibe su nombre
con la energía de las plantas. Para ello, apoya tu espalda contra un árbol que te resulte simpático o abrázalo, descargando todo tu cuerpo contra él. Deja que la fuerza armonizadora y energética del árbol se transmita a tu interior. También puedes tumbarte en una pradera florida y repleta de aromas y dejar que las vibraciones de las delicadas flores te envuelvan y penetren. También las flores cortadas o las flores colocadas en un florero que tengas cerca de ti pueden transmitirte algo de su energía activadora y armonizadora. Las plantas reaccionan a tu amor y a tu agradecimiento por este servicio aumentando aún mas su fuerza de irradiación, pues entre sus  misiones figura la de ayudar de esta forma al hombre.

El cuerpo emocional

            El cuerpo emocional, con frecuencia denominado también cuerpo astral, es el portador de nuestros sentimientos, de nuestras emociones y de las cualidades de nuestro carácter; ocupa aproximadamente el mismo espacio que el cuerpo físico. En una persona poco desarrollada, sus contornos están poco delimitados: el cuerpo emocional se presenta como una sustancia nebulosa que se mueve caótica y desordenadamente en todas las direcciones. Cuanto más desarrollada esté una persona en la definición de sus sentimientos, sus simpatías y las cualidades de su carácter, tanto más claro y transparente se manifestará su cuerpo emocional. El clarividente puede observar un contorno nítidamente marcado que se adapta perfectamente a la forma del cuerpo físico.
            El aura del cuerpo emocional presenta una forma ovalada y puede extenderse a varios metros de distancia en torno a la persona. Toda emoción se irradiará en su aura correspondiente a través del cuerpo emocional. Este proceso se produce fundamentalmente a través de los chakras, y en menor medida a través de los poros. El aura emocional está inevitablemente en movimiento. Junto a las peculiaridades del carácter fundamentales y relativamente constantes que se reflejan como los colores esenciales permanentes del aura, cada sentimiento instantáneo, cada estimulo del ámbito de las emociones, se reflejará en el aura. Es un juego indescriptible de colores irisados que cambian constantemente con toda clase de matices. Por ejemplo, emociones como la angustia, la furia, la opresión y las preocupaciones generan en el aura figuras nebulosas oscuras. Cuanto más abre una persona su conciencia al amor, la entrega y la alegría, más claros y transparentes son los colores que irradia su aura emocional.
            Ninguno de los otros cuerpos no materiales marca con tanta fuerza como el cuerpo emocional la visión del mundo y de la realidad del hombre medio. En el cuerpo emocional se hallan almacenadas, entre otras, todas nuestras emociones no liberadas, las angustias y agresiones conscientes e inconscientes, las sensaciones de soledad, rechazo y falta de autoconfianza, etc.: emiten sus vibraciones a través del aura emocional y transmiten el mensaje inconsciente que enviamos al mundo exterior. Y aquí es donde se realiza el principio de la atracción mutua. Las frecuencias energéticas que emitimos atraen vibraciones energéticas iguales del entorno y se unen con ellas. Esto significa que, con frecuencia, nos encontraremos con personas y circunstancias que precisamente reflejan aquello que nosotros queremos evitar o de lo que queremos librarnos conscientemente, o aquello que tememos. De esta forma, el entorno nos sirve como espejo para todos aquellos elementos que hemos relegado desde nuestra vida consciente a las áreas del inconsciente. Efectivamente, los sentimientos no liberados del cuerpo emocional aspiran a mantenerse con vida y a crecer dentro de lo posible. Así nos llevan una y otra vez a situaciones que se encargan de repetir las vibraciones emocionales originales, puesto que esas vibraciones son como su alimento.
            La frecuencia de la angustia en una persona atrae situaciones en las que ve confirmada una y otra vez su angustia. Si esa persona encierra en si agresiones, siempre encontrará personas que exteriorizan las vibraciones de furia y agresión. Por ejemplo, si nos hemos propuesto no decir palabrotas en determinadas situaciones, pero sin haber liberado la agresión dentro de nosotros, puede suceder que alguien de nuestro alrededor comience inesperadamente a decir palabrotas.
            El pensamiento consciente y los objetivos mentales del cuerpo mental tienen poca influencia sobre el cuerpo emocional, que sigue sus propias leyes. El cuerpo mental puede dirigir el comportamiento hacia el exterior, pero no suprimir las estructuras emocionales inconscientes.
            Así, por ejemplo, una persona puede aspirar conscientemente al amor o el éxito, e inconscientemente irradiar frecuencias energéticas contradictorias de celos y falta de autoconfianza, que le impedirán alcanzar su objetivo consciente.
            Las estructuras emocionales continúan existiendo a través de las diferentes encarnaciones siempre que no se liberen, puesto que el cuerpo emocional perdura después de la muerte física y se une en la reencarnación con el nuevo cuerpo físico. Las experiencias no liberadas almacenadas en el cuerpo emocional determinan en gran medida las circunstancias de la nueva vida.
            Cuando hayamos comprendido realmente y de una vez por todas estas relaciones, debemos cesar obligatoriamente de vernos en el «papel de víctimas» y de atribuir la culpa de nuestras debilidades y miserias a otras personas o a las circunstancias. Eso significa en si mismo una gran liberación, puesto que entonces ya sabemos que tenemos gran parte de nuestro destino en nuestras propias manos, y podemos empezar a cambiar nuestra vida cambiándonos a nosotros mismos.
            La mayor proporción de «nudos emocionales» del cuerpo emocional se encuentra localizada en la zona del chakra del plexo solar. Este chakra nos proporciona el acceso más directo a nuestras estructuras emocionales a través de la vivencia inmediata. Sin embargo, si queremos percibir y conocer estas estructuras mediante el entendimiento consciente, debemos traspasar los contenidos del chakra del plexo solar con la forma de manifestación suprema del cuerpo mental, la visión intuitiva, a la que tenemos acceso a través del chakra frontal. Pero ni siquiera esto significa una liberación real. Una disolución de las estructuras emocionales sólo puede producirse a través del cuerpo espiritual, que manifiesta la sabiduría, el amor y la bendición de nuestro yo superior, permitiendo al mismo tiempo conocer las relaciones interiores partiendo de la visión universal y holística de dicho yo. Este vínculo podemos establecerlo a través del chakra del corazón y del chakra coronal.
El yo superior no enjuicia, no divide las experiencias en «buenas» y «malas». Nos indica que tenemos que recorrer determinadas experiencias sólo para comprender qué sentimientos y acciones tienen como consecuencia una separación de la mente divina original, causando con ello sufrimiento, y para comprender y aprender a entender las leyes cósmicas del equilibrio natural. En los ámbitos de la vida en los que hoy nos consideramos «víctimas», en anteriores encarnaciones nosotros fuimos con gran frecuencia los «autores».
            También en la terapia de los chakras tiene una importancia decisiva una actitud interior en la que afirmamos todas las experiencias y contenidos del cuerpo emocional y en la que contemplamos las imágenes y sensaciones que aparecen espontáneamente, sin rechazar o enjuiciar nada de ello, puesto que de esta forma nuestro yo superior puede asumir él «mando» e imbuir en todo nuestro ser las energías espirituales de nuestro cuerpo energético supremo.
            Cuando las vibraciones de nuestro cuerpo espiritual se unen con el cuerpo emocional y lo penetran, éste comienza a vibrar más rápidamente y empieza a expulsar las energías negativas almacenadas, que tienen frecuencias menores. Con ello perdemos el recuerdo emocional de estas experiencias y podemos perdonarnos a nosotros mismos y a los demás.
            A medida que aumenta la disolución de las estructuras emocionales estancadas, el cuerpo emocional comienza a irradiar profundos sentimientos de amor y de alegría incondicional. El aura emocional luce con los colores más claros, intensos y transparentes, y los mensajes que emite al entorno atraen la felicidad y el amor. Una capacidad rayana en lo milagroso para atraer todo lo deseado es la consecuencia natural de un cuerpo emocional plenamente integrado que vibra con las frecuencias máximas que le son posibles.

El cuerpo mental

            Nuestros pensamientos e ideas, y nuestros conocimientos racionales e intuitivos, son portados por el cuerpo mental. Su vibración es mayor que la del cuerpo etérico y la del cuerpo emocional, y su estructura es menos compacta. Es de forma ovalada, y en el desarrollo superior del hombre su volumen puede extenderse hasta ocupar aproximadamente el mismo espacio que el cuerpo emocional y el aura emocional juntos. La irradiación áurica del cuerpo mental tiene un alcance de unos cuantos metros más.
            En una persona poco desarrollada mentalmente, el cuerpo mental tiene la apariencia de una sustancia blanca lechosa. Los pocos colores existentes son apagados y sin brillo, y su estructura aparece relativamente opaca. Cuanto más vivos son los pensamientos y cuanto más profundos son los conocimientos intelectuales de una persona, tanto más claros e intenso son los colores que irradia su vehículo mental.
            Al igual que el cuerpo emocional, el cuerpo mental también posee una octava mayor y una octava menor. Sus frecuencias menores se manifiestan en el pensamiento lineal del entendimiento racional, a través del cual buscan su acceso a la verdad la mayoría de las personas. Este tipo de actividad racional se basa en las percepciones del plano físico. Junto a esto, el cuerpo físico y sus sentidos recogen informaciones que transmiten al cuerpo emocional a través del cuerpo etérico; el cuerpo emocional transforma las informaciones en sentimientos y los retransmite después al cuerpo mental, que, a su vez, reacciona ante ellos con la formación de pensamientos verbales.
            Con frecuencia, debido a la influencia del cuerpo emocional y de sus estructuras emocionales no liberadas, las informaciones se distorsionan y el pensamiento se tiñe. Surgen esquemas mentales recurrentes a través de los cuales enjuiciamos los acontecimientos de nuestro mundo. Esto significa que el entendimiento racional no es ni mucho menos imparcial y objetivo, aun cuando se arrogue esa cualidad.
            Los pensamientos que surgen en el cuerpo mental por esta vía generalmente giran en torno al bienestar personal y a los intereses del devenir terrenal y mundano. En este caso la solución racional de los problemas se convierte en la función principal del cuerpo mental. Sin embargo, esto significa una distorsión de su carácter original y una limitación de sus capacidades.

El aura del hombre desde dentro hacia fuera: 1) El aura etérica. 2) El aura emocional. 3) El aura mental. 4) El aura espiritual.

            La auténtica función del cuerpo mental consiste en recoger las verdades universales que le llegan del plano del cuerpo espiritual e integrarlas con el entendimiento racional, que las transfiere a las situaciones concretas y lleva a una solución del problema en consonancia con las leyes universales.
            Los conocimientos que de esta forma nos llegan del plano espiritual de nuestro ser se manifiestan como intuición en forma de intuiciones repentinas, a menudo en imágenes o incluso en sonidos que después se transforman en pensamientos verbales. Nos permiten mirar al interior de la auténtica naturaleza de las cosas y tienen una estructura holográfica, al contrario que el entendimiento lineal que parte de la concepción racional.
            El acceso a la octava superior del cuerpo mental lo encontramos en una unión del chakra frontal con el chakra coronal. Si el cuerpo mental está plenamente desarrollado, se convierte en el espejo del cuerpo espiritual, y el hombre realiza en su vida la sabiduría y el conocimiento integral del yo superior.

El cuerpo espiritual

            El cuerpo espiritual, a menudo denominado también cuerpo causal, es el que mayor frecuencia de vibración posee de todos los cuerpos energéticos. En personas que aún son demasiado inconscientes en el plano espiritual se extiende conjuntamente con su aura sólo un metro aproximadamente alrededor del cuerpo físico. Por contra, el cuerpo y el aura espirituales de personas totalmente despiertas pueden irradiar hasta varios kilómetros de distancia, con lo cual la forma ovalada original se transforma en un circulo regular.
            Si has tenido alguna vez la oportunidad de estar en presencia de un maestro iluminado, tal vez habrás observado que la atmósfera cambiaba repentinamente cuando te alejabas algunos kilómetros de él. La experiencia de la luz, de la plenitud y del amor que puede llenarte en la cercanía de un maestro pierde su intensidad tan pronto como sales del área de su aura.
            El cuerpo espiritual y su aura irradian en los colores más suaves, que al mismo tiempo poseen una fuerza de iluminación indescriptiblemente profunda. Del plano espiritual del ser fluye incansablemente la máxima y más radiante energía hacia el cuerpo espiritual. A medida que esta energía va transformándose en frecuencias menores, inunda también el cuerpo mental, el cuerpo emocional y el cuerpo etérico. Aumenta las vibraciones de estos cuerpos, de forma que en su ámbito de acción correspondiente pueden encontrar su máxima forma de expresión. Hasta qué punto podamos percibir conscientemente, absorber y aprovechar esta energía depende del desarrollo de los chakras.
            A través del cuerpo espiritual experimentamos la unidad interior con toda la vida. Nos une con el ser puro y divino, con la razón original omnipresente de la que han surgido y continúan surgiendo todas las manifestaciones en la creación. Desde este plano tenemos un acceso interior a todo cuanto existe en la creación.
            El cuerpo espiritual es esa parte divina que hay en nosotros que es inmortal y que perdura a toda la evolución, mientras los demás cuerpos no materiales se disuelven paulatinamente a medida que el hombre va desarrollándose a través de los niveles de conciencia que exige una existencia en el plano terrenal, en el plano astral y en el plano mental.
            Sólo a través del cuerpo espiritual es posible conocer la fuente y el destino de nuestra existencia y comprender el auténtico sentido de nuestra vida. Cuando nos abrimos a sus vibraciones nuestra vida cobra una calidad completamente nueva. En todas nuestras acciones somos llevados por nuestro yo superior, y nuestra vida manifiesta la sabiduría, la fuerza, la bendición y el amor universal, que representan las cualidades naturales del aspecto supremo de nuestro yo.

La misión y el funcionamiento
de los chakras


            EN este capítulo quisiéramos transmitirte las informaciones fundamentales más importantes sobre el funcionamiento de los chakras. La comprensión teórica de estas relaciones constituye el fundamento en el que se basa el conocimiento práctico sobre cada uno de los chakras individuales descritos en este libro.
            Los escritos que nos ha legado la tradición mencionan un número elevado de chakras: 88.000. Esto significa que en el cuerpo humano apenas existe ningún punto que no sea un órgano sensible para la recepción, transformación y retransmisión de energías. Sin embargo, la mayoría de estos chakras son muy pequeños y desempeñan un papel subordinado en el sistema energético. Existen aproximadamente 40 chakras secundarios a los que se asigna una mayor importancia. Los más importantes de ellos se encuentran en la zona del bazo, en la nuca, en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Los siete chakras principales, situados a lo largo de un eje vertical junto a la mitad anterior del cuerpo, son tan decisivos para el funcionamiento de las zonas más fundamentales y esenciales del cuerpo, del espíritu y del alma del hombre, que hemos dedicado un capítulo a cada uno de ellos. En dichos capítulos podrás consultar qué cualidades anímico-espirituales específicas están relacionadas con cada uno de los chakras, qué zonas corporales están sujetas a su influencia, cómo repercuten los bloqueos de cada uno de los chakras, y muchas cosas más.
            Aquí quisiéramos describir primeramente aquellas características que son comunes a los siete chakras principales. Se asientan verdaderamente en el cuerpo etérico del hombre. Se asemejan a cálices florales con forma de embudo y un número variado de pétalos. Por ello, en el ámbito cultural de Oriente a menudo se llaman también flores de loto. Las subdivisiones de las flores en pétalos independientes representan los nadis o los canales de energía a través de los cuales las energías fluyen y penetran en los chakras y a través de los que la energía se retransmite desde los chakras a los cuerpos no materiales. Su número varía desde cuatro canales en el centro radical hasta casi mil canales energéticos en el centro de la coronilla. 

Esta ilustración muestra una vista lateral de tos chakras en forma  de embudo, sus uniones con el canal principal en la columna vertebral, así como su posición más allá del cuerpo material

           

De la concavidad situada en el centro de cada cáliz parte un canal, a modo de peciolo de la flor del chakra, que llega hasta la columna vertebral y empalma directamente con ésta. Este canal une los chakras con el canal energético principal, denominado Sushumna, que asciende por el interior de la columna vertebral y continúa en la cabeza hasta la coronilla.
            Los chakras se encuentran en permanente movimiento circular. A esta cualidad deben su nombre de «chakra», que en sánscrito significa «rueda». El movimiento giratorio de estas ruedas produce que la energía sea atraída hacia el interior de los chakras. Si el sentido de giro cambia, la energía es radiada partiendo de los chakras.
            Los chakras pueden girar hacia la derecha o hacia la izquierda. Aquí puede reconocerse un principio contrapuesto en el hombre y la mujer, o una complementación en la expresión de las energías de diferente “especie" puesto que los mismos chakras que en el hombre giran hacia la derecha (en el sentido de las agujas del reloj), en la mujer giran hacia izquierda, y viceversa. Todo giro a la derecha tiene como peculiaridad un predominio de la cualidad masculina, una acentuación del yang según la doctrina china; es decir, representa voluntad y actividad, y en su forma negativa de manifestación, también agresividad y violencia. Todo giro a la izquierda tiene un predominio del yin y representa sensibilidad y acuerdo, y en su aspecto negativo, debilidad.
            El sentido de giro cambia de un chakra a otro. Así, el chakra basal del hombre gira hacia la derecha, y expresa más activamente las cualidades de este centro: en sentido de conquista y dominio en el ámbito material y sexual. Por contra, el primer chakra de la mujer tiene sentido de giro hacia la izquierda, lo que la hace más sensible para la fuerza vivificadora y engendradora de la tierra, que fluye a través del centro radical. En el segundo chakra se invierten los signos: el sentido de giro hacia la derecha en la mujer indica una mayor energía activa en la expresión de los sentimientos; el sentido de giro  hacia  la  izquierda  del  hombre  puede  interpretarse aquí preferentemente como lo receptivo, a menudo incluso como actitud pasiva. Y así sucesivamente. Los sentidos de giro hacia
Sentido de giro de los chakras en la mujer

La línea continua que asciende ondulando simboliza Pingala, la energía solar, y la línea de puntos representa a Ida, la fuerza lunar.


Sentido de giro de los chakras en el hombre








La línea continua que asciende ondulando simboliza Pingala, y la línea de puntos simboliza Ida
Nota: Aquí aparece en la fotocopia fuente una imagen muy borrosa imposible de reproducir. Solo se incluye el pié de la imagen
 la derecha e izquierda se alternan sucesivamente y caracterizan de forma distinta al hombre y a la mujer, lo que lleva a una complementación de las energías en cada uno de los ámbitos de la vida.
            Conocer el sentido de giro de los chakras permite incorporarlos a algunas formas de terapia. Por ejemplo, en la aromaterapia puedes aplicar los aromas con un movimiento circular en el sentido correspondiente, o también trazar con las piedras preciosas giros en el mismo sentido que tienen los centros energéticos.
            Los chakras de la mayoría de las personas tienen una extensión media aproximada de 10 centímetros. En cada uno de los centros energéticos existen todas las vibraciones cromáticas, si bien siempre domina un color determinado, que coincide con la función principal del chakra correspondiente. En un desarrollo superior del hombre, los chakras continúan extendiéndose y aumenta su frecuencia de vibración. También sus colores se hacen más claros y radiantes.
            El tamaño y el número de vibraciones (frecuencia) de los chakras determinan la cantidad y la calidad de las energías que absorben procedentes de las fuentes más variadas. Se trata de energías que vienen a nosotros del cosmos, de las estrellas, de la naturaleza, de la radiación de todas las cosas y todas las personas de nuestro entorno, de nuestros diferentes cuerpos no materiales, y también de la razón original no manifestada de todo ser. Esas energías llegan a los chakras, en parte, a través de los nadis, y, en parte, fluyen hasta su interior de forma directa. Las dos formas de energía más importantes y fundamentales son absorbidas a través del centro radical y del centro coronal. Entre estos dos chakras discurre el Sushumna, al que están unidos todos los centros energéticos a través de sus «peciolos» y que alimenta a todos ellos de fuerza vital. Es el canal a través del cual asciende la denominada energía Kundalini, que reposa, «enrollada como una serpiente», en el extremo inferior de la columna vertebral, y cuya puerta de entrada es el centro radical. La energía Kundalini representa la energía cósmica de la creación, que en la sabiduría india también se denomina Shakti o la manifestación femenina de dios. Este aspecto activo del ser divino provoca todas las manifestaciones de la creación. Su polo opuesto es el aspecto puro, amorfo y autoinherente del ser divino, en el que incidiremos con más detalle más adelante.
            En la mayoría de las personas la energía Kundalini sólo fluye a través de Sushumna en proporción escasa. A medida que va despertándose por un desarrollo creciente de la consciencia, va ascendiendo a través del canal de la columna vertebral en un flujo siempre creciente, y activando los diferentes chakras. Esta activación produce una extensión de los centros energéticos y una aceleración de sus frecuencias. La energía Kundalini alimenta los chakras con la vibración energética que faculta a los hombres para ir abriendo paulatinamente en el curso de su evolución todas las facultades y energías que actúan en los diferentes planos energéticos y materiales de la creación, con el fin de integrar dichas energías en su vida.
            Durante su ascenso, la energía Kundalini se transforma en una vibración diferente en cada chakra, correspondiente a las funciones del chakra respectivo. Esta vibración es mínima en el centro radical y encuentra su máxima expresión en el centro coronal. Las vibraciones transformadas son retransmitidas a los diferentes cuerpos no materiales o al cuerpo físico, y se perciben como sentimientos, ideas y sensaciones físicas.
            El grado en que una persona permite la acción de la energía Kundalini depende del grado de conciencia que tenga en los diferentes ámbitos de la vida representados por los chakras, y de la medida en que el estrés y las vivencias no procesadas hayan causado bloqueos en los chakras. Cuanto más consciente es una persona, tanto más abiertos y activos están sus chakras, de forma que la energía Kundalini puede fluir a ellos con más intensidad; y cuando más intenso sea este flujo de energía, tanto más activos se volverán los chakras, lo cual, a su vez, despierta una mayor conciencia. De esta forma surge un ciclo permanente de mutua influencia, tan pronto como empecemos a eliminar nuestros bloqueos y a recorrer una senda del desarrollo de la conciencia.
            Además de la energía Kundalini existe otra fuerza que fluye al interior de cada uno de los chakras a través del canal Sushumna de la columna vertebral. Es la energía del ser divino puro, del aspecto no manifestado de Dios. Entra a través del chakra coronal y hace que el hombre conozca en todos los planos de la vida el aspecto existencial amorfo de Dios como la razón original, inmutable y que todo lo penetra, de aquella manifestación. Esta energía es particularmente adecuada para eliminar los bloqueos de los chakras. En la sabiduría india se le denomina Shiva, la divinidad, que es la gran destructora del desconocimiento y que con su mera presencia desata una transformación hacia lo divino.



Esta  representación de los chakras procedente del Nepal tiene aproximadamente 350 años de antigüedad. Pueden reconocerse los siete chakras principales, representados por flores de loto. Cada una de estas flores chakra representa un plano de conciencia, empezando por los inferiores y terminando con los superiores en la parte de arriba. También pueden reconocerse los principales canales energéticos, Sushumna, Ida y Pingala. (Guache sobre papel)


            Así, Shiva y Shakti trabajan codo con codo en el desarrollo integral de la persona, en el que hemos integrado en nuestra vida tanto lo divino como todos los planos del ser relativo.

            Junto al Sushumna hay otros dos canales energéticos que desempeñan un papel particularmente importante en el sistema energético: en sánscrito se denominan Ida y Pingala. Pingala hace las veces de portador de la energía solar, llena de ardor y fuerza motora. Este canal empieza a la derecha del chakra radical y termina en la parte superior del orificio nasal derecho. Ida es el portador de la energía lunar que enfría y serena. Este canal comienza a la izquierda del chakra radical y termina en el orificio nasal izquierdo. En su camino desde el centro radical hasta la nariz, ambos nadis se retuercen alrededor de Sushumna.

            Ida y Pingala tienen la facultad de absorber prana directamente del aire mediante la respiración, y de expulsar sustancias venenosas en la espiración. Junto con el Sushumna, constituyen los tres canales principales del sistema energético. Además, hay un gran número de otros nadis que aportan a los chakras energías procedentes de los chakras secundarios y de los cuerpos no materiales, y que retransmiten esa energía a los cuerpos energéticos vecinos.
            Pero los chakras también absorben directamente vibraciones del entorno, vibraciones que se corresponden con sus frecuencias. Así, mediante sus diferentes formas de funcionamiento, nos unen con los sucesos de nuestro entorno, de la naturaleza y del universo, sirviendo como antenas para la gama completa de vibraciones energéticas. También podemos denominar a los chakras los órganos sensoriales no materiales. Nuestro cuerpo físico, junto con sus sentidos, es un vehículo adaptado a las leyes de la vida de nuestro planeta, y con cuya ayuda nos las arreglamos en el ámbito externo de la vida, pero con el que simultáneamente también podemos realizar en la tierra nuestros valores y conocimientos internos. Los chakras sirven como receptores para todas las vibraciones energéticas e informaciones que proceden del ámbito físico. Son las aberturas que nos unen con el mundo ilimitado de las energías más sutiles.
            Asimismo los chakras irradian energía directamente al entorno, con lo que modifican la atmósfera a nuestro alrededor. A través de los chakras podemos emitir vibraciones curativas y mensajes, conscientes e inconscientes, influyendo tanto positiva como negativamente sobre las personas, las situaciones e incluso la materia.
            Para experimentar una plenitud interior, y la energía, la creatividad, el conocimiento, el amor y la bendición a ella asociados, todos los chakras deben estar abiertos y trabajar en mutua armonía. Sin embargo, esta circunstancia se da en muy pocas personas. En general, los diferentes chakras tienen un grado de activación distinto. Y muchas veces sólo están activados los dos chakras inferiores. En las personas que ostentan una posición social sobresaliente, o que de alguna manera ejercen una gran influencia, es frecuente que, además, el chakra del plexo solar se encuentra desproporcionadamente activo. Es posible que exista cualquier combinación de chakras abiertos, bloqueados o marcados en un sentido concreto. Además, estos grados oscilan a lo largo de una vida, puesto que en momentos diferentes pueden adquirir importancia temas distintos.
            Por lo tanto, el conocimiento de los chakras puede aportarte una ayuda inestimable para el autoconocimiento, y guiarte en tu camino para descubrir todas las facultades innatas, obsequiándote con una vida de plenitud y alegría máximas.

Ciclos de evolución humana a la luz de la teoría de los chakras


            EN nuestro universo todo está sujeto a ritmos y ciclos claramente específicos. Éstos empiezan en el plano atómico y se extienden a todas las formas de existencia de la creación entera. En el latido de nuestro corazón y en nuestra respiración, en la sucesión rítmica de días y noches, en las estaciones, e incluso en el desplazamiento predecible de las estrellas, detectamos las regularidades rítmicas descritas. También en la evolución de los seres vivos podemos detectar ciclos periódicos. Así, por ejemplo, en las plantas observamos cómo primero aparece el germen, después le siguen las hojas, el capullo, la flor, y finalmente el fruto. Siempre se respeta una determinada secuencia de fases evolutivas, que no son libremente intercambiables entre sí: es bastante evidente que el hombre, como ser inteligente en un cuerpo material, también ha evolucionado según leyes periódicas. No solo se hace más viejo cada día y van aumentando sus capacidades y experiencias, sino que su evolución se consuma en ciclos evolutivos mentales y espirituales muy especiales. No en todas las épocas de la vida todos los temas tienen la misma importancia, y si observamos este hecho con más detenimiento nos damos cuenta que la «madre naturaleza» nos enfrenta a tareas muy específicas en épocas concretas, tareas que hay que resolver en ese momento exacto. Si bien estas tareas pueden presentarse con diferentes «ropajes», en general cabe decir que una evolución determinada sólo podemos consumarla de forma óptima en una época determinada de la vida. Por ejemplo, es muy difícil recuperar a los 25 años de edad una evolución que omitimos cuando teníamos una edad comprendida entre 5 y 12 años. Y así ocurre que el edificio vital de algunas personas se apoya durante toda una vida sobre unos cimientos tambaleantes, porque en los años de juventud no se efectuaron determinadas experiencias o sólo se formaron insuficientemente ciertas capacidades.
            El conocimiento de los ciclos de la vida no es nuevo: en todo caso podríamos decir que se ha perdido otra vez. Diversas escuelas intelectuales, sin embargo, siguen implicando hoy día este conocimiento con la evolución total del hombre. En círculos antroposóficos, y dentro de éstos la pedagogía de Waldorf fundamentalmente, se conocen muy bien estas relaciones, y se elaboraron razonablemente los planes de aprendizaje para adaptarlos a una evolución humana correcta en función de los ciclos evolutivos naturales e internos del niño. El fundador del movimiento antroposófico, Rudolf Steiner, nos dejó un legado inmenso sobre este tema (por ejemplo, el libro Vom Lebenslauf des Menschen [«Del curriculum del hombre»]). En la antropología antroposófica reconocemos un camino vital que transcurre en fases rítmicas claramente articuladas, dividido en «ciclos de siete años». Es totalmente evidente que el tiempo oculta en sí mismo cualidades diferentes, o que en determinadas épocas de su vida el hombre está diferentemente «abierto» a determinadas influencias y experiencias, y, por tanto, «maduro» para progresos evolutivos totalmente específicos.
            Resulta interesante que este conocimiento se integra sin fisuras en el conocimiento del funcionamiento y las funciones de nuestro sistema de chakras. De este modo, partiendo del centro basal, pasamos cada siete años a un chakra diferente, cuyas cualidades constituyen un tema fundamental de nuestra vida durante ese tiempo. Simultáneamente, ese periodo se divide en siete temas principales adicionales, cada uno de ellos de un año de duración, y que igualmente comienzan en el chakra basal, para recorrer año tras año uno de los siete chakras siguientes.
            Después comienza un nuevo ciclo de otros siete años, pero esta vez con el patrón fundamental del segundo chakra. Así, año tras año recorremos una etapa evolutiva más, que se compone del tema fundamental septenario y de siete temas principales de un año. Después de 5 x 7 años alcanzamos aproximadamente la mitad de nuestra vida. Después de 7 x 7 años de vida terminamos un ciclo completo de 49 años. De forma que al entrar en el quincuagésimo año de vida comienza una etapa totalmente nueva, tenemos efectivamente la oportunidad de comenzar otra vez desde el principio, pero esta vez en una «octava superior» de la evolución. También después de los 50 años de edad nos esperan etapas de aprendizaje totalmente especiales, que hay que consumar. Así, algunas personas terminan a la edad de 98 años el segundo gran recorrido por los ciclos evolutivos humanos.
            Cada año que pasa nos espera un nuevo tema principal, y cada siete años un nuevo tema fundamental; en este proceso los temas se complementan siempre de la forma más óptima. El conocimiento del significado y la función de cada chakra nos indica el camino para aprovechar de forma óptima cada año concreto en beneficio de nuestra evolución. Además, nos permite comprender con mayor profundidad la evolución de nuestros hijos y darles siempre el tipo justo de dedicación y estímulos que más valiosos les resultarán en una época determinada.
            También en el plano material se consuma una transformación con un ritmo cíclico de siete años. Tal vez hayas escuchado ya la existencia de la prueba biológica de que nuestro cuerpo se renueva completamente cada siete años. A los siete años todas las células corporales han sido sustituidas por otras nuevas, y somos personas completamente nuevas desde el punto de vista físico. Si, por el contrario, en el plano psíquico parece como si en esos siete años nada hubiera cambiado en realidad, se debe a que nuestro cuerpo emocional está cargado con patrones similares a los del inicio de este periodo de tiempo. Pero también puede suceder que al cabo de largo tiempo te encuentres de nuevo con una persona y constates anonadado que ha dado un paso evolutivo violento. Un cambio fundamental es absolutamente posible en siete años.
            En las páginas siguientes trataremos de transmitirte una visión de conjunto (ayudándonos de una representación tabulada deliberadamente escueta) sobre las experiencias que, a grandes rasgos, debe recorrer el hombre en cada uno de sus años de vida, y las influencias para las que es particularmente sensible. En el capítulo siguiente explicaremos con más detalle algunos ejemplos.



LOS CICLOS EVOLUTIVOS DEL HOMBRE A LA LUZ DE LA DOCTRINA DE LOS CHAKRAS:
1° AL 49° AÑO DE VIDA
TEMA PRINCIPAL PARA CADA AÑO DE VIDA

Cuadro de texto: Los  ciclos evolutivos del hombre a la luz de la doctrina de los chakras
1º  a 49º  años de vida
Tema principal para cada año de vida
7º chakra.
Perfección, conocimiento supremo mediante la instrospección directa, comunión con los universales conciencia universal.
7º año de vida
14º año de vida
6º chakra.
Funciones del conocimiento, intuición, desarrollo de los sentidos interiores, fuerza espiritual, proyección de conciencia, manifestación.
6º año de vida
13º  año de vida
5º chakra.
Comunicación, autoexpresión creativa, franqueza, amplitud, independencia, inspiración, acceso a los planos más sutiles del ser.
5º año de vida
12º año de vida
4º chakra.
Desarrollo de las cualidades del corazón, amor, simpatía, compartir, apoyar con el corazón, desinterés y altruismo, entrega, sanación.
4º año de vida
11º año de vida
3er chakra.
Desarrollo de la personali-dad, procesa-miento de sentimientos y vivencias, moderación del ser, influencia y poder, fuerza y plenitud, sabiduría nacida de la experiencia.
3er año de vida
10º año de vida
2º chakra.
Sentimientos originales, fluir con la vida, sensibilidad, erotismo, creatividad, asombro y entusiasmo.
2º  año de vida
9º año de vida
1er chakra.
Energía vital original, confianza original, relación con la tierra y el mundo material, estabilidad, capacidad de imponerse.
1er año de vida
8º año de vida












Tema fundamental para cada siete años de vida
1er chakra: 1º a 7º año de vida.
Energía vital original, confianza original, relación con la tierra y el mundo material, estabilidad, capacidad de imponerse.
2º chakra:  8º a 14º año de vida. Sentimientos originales, fluir con la vida, sensitividad, erotismo, creatividad, asombro y entusiasmo.



21º año de vida.
28º año de vida.
35º año de vida.
42º año de vida.
49º año de vida.
20º año de vida.
27º año de vida.
34º año de vida.
41º año de vida.
48º año de vida.
19º año de vida.
26º año de vida.
33º año de vida.
40º año de vida.
47º año de vida.
18º año de vida.
25º año de vida.
32º año de vida.
39º año de vida.
46º año de vida.
17º año de vida.
24º año de vida.
31º año de vida.
38º año de vida.
45º año de vida.
16º año de vida.
23º año de vida.
30º año de vida.
37º año de vida.
44º año de vida.
15º año de vida.
22º año de vida.
29º año de vida.
36º año de vida.
43º año de vida.
3er Chakra: 15º a 21º año de vida.
Desarrollo de la personalidad, procesamiento de sentimientos y vivencias, modelación del ser, influencia y poder, fuerza y plenitud, sabiduría nacida de la experiencia.
4º chakra: 22º a 28º año de vida.
Desarrollo de las cualidades del corazón, amor, simpatía, compartir, apoyar con el corazón, desinterés y altruismo, entrega, sanación.
5º chakra: 29º A 35º año de vida.
Comunicación, autoexpresión creativa, franqueza, amplitud, independencia, inspiración, acceso a los planos más sutiles del ser.
6º chakra: 36º a 42º año de vida.
Funciones del conocimiento, intuición, desarrollo de los sentidos interiores, fuerza espiritual, proyección de conciencia, manifestación.
7º chakra: 43º a 49º año de vida.
Perfección, conocimiento supremo mediante la introspección directa, comunión con los universales, conciencia universal.



7º chakra.
Perfección, conocimiento supremo mediante la instrospección directa, comunión con los universales conciencia universal.
56º año de vida
63º año de vida


6º chakra.
Funciones del conocimiento, intuición, desarrollo de los sentidos interiores, fuerza espiritual, proyección de conciencia, manifestación.
55º año de vida
62º  año de vida


5º chakra.
Comunicación, autoexpresión creativa, franqueza, amplitud, independencia, inspiración, acceso a los planos más sutiles del ser.
54º año de vida
61º año de vida


4º chakra.
Desarrollo de las cualidades del corazón, amor, simpatía, compartir, apoyar con el corazón, desinterés y altruismo, entrega, sanación.
53º año de vida
60º año de vida


3er chakra.
Desarrollo de la personali-dad, procesa-miento de sentimientos y vivencias, moderación del ser, influencia y poder, fuerza y plenitud, sabiduría nacida de la experiencia.
52º  año de vida
59º año de vida


2º chakra.
Sentimientos originales, fluir con la vida, sensibilidad, erotismo, creatividad, asombro y entusiasmo.
51º  año de vida
58º año de vida


1er chakra.
Energía vital original, confianza original, relación con la tierra y el mundo material, estabilidad, capacidad de imponerse.
50º  año de vida
57º año de vida














Tema fundamental para cada siete años de vida
1er chakra: 50º a 56º año de vida.
Energía vital original, confianza original, relación con la tierra y el mundo material, estabilidad, capacidad de imponerse.
2º chakra:  57º a 63º año de vida. Sentimientos originales, fluir con la vida, sensitividad, erotismo, creatividad, asombro y entusiasmo.

70º año de vida.
77º año de vida.
84º año de vida.
91º año de vida.
98º año de vida.
69º año de vida.
76º año de vida.
83º año de vida.
90º año de vida.
97º año de vida.
68º año de vida.
75º año de vida.
82º año de vida.
89º año de vida.
96º año de vida.
67º año de vida.
74º año de vida.
81º año de vida.
88º año de vida.
95º año de vida.
66º año de vida.
73º año de vida.
80º año de vida.
87º año de vida.
94º año de vida.
65º año de vida.
72º año de vida.
79º año de vida.
86º año de vida.
93º año de vida.
64º año de vida.
71º año de vida.
78º año de vida.
85º año de vida.
92º año de vida.
3er Chakra: 64º a 70º año de vida.
Desarrollo de la personalidad, procesamiento de sentimientos y vivencias, modelación del ser, influencia y poder, fuerza y plenitud, sabiduría nacida de la experiencia.
4º chakra: 71º a 77º año de vida.
Desarrollo de las cualidades del corazón, amor, simpatía, compartir, apoyar con el corazón, desinterés y altruismo, entrega, sanación.
5º chakra: 78º A 84º año de vida.
Comunicación, autoexpresión creativa, franqueza, amplitud, independencia, inspiración, acceso a los planos más sutiles del ser.
6º chakra: 85º a 91º año de vida.
Funciones del conocimiento, intuición, desarrollo de los sentidos interiores, fuerza espiritual, proyección de conciencia, manifestación.
7º chakra: 92º a 98º año de vida.
Perfección, conocimiento supremo mediante la introspección directa, comunión con los universales, conciencia universal.

            En la Antigüedad el número 7 se utilizó con frecuencia como símbolo de consumación, plenitud y perfección (espiritual). En muchas culturas se consideraba un número sagrado, y así aún hoy día encontramos el número 7 en numerosos escritos religiosos, en mitos y en cuentos. También nuestras semanas transcurren en un ritmo de septenas. Éste es el menor ritmo cíclico fundamental de nuestra existencia. Mao Tse Tung, el gran líder revolucionario chino, intentó en el marco de la Revolución Cultural sustituir la semana de 7 días por una semana de 10 días. Al poco tiempo se produjeron graves fenómenos de ausentismo entre los trabajadores debidos a enfermedades, y China regresó a la semana de 7 días.
            Para algunos puede que sea interesante el hecho de que ya antes de nuestro nacimiento atravesamos los correspondientes estadios de los chakras. Sin embargo, esta evolución transcurre en sentido inverso, por lo que comienza por el chakra coronal, a través del cual fluyen hacia el embrión los flujos luminosos energéticos durante todo el embarazo. Una vez que se han generado el chakra frontal, el chakra del cuello, el chakra cordial, el chakra del plexo solar y el chakra sacro, aproximadamente al final del embarazo se desarrolla el chakra radical: con lo que el nuevo ser humano recibe su vínculo terrenal y está preparado para entrar en nuestra atmósfera.
            Tanto si aceptas estas leyes regulares como si no, las fuerzas universales que están tras ellas no se verán influidas. Nosotros somos libres en todas nuestras decisiones, pero vivimos siempre dentro de ciertas leyes generales razonables. De forma que queda a nuestro albedrío cómo utilizamos este conocimiento.
            Atención: AL leer las tablas que anteceden de los ciclos evolutivos humanos, piensa siempre que si, por ejemplo, tienes 24 años, te encuentras en el 25° año de vida, o que si tienes 38 años te encuentras en el 39º año de vida, etcétera.

El origen de los bloqueos
en los chakras

            POR nuestra auténtica naturaleza somos uno con esa fuerza que se manifiesta en las vibraciones y leyes regulares infinitamente variadas, en los colores y formas, en los aromas y sonidos de toda la creación. No estamos separados de nada. El núcleo más íntimo de nuestro ser vive en comunión inseparable con el ser absoluto, inmutable, omnipresente, que denominamos Dios y que ha producido y penetra todas las áreas de la existencia relativa. Esta existencia pura ilimitada es por naturaleza la gloria.
            Tan pronto como el silencioso y calmo océano del ser divino se encrespa en olas de alegría, comienza el baile de la creación, de la cual también nosotros somos una forma de manifestación y en la que podemos participar, en todos sus planos, a través de nuestros cuerpos no materiales y del cuerpo físico.
            Sin embargo, perdemos la conciencia de la unidad en el momento en que empezamos a confiar exclusivamente en las informaciones que nos llegan a través de los sentidos físicos y del entendimiento racional, olvidándonos de nuestro origen y nuestra base divina. Se produjo entonces una separación aparente que trajo tras de sí la experiencia real de la angustia. Perdimos el sentimiento de la plenitud interior y de la seguridad en la vida y comenzamos a buscarla en el ámbito exterior. Pero en esa búsqueda el ansia de la plena consumación se veía defraudada una y otra vez. Esta experiencia hizo surgir la angustia por una nueva decepción. También olvidamos que nunca podemos ser extinguidos, dado que la muerte sólo significa una variación de la forma externa.
            La angustia siempre provoca una contracción y, por tanto, un agarrotamiento o bloqueo, que a su vez intensifica el sentimiento de separación y permite que la angustia continúe creciendo. Romper este círculo vicioso y recuperar la unidad perdida es el objetivo declarado de casi todas las vías espirituales de Oriente y Occidente.
            Los chakras son esos puntos de conexión en el sistema energético del hombre en los que se establecen preferentemente los bloqueos condicionados por la angustia. También pueden existir otros bloqueos a lo largo de los nadis. Cuando estas contracciones se hacen permanentes, provocan que las energías vitales no puedan fluir libremente y alimentar nuestros diversos cuerpos con todo lo que necesitan para reflejar y mantener la conciencia de la unidad. Cuando la vivencia de la separación, el abandono, el vacío interior y el miedo a la muerte nos impulsa a buscar en el mundo exterior lo que sólo podemos encontrar en lo más intimo de nuestro ser, nos volvemos dependientes del amor y el reconocimiento de otras personas de los placeres sensoriales, del éxito y de la posesión material. En lugar de enriquecer nuestra vida, estas cosas se convierten en necesidades perentorias con las que intentamos rellenar el vacío. Si las perdemos, nos encontramos súbitamente ante la nada, y el ligero sentimiento de angustia que acompaña a casi todas las personas se nos presenta otra vez como real. Y, naturalmente, son los demás quienes cogen de nosotros lo que de forma tan evidente necesitamos para nuestra realización y satisfacción. Olvidamos que todos nosotros tenemos nuestro origen común en la existencia divina y que estamos mutuamente unidos en este plano. En lugar de amar a nuestros congéneres, comenzamos a considerarlos competidores o incluso enemigos. Finalmente, pensamos que tenemos que protegernos, sin dejar que determinadas personas, situaciones o informaciones se nos acerquen o se introduzcan en nosotros. Retraemos nuestras antenas receptoras para no tener que afrontar desafíos, y con ello provocamos una nueva contracción y el bloqueo de nuestros chakras.
            Sin embargo, la necesidad de reconocimiento por parte de nuestros congéneres o por un grupo al que nos sentimos pertenecer es tan intensa que estamos dispuestos a orientar nuestra vida en amplios ámbitos según las ideas de determinadas personas cercanas a nosotros o según las reglas sociales generalmente aceptadas, y a reprimir nuestros sentimientos espontáneos tan pronto como dejen de concordar con las expectativas o convenciones. Esto sólo es posible si contraemos nuestros chakras hasta tal punto que ninguna emoción controlada pueda pasar el filtro. Se produce entonces una congestión de la energía en el chakra afectado. Como las energías no pueden irradiarse ya en su forma original, se distorsionan, rompen la barrera y se descargan de forma inadecuada, en forma de emociones intensas y con frecuencia negativas o de un impulso de actividad exagerado.
            Esto se corresponde con una reacción al bloqueo marcada por el yang. Pero como si se produce una expresión de las energías, hacia el interior del chakra pueden fluir nuevas energías, que volverán a descargarse de la misma forma inadecuada.
            Una reacción al bloqueo de los chakras marcada por el yin se manifiesta en una contención casi absoluta de las energías, con lo cual el flujo energético prácticamente se paraliza, puesto que no se crea espacio para las energías que fluyen posteriormente. La consecuencia es una subalimentación de energía vital y una debilidad en la manifestación del chakra afectado. Las repercusiones de una hipofunción semejante, al igual que de una sobrecarga de los chakras correspondientes, puedes consultarlas en los capítulos correspondientes de los chakras. Allí te daremos algunas directrices generales que, en algunos puntos, podrán diferir de tus reacciones individuales, puesto que en último término éstas están determinadas por las experiencias que han causado el bloqueo y que están almacenadas en el cuerpo emocional y, en menor medida, también en el cuerpo mental.
            Estas experiencias almacenadas no las dejamos detrás de nosotros con la muerte física. Las arrastramos de una encarnación a la siguiente, hasta que las hemos pulido en el transcurso de nuestra evolución. Determinan en gran medida las circunstancias en las que renaceremos y las vivencias que atraemos inconscientemente en nuestra nueva vida a través de la irradiación de nuestro cuerpo emocional.
            No obstante, en cada vida tenemos la posibilidad de disolver muy rápidamente, desde la propia infancia, nuestras estructuras emocionales. En un recién nacido todo el sistema energético esta aún completamente abierto y permeable. Esto significa que en principio toda alma nacida nuevamente recibe una nueva oportunidad de llevar una vida satisfactoria. Pero también significa que está abierta a todas las vibraciones  y experiencias, y con ello también a todo tipo de impronta.
            Un recién nacido no puede aún participar conscientemente en la configuración de su vida, ni puede relativizar sus vivencias. Por tanto, es totalmente dependiente de la buena voluntad y los cuidados de los adultos. Aquí radica para los padres una gran oportunidad, y también una gran tarea.
            En las páginas siguientes vamos a describirte qué influencias necesita un niño en los primeros años de vida para poder desarrollarse de forma óptima, para evitar nuevos bloqueos y disolver viejas estructuras.
            En nuestra época, muchas almas altamente evolucionadas esperan a unos padres adecuados en los que poder encarnarse sin acumular bloqueos innecesarios que podrían obstaculizar el cumplimiento de su misión en esta tierra. Otras almas querrían reencarnarse en esta época nuestra de cambio, pues apenas volverá a ofrecerse una oportunidad semejante de aprender y crecer.
            El saber que exponemos a continuación puede servir de ayuda a los futuros padres para dar a un alma, que podría venirles en forma de hijo, las mejores posibilidades de partida para el camino de la vida. Pero también puede ayudarnos a cada uno de nosotros a entender mejor nuestra propia «historia de los bloqueos» y a manejarla con más facilidad partiendo de esta base.
            Ya en el seno materno pueden iniciarse conatos de bloqueos en el sistema energético cuando la vida incipiente es rechazada, o cuando la madre vive en una permanente situación de estrés, puesto que un feto vive y siente su mundo en gran medida a través de la madre. Una dedicación amorosa hacia el pequeño ser que se encuentra en el seno materno proveerá a su sistema energético de las vibraciones en las que se sentirá absolutamente bien y protegido. Cuando la madre vive los meses del embarazo como un tiempo feliz y pleno está creando las condiciones óptimas para la vida de su hijo, en las que podrá descubrir completamente su potencial de felicidad y creatividad.
            Un hito importante en la vida de toda persona es el instante del nacimiento. En determinadas circunstancias, la vivencia del nacimiento puede marcarnos durante toda una vida, pudiendo ser determinante para que percibamos el mundo como un lugar amistoso y agradable o como algo duro, carente de amor y frío. Con el parto, el niño abandona la completa seguridad física, que durante sus primeros nueve meses de existencia en la tierra, ha vivido en un estado dichoso de intemporalidad e ingravidez, le ha proporcionado alimento y protección. Pero el pequeño ser está preparado para el nacimiento y tiene curiosidad por el mundo. Por eso, un nacimiento natural, en el que ni la madre ni el niño estén debilitados por los medicamentos, significa un gran trabajo y esfuerzo, pero al mismo tiempo no supone un choque para el niño. Para lo que, sin embargo, no está preparado en absoluto es para la separación de la madre inmediatamente después del nacimiento. Mientras continúe sintiendo el cuerpo de la madre junto con sus vibraciones familiares y se sienta acunado en las vibraciones energéticas habituales del aura de ésta, está preparado para abrirse con plena confianza a las nuevas vivencias.
            Además, el contacto corporal con la madre inmediatamente después del nacimiento supone un profundo vínculo entre la madre y el niño, que en círculos especializados se denomina «bonding». Un flujo de sentimientos amorosos, de energía emocional positiva, fluye automáticamente y sin participación consciente desde la madre hasta su recién nacido, y no se interrumpe mientras el niño sienta el cuerpo de la madre o permanezca al menos dentro de su aura emocional. Esta energía llena a la pequeña alma de confianza y alegría. Un hecho interesante es que también los padres desarrollan un contacto más íntimo hacia sus bebés y un entendimiento más intuitivo cuando han estado presentes en el nacimiento y han podido tocar y acariciar al niño.
            Por el contrario, si el recién nacido es alejado de la madre justo después del nacimiento, experimenta un profundo dolor por la separación y la soledad. Mientras la madre continúe enviando conscientemente al recién nacido sus sentimientos y pensamientos amorosos durante una separación, se mantendrá todavía un contacto, y el niño no estará completamente aislado del abastecimiento energético que realiza la madre. Sin embargo, si ella dedica su atención a otras cosas o está cansada o insensible debido a los medicamentos, también se romperá este contacto.
            La pequeña criatura percibe su desvalimiento en un mundo desconocido y frío en el que se siente completamente abandonada sin la presencia cálida y protectora de la madre. Esta experiencia es tan violenta que, en general, el sistema energético del niño no está en condiciones de procesar los sentimientos terribles y experimenta una profunda impresión, que tiene por consecuencia el primer bloqueo de las energías.
            El bloqueo se muestra preferentemente en la zona del chakra radical. En el capítulo anterior hemos descrito los ritmos vitales a la luz de la teoría de los chakras. Mediante la tabla que se adjunta en ese capitulo puedes ver que en el primer año de vida se exploran las energías del chakra radical tanto en el tema fundamental de siete años como en el tema principal de cada año. Junto al dominio del mundo físico y material, que experimenta su primer punto álgido cuando se comienza a andar, más o menos a finales del primer año, en este momento adquiere relevancia la formación de la confianza original. Esta confianza original es la base para un desarrollo integral y sin miedos de todas las posibilidades innatas en el hombre. Además, desde el chakra radical y a través de la energía Kundalini se alimentan de energía vital todos los demás centros. De esta forma, un bloqueo del chakra basal repercute en todo el sistema energético. No es ninguna casualidad que la psicología considere el primer año de vida como el más importante en la vida de una persona.
            En esta época, en la que el niño acumula experiencias predominantemente a través del cuerpo físico, el niño necesita ante todo el contacto corporal con la madre, y a veces también con el padre o con otras personas de confianza.
            A esta edad el niño no tiene aún un concepto del tiempo. Cuando llora por soledad o por hambre, no sabe si este estado terminará, y fácilmente es presa de la desesperación. Por contra, si se satisface de inmediato su exigencia, se forma en él la confianza de que esta tierra proporciona a sus hijos todo cuanto necesitan para mantener su cuerpo y satisfacer sus necesidades físicas. El niño puede abrirse, tanto en el plano físico como en el plano no material, a las energías nutricias y protectoras que dispone para nosotros nuestro planeta madre.
            Prácticamente, todos los pueblos primitivos poseen un conocimiento intuitivo de estas relaciones. Llevan continuamente a sus bebés envueltos en un paño junto al cuerpo hasta que empiezan a gatear, y ni siquiera lo abandonan cuando el continuo balanceo ha acunado y adormecido a la pequeña criatura. Cuando el niño comienza a gatear, lo levantan siempre en cuanto lo desea el niño. Por las noches los niños permanecen junto a la madre en la cama, y, siempre que sienten hambre, el pecho de la madre está a su servicio. Los ojos radiantes y los rostros satisfechos de estas pequeñas felices criaturas hablan por sí solos. Los niños de estos pueblos lloran muy raramente y están dispuestos desde muy temprana edad para asumir responsabilidad social.
            Si en nuestra sociedad una madre también tuviera esta dedicación durante el primer año de vida de su hijo y dejara en segundo plano sus propias necesidades, le habría proporcionado a la criatura el mejor potencial para su vida. Nosotros pensamos que esta inversión realmente merece la pena. El flujo automático de amor y alegría que se desencadena en la madre mediante el permanente contacto corporal con el hijo es una amplia compensación por todas las pequeñas cosas que tal vez no sea capaz de hacer en ese tiempo.
            Si un niño pierde los sentimientos de confianza original, seguridad, satisfacción y protección, al crecer continuará buscándolos en el ámbito externo y material. Establecerá relaciones con las cosas en lugar de establecerlas con las personas. Todo empieza con las mascotas, a las que se recurre como sustituto de la cercanía y el calor humanos. Después ansía cada vez más nuevos juguetes y chucherías, en una búsqueda inconsciente de algo a lo que le empuja el sentimiento ligeramente corrosivo de vacío. Y de adultos son los vestidos hermosos, el coche, los muebles y quizás una casa propia, así como la posición profesional o social, las cosas a las que encarecen su corazón la mayoría de los hombres, con la esperanza de recuperar con ellas el sentimiento de seguridad y satisfacción abandonado en la infancia. Nuestra sociedad de consumo no podría existir sin esa insaciable necesidad de la gran mayoría de sus miembros.
            Pero también va aumentando el número de personas que se han dado cuenta que la vivencia de la seguridad y la satisfacción interiores no pueden alcanzarse mediante los bienes materiales. Parten hacia una búsqueda interior, y aquí radica efectivamente la única oportunidad de reencontrar el paraíso perdido que la mayoría de nosotros hemos abandonado con el nacimiento.
            En el segundo año de vida, al tema fundamental del chakra radical, que se extiende a lo largo de los primeros siete años de vida, se une un nuevo tema principal de un solo año. El niño que va creciendo entra en contacto con las energías del segundo chakra. Ahora el contacto delicado, las caricias y los mimos cobran más importancia, junto al mero contacto corporal. El niño comienza a descubrir su sensualidad y a experimentar y expresar sus sensaciones y emociones más conscientemente. Desde este momento comienzan también a aparecer paulatinamente los contenidos del cuerpo emocional, traídos de la vida anterior. En su segundo año de vida el niño vive en primer lugar las estructuras emocionales más fundamentales.
            Ahora es muy importante que los padres no traten de imponer al niño una actitud determinada, pues en ese caso comenzará a retraer las emociones y a reprimirlas en cualquier forma. Si, por el contrario, el niño aprende a vivir sencillamente sus emociones, a aceptar la existencia de las mismas y a tratarlas lúdicamente, podría disolver en poco tiempo todas las improntas emocionales negativas.
            Los padres deberían entender que un niño de esa edad no expresa ninguna negatividad. Si se pone colérico, sólo es debido a que se ha decepcionado una necesidad natural. Los gritos enrabietados y las pataletas liberan el bloqueo producido, y así liberan al niño. Sin embargo, a la mayoría de los padres les resulta difícil aceptar a su hijo tal como es con su expresión emocional, puesto que ellos mismos no tienen las cosas muy claras. Aman a su niño cuando hace esto o deja aquello, y con ello le transmiten el siguiente mensaje: «Siendo así no eres lo suficientemente bueno».
            El niño asume la actitud de juicio de los padres, y como no quiere perder su amor, relega las partes de sí mismo que no son queridas. Esto tiene como consecuencia un profundo efecto energético. Si, además, falta estimulación sensorial, surge una carencia de confianza original en el ámbito emocional y se bloquea el chakra sacro.
            Después al adulto le resultará difícil aceptar y expresar sus emociones naturales. Para poder sentir algo necesita un estimulo sensorial burdo, y desarrolla la tendencia de observar a los demás como objetos que sirven para su propia satisfacción.
            El tercer año de vida pone a la pequeña criatura en contacto con las energías del chakra del plexo solar. La expresión emocional se hace más diferenciada, y las explicaciones que hemos dado en relación con el segundo año de vida sólo se aplican dentro de ciertos límites. Ahora el niño quiere probarse como personalidad independiente, aprender a conocer su influencia y decir siempre «no», para ver qué pasa en tal caso.
            Cuando entre los padres y el niño existe una lucha de poder porque los padres piensan que sólo pueden educar al niño imponiéndole su voluntad, tal lucha tiene su punto culminante en el tercer año de vida. Si entonces el niño no se siente querido y aceptado en su personalidad en crecimiento, se bloquean las energías del chakra del plexo solar. De mayor le faltará la confianza y el valor para vivir su personalidad individual, para configurar su existencia según ideas propias y para aprender de las experiencias negativas. En lugar de eso, se adaptará o intentará controlar su mundo.
            Así continúa el viaje de la pequeña criatura a lo largo de las energías de los diferentes chakras. Pero dejemos por ahora estos ejemplos. Con ayuda de la lista de los ciclos vitales y con la descripción de cada uno de los chakras, te resultará fácil completar tú mismo el resto del camino.
            En todas estas explicaciones deberíamos tener siempre en cuenta que somos nosotros mismos quienes hemos elegido las circunstancias de nuestro renacimiento. Nos hemos encarnado en una pareja determinada para ser correctamente pulidos, para recopilar experiencias que nuestra alma necesita para poderse desarrollar hacia la perfección
            Puede que los menos de nosotros hayamos ido a unos padres que poseían un entendimiento tan profundo y un amor tan desinteresado que entre sus amorosas y expertas manos se fundieron, hasta desaparecer, las últimas estructuras restrictivas del cuerpo emocional. Esto no significa más que lo siguiente: que en esta vida nuestra misión y nuestro destino es desarrollar el comprensivo amor hacia nosotros mismos que disolverá los bloqueos y salvará las partes no deseadas e impuestas de nuestra alma. Sin ser conscientes de ello, nuestros padres son los primeros maestros que, con su conducta, hacen referencia a nuestras debilidades, de forma que, partiendo del dolor y del sentimiento de carencia, acabamos buscando vías para recuperar la integridad interior. Después asumen esta tarea otras personas y situaciones vitales que atraemos inconscientemente, y que sirven como espejo para las partes anímicas de nosotros que hemos reprimido en la zona sombría de nuestra psique.
            En el capítulo siguiente quisiéramos mostrarte las posibilidades que tienes para disolver los bloqueos de los chakras y reencontrar la vivencia de la unidad interior.



La disolución de los bloqueos

            EXISTEN fundamentalmente dos vías para actuar sobre nuestros chakras con un efecto liberador y armonizador. El primer camino consiste en exponer los chakras a vibraciones energéticas que se aproximen a las frecuencias con las que vibra de forma natural un chakra sin bloqueos y que funcione armónicamente. Estas vibraciones energéticas podemos encontrarlas, por ejemplo, en los colores luminosos puros, en las piedras preciosas, en los sonidos y en los aceites esenciales, y también en los elementos y en las múltiples formas de manifestación de la naturaleza. La aplicación práctica de estos medios la describimos en los capítulos terapéuticos de este libro.
            Tan pronto como a nuestros chakras afluyen frecuencias que son más elevadas y más puras que las que corresponden a su estado actual, comienzan a vibrar con mayor rapidez, y las frecuencias más lentas de los bloqueos se van disolviendo progresivamente. Los centros energéticos pueden absorber nuevas energías vitales y retransmitirlas sin obstáculos a los cuerpos no materiales. Es como si, a través de nuestro sistema energético, soplara una fresca brisa. El prana que afluye carga el cuerpo etérico que, a su vez, transmite la energía al cuerpo físico. También fluye hasta dentro del cuerpo emocional y del cuerpo mental, donde también comienzan a disolverse los bloqueos, puesto que sus vibraciones son más lentas que las de la energía que fluye a su interior. Finalmente, el pulso de la energía vital afecta a los nadis de todo el sistema energético, y el cuerpo, el espíritu y el alma comienzan a vibrar de forma más elevada, y a irradiar salud y alegría.
            Cuando en este proceso de purificación y clarificación se liberan las energías estancadas, sus contenidos aparecen una vez más en nuestra conciencia. Con ello podemos vivir de nuevo las mismas sensaciones que causaron el bloqueo: nuestras angustias, nuestra ira y nuestro dolor. Las enfermedades corporales pueden aflorar por última vez antes de ser totalmente limpiadas. Durante estos procesos probablemente nos sintamos intranquilos, excitados o incluso muy cansados. Tan pronto como las energías tienen el camino expedito, retornan a nosotros una profunda alegría, serenidad y claridad.
            Sin embargo, muchas personas no tienen el valor de atravesar los necesarios procesos de clarificación. A menudo, sencillamente, no tienen conocimiento de ellos, y las experiencias que se presentan las interpretan como un paso atrás en su evolución.
            De hecho, los bloqueos de nuestro sistema energético sólo se purifican en la medida en que, desde nuestra evolución completa, estamos dispuestos a mirar a la cara a la parte indeseada y reprimida de nosotros mismos, y a redimirla mediante nuestro amor. Y con esto llegamos a la segunda vía, que hemos mencionado al comienzo de este capitulo. Esta vía debería acompañar permanentemente al primer camino de la activación directa y de la purificación de los chakras, pero al mismo tiempo es en si misma una posibilidad independiente de armonizar nuestro sistema energético interno y liberarlo de bloqueos.
            Esta vía es la actitud interior de la aceptación incondicional, que lleva a una distensión completa. Distensión supone lo opuesto, el remedio contra la tensión, contra la contracción, y contra el bloqueo. Mientras rechacemos consciente o inconscientemente cualquier ámbito de nosotros mismos, mientras nos enjuiciemos a nosotros mismos, y, por ende, condenemos y rechacemos partes de nosotros mismos, se mantendrá una tensión que impide la distensión completa y, por lo tanto, la disolución de los bloqueos.
            Todos nos hemos encontrado más de una vez con personas que dicen que no pueden relajarse. Esas personas necesitan permanentemente distracción o actividad, incluso en su tiempo libre o en vacaciones, y cuando alguna vez no hacen nada siempre queda el diálogo interior. Tan pronto como alcanzan la paz externamente sienten una intranquilidad interior. En estas personas el mecanismo de autocuración es tan activo que los bloqueos comienzan a disolverse de inmediato tan pronto como se instaura algo de tranquilidad en el sistema energético. Sin embargo, como las personas afectadas no comprenden este mecanismo, huyen una y otra vez a la actividad, reprimiendo así el procesamiento y la depuración de las energías bloqueadas.
            Otras personas se encapsulan en su cuerpo mental para eludir la confrontación con los contenidos en su cuerpo emocional. Para estas personas, todas las vivencias transcurren a través del entendimiento. Analizan, interpretan y categorizan, pero nunca se meten en una experiencia con todo su ser.
            También a veces nos encontramos con personas que han intentado forzar la apertura de los chakras practicando de forma desproporcionada y sin ser guiados por nadie, por ejemplo, determinados ejercicios de Kundalini yoga, y acaban inundados de los contenidos inconscientes del chakra correspondiente. Del intento de rechazar estos contenidos pueden surgir a veces bloqueos más profundos. Tampoco es raro que suceda que alguien que ha iniciado un camino espiritual solo active sus chakras superiores y mantenga inconscientemente los bloqueos de los chakras inferiores, puesto que no quiere identificarse con los contenidos que se liberan. Una persona de éstas puede ser que tenga acceso a maravillosas vivencias procedentes de los ámbitos de sus chakras superiores, y, sin embargo, puede sentir profundamente en su interior una carencia o un vacío. La alegría incondicional, el sentimiento de alegría vital completa y de seguridad en la vida sólo pueden surgir si todos los chakras están uniformemente abiertos y sus frecuencias vibran en el plano más alto posible.
            No obstante, la actitud de aceptación incondicional exige mucha honradez y valor. Honradez significa en este contexto la disposición de vernos con todas nuestras debilidades y negatividad, y no tal como nos gustaría vernos. Valor es la disposición de aceptar lo observado. Es el valor de decir sí a todo sin excluir nada.
            Hemos asumido en nosotros los juicios de nuestros padres para asegurarnos su amor Hemos reprimido determinadas emociones y deseos nuestros para satisfacer las expectativas de la sociedad, de un grupo o de una imagen de nosotros mismos. Abandonar esto significa orientarnos interiormente y de forma absoluta hacia nosotros y perder el amor y el reconocimiento de los demás. Pero es únicamente el acto del rechazo, de la negación, el que permite que las energías nuestras adopten manifestaciones negativas. Las emociones reprimidas solo se convierten en «malas» porque las rechazamos, en lugar de afrontarlas con amor y comprensión. Cuanto más violentamente sean rechazadas, tanto «peores» y mortificantes serán, hasta que en algún momento las liberemos de su cárcel mediante nuestro amor.
            Detrás de todo estímulo sentimental está, en último término, el ansia de reconquistar el estado original paradisíaco de la unidad. Sin embargo, tan pronto como nos adaptamos a la visión predominante del mundo y sólo aceptamos como real el plano externo de la realidad que puede percibirse a través de nuestros sentidos físicos y de la comprensión racional, este deseo de comunión, de unificación con la vida, se convierte en una voluntad de poseer. Nuestra ansia de poseer una persona, una posición, amor y reconocimiento y bienes materiales, sin embargo, se ve decepcionada una y otra vez, o a la larga no se satisface según lo esperado, puesto que tal satisfacción solo puede alcanzarse mediante una unión interior.
            Por miedo a una nueva decepción reprimimos nuestras energías: nuestro sistema energético se bloquea. Las energías que afluyen posteriormente son distorsionadas por el bloqueo y se manifiestan como emociones negativas, que a su vez tratamos, una vez más, de reprimir y retener para no perder la simpatía de nuestros congéneres.
            Podemos interrumpir este círculo si dedicamos toda nuestra atención a nuestras emociones. En ese mismo momento comienzan a transformarse, pues, finalmente, reconocemos que son sencillamente energías que han surgido del ansia de unidad, y que fueron bloqueadas en su manifestación original. Ahora se convierten en una fuerza que nos ayuda a continuar en el camino hacia la totalidad.
            Existe una analogía sencilla que puede aclarar estas relaciones. Si tienes miedo de una persona y la rehuyes, nunca la conocerás en todo su ser al completo. Si, por el contrario, le dedicas tu atención y le haces sentir tu incondicional amor, irá abriéndose a ti paulatinamente. Conocerás que tras sus comportamientos negativos, que tú has condenado, no hay otra cosa que el ansia de satisfacción decepcionada. Tu comprensión le ayudará a recorrer el camino hacia una satisfacción real. En esta analogía, a tus emociones le ocurren lo mismo que a esa persona.
            La actitud escrita de la aceptación sin prejuicios se corresponde con la postura de nuestro yo superior. Al asumirla conscientemente para nosotros, nos abrimos al plano de vibraciones del guía interior que hay en nosotros y le encomendamos la misión de guiarnos a una existencia sana e integral completa.
            Él yo superior es esa parte del alma que nos une con la existencia divina. Es ilimitado en el espacio y en el tiempo. Por ello tiene acceso en todo momento al conocimiento integral que afecta tanto a la vida en el universo como a nuestra vida personal. Si nos confiamos a su guía, nos conducirá por la vía más recta y directa hacia la unidad interior, y los bloqueos existentes en nuestro sistema energético se disolverán de la forma más suave posible.
            Si comprendemos estas relaciones, podremos hacer que las formas de terapia descritas en este libro tengan una efectividad óptima. Admite siempre todas las experiencias que aparecen durante la realización de una terapia, incluso (y más si cabe) cuando aparecen en un momento desagradable o negativo; dedícales tu atención neutral y tu amor y entrégales interiormente la fuerza curativa de tu yo superior.
            Existen formas de meditación que pueden ayudarte a practicar esta actitud de la aceptación, a disolver bloqueos y a admitir las energías autocurativas de tu yo superior. Una de estas técnicas de meditación, que podemos recomendarte por experiencia propia, es la meditación trascendental, también conocida por su abreviatura MT. Aquí la conciencia es guiada sin ningún esfuerzo o concentración de ningún tipo por la vía más directa hacia la experiencia del ser puro. Este proceso se ve acompañado de una relajación creciente en el que se disuelven por sí solas las energías bloqueadas. Los pensamientos y emociones liberados no son rechazados, sino sustituidos continuamente por la experiencia de la relajación y la alegría crecientes. Con esta meditación tienes en tus manos un instrumento maravilloso y altamente eficaz que, utilizado correctamente, representa por si mismo una vía para activar tus chakras de forma armónica, para purificar tu sistema energético de todo bloqueo y para explorar todo tu potencial intelectual y anímico. Sin embargo, esta forma de meditación sólo puede aprenderse a través de un maestro cualificado.
            También hay otras formas de meditación que pueden ayudarte en tu camino. Ten solamente en cuenta que, en la meditación que elijas, tus pensamientos y sentimientos no sean enjuiciados y rechazados, sino integrados como parte del necesario proceso de depuración. Incluso en las formas más eficaces y naturales de meditación puede suceder que, debido al hábito, se cuele siempre algún juicio. Hasta las experiencias que resultan de la disolución de los bloqueos a menudo pueden reprimirse inconscientemente, puesto que se han sentido como desagradables. Esto puede hacer perder la imparcialidad, y la eficacia de la meditación se resentirá. Un maestro con experiencia puede ayudarte a encontrar de nuevo la experiencia original de la meditación.
            Tan pronto como hayas aprendido a amarte y a aceptarte enteramente, tal como eres, irradiarás estas vibraciones a través de tu aura, y atraerás las experiencias y vivencias correspondientes en el mundo exterior. Esto significa que sólo entonces ganarás realmente el amor y el reconocimiento de los demás, cuya pérdida tal vez habías temido anteriormente. Comienzan a valorarte tal como eres en tu auténtica esencia, y te admiran por tu auténtico valor de ser tú mismo. El amor y la comunión auténticas sólo son posibles bajo esta premisa.
            Queremos mencionar un último punto en relación con el tema de este capitulo. En tu camino hacia una evolución integral puede haber fases en las que tus chakras estén relativamente muy abiertos sin que hayas disuelto por ello todos los bloqueos. Entonces eres muy sensible a las energías que entran en el ámbito de tu aura, pero aún no irradias tanta energía luminosa como para atraer solo energías provechosas para poder neutralizar energías negativas en tu entorno.
            Si permaneces ahora en una atmósfera tensa en la que predominen las vibraciones de insatisfacción, hostilidad o agresividad, tus chakras pueden cargarse con energías negativas, o contraerse para protegerse de esos influjos. En ambos casos la consecuencia es una subalimentación de energía vital positiva.
            Tan pronto como los campos energéticos de dos personas se tocan o se solapan se produce un intercambio inmediato y un influenciamiento mutuo de las energías. Inconscientemente percibimos al otro de forma energética, tanto si queremos como si no. Cuando una persona nos resulta simpática o antipática espontáneamente, en gran parte se debe a las vibraciones energéticas que experimentamos en su aura. Si sentimos miedo, insatisfacción o ira, estas vibraciones no sólo influyen en la imagen que tenemos de ella, sino también en nuestro propio sistema energético. Cuando, sin razón aparente, te sientes tenso o incómodo en presencia de una persona; e incluso tienes la sensación de que todo se contrae dentro de ti, la razón está en la irradiación de su aura. Si, por el contrario, en el aura de una persona sientes alegría, amor y serenidad, en su presencia te sentirás particularmente bien, aun cuando no intercambies palabra alguna con ella. En un grupo de personas que se han reunido para un fin determinado, el aura colectiva que surge puede ejercer un efecto tan intenso que todos los miembros del grupo sean alcanzados por ella. Baste pensar en el ambiente contagioso que se produce con tanta frecuencia entre los espectadores de un partido de fútbol.
            Por otro lado, cuando un grupo se reúne para la devoción o la meditación común, el individuo puede elevarse hasta planos de conciencia muy superiores de los que corresponden a su estado normal de evolución.
            También los lugares tienen su propia irradiación, puesto que la materia puede almacenar vibraciones. Esto ocurre muy especialmente en los espacios cerrados.
            Creemos que al tratar con niños pequeños es particularmente importante comprender estas relaciones. El sistema energético de estos pequeños seres aún no es completamente sensible a todo tipo de vibraciones energéticas. Reacciona de forma particularmente sensible a todo pensamiento amoroso y a cualquier sentimiento de alegría, pero también a las agresiones o las riñas y a la agresividad de su entorno. Aquí la cercanía corporal a uno de los progenitores o a una persona de referencia con quien esté familiarizado representa una valiosa protección: por ejemplo, cuando el niño se expone a vibraciones ajenas al salir de compras. EL aura del adulto actúa como un parachoques que capta y absorbe las vibraciones. Por esta razón, es mejor llevar a un niño de la mano que dejarlo en un cochecito de bebé.
            Nosotros los adultos también podemos contribuir mucho a que nuestros propios chakras y los chakras de nuestros hijos permanezcan distendidos y abiertos. Cuando nosotros atraemos fundamentalmente aquellas vibraciones y situaciones que se corresponden con nuestra propia radiación energética, también poseemos un cierto espacio de actuación para configurar conscientemente nuestra vida en el aspecto exterior. Por ejemplo, podemos participar en actividades en las que se genere una atmósfera de alegría y amor, podemos visitar lugares que irradien una energía positiva y elevadora, e incluso podemos crear el encantamiento de un lugar semejante en nuestra propia casa. Los colores estimulantes, las flores, los aromas y la música relajante contribuyen mucho a conseguir una atmósfera armónica y favorecedora de la vida. Al elegir el programa de televisión, las conversaciones y las actividades que desarrollamos entre nuestras cuatro paredes, podemos poner unos acentos determinados y crear una atmósfera en la que el sistema energético de todas las personas que se encuentran entre ellas se recuperen de las influencias negativas y se relajen.
            También en el plano interno puedes hacer algo para protegerte especialmente de las influenciadas indeseadas provenientes del entorno. Te recomendamos que pongas una especial atención en la terapia para abrir el chakra del corazón, puesto que el amor que irradia hacia afuera es capaz de neutralizar o de transformar todas las vibraciones negativas. Aquí hay un desafío especial para desarrollar tu amor conjuntamente con otras facultades.
            Además, al desarrollar tu chakra del corazón irás conociendo y valorando más cada vez los lados positivos de otras personas, y automáticamente dejarás entrar en ti sólo esas vibraciones. Mediante tu valoración, estas cualidades se potenciarán y activarán al mismo tiempo en tu oponente. Así, cada encuentro puede convertirse en un enriquecimiento para ambas partes.
            Una irradiación activa hacia el exterior representa en todos los casos una buena protección. Tan pronto como hayas aprendido a aceptarte como eres e irradies abiertamente tus energías, las vibraciones negativas exteriores no podrán penetrar en la corona de rayos surgida de ti. Aun cuando permanezcas interiormente relajado y completamente sereno, las tensiones de la atmósfera no encontrarán ningún eco en ti y no podrán asentarse en tu interior o influirte negativamente.
            Naturalmente, somos conscientes de que estas capacidades presuponen una evolución realmente avanzada. Por eso queremos mencionarte algunas posibilidades sencillas más con las que podrás protegerte de las influencias indeseadas y mantener alejadas las energías negativas.
            Cuando quieras protegerte en una situación o intensificar tu propia influencia, imagínate que introduces luz en tu cuerpo a través de tu chakra coronal, y deja mentalmente que esa luz vuelva a irradiar desde tu chakra del plexo solar, envolviendo a tu cuerpo en un mando protector luminoso que disolverá todas las influencias oscuras. También puedes imaginarte la radiación luminosa procedente del chakra del plexo solar como si fuera una ducha o un foco o un proyector que elimina a su paso todas las vibraciones negativas.
            Otra protección muy eficaz es la que ofrecen los aceites esenciales; que deberías aplicar directamente sobre los chakras. Llenan tu aura de una irradiación pura y neutralizan tensiones e influencias no armónicas, que provienen del exterior hasta tu aura.*
            Si llevas contigo un cristal de roca, potenciará la calidad luminosa y la fuerza de irradiación protectora de tu aura. Su efecto se complementa muy bien con la influencia de los aceites esenciales.
            También la ropa interior de seda supone una protección energética, y es especialmente recomendable para los bebés y los niños pequeños. Si alguna vez te tensas demasiado debido a un susto repentino, a un choque o a un enfado, queremos recomendarte una posibilidad muy eficaz que te permitirá eliminar de inmediato las energías estancadas. Siéntate con las piernas ligeramente extendidas y durante unos segundos tensa todos los músculos tanto como te sea posible. Si estás solo, grita todo lo alto que quieras; en caso contrario, limítate a expulsar el aire de tus pulmones con una presión intensa. Repite este ejercicio hasta que te sientas mejor. Sirve para disolver los bloqueos que han surgido porque tu sistema energético no pudo procesar la repentina experiencia. Si te ha ido bien, a continuación puedes estirarte intensamente, como haces después de un profundo y reparador sueño. Resulta interesante que en algunas personas el fenómeno de la tensión muscular aparece espontáneamente en la meditación, y precisamente en aquellas regiones del cuerpo en las que quieren disolverse bloqueos. Éste es un claro signo de la utilidad y efectividad de este ejercicio.
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            * A este respecto, ver también pág. ¿???? (N. del T.)


Cómo podemos detectar los chakras que tenemos bloqueados

            COMO en este libro ofrecemos varias posibilidades de armonizar y equilibrar tus chakras, naturalmente, primero tiene gran interés saber si tus chakras están desequilibrados o bloqueados, y cuáles de ellos lo están. Si no lo sabes, podrías armonizar todos los chakras con las terapias posibles que se ofrecen, y nos gustaría recomendarte mucho este método de tratamiento integral. Pero si, por ejemplo, has detectado que hay dos chakras que son los que preferentemente necesitan una terapia, puedes dedicarte predominantemente a esos dos centros energéticos.
            Además, en el conocimiento de los chakras disonantes se oculta una gran oportunidad para el autoconocimiento, que puede abrirse plenamente a quien esté interesado. Aquí se trata siempre, en primer lugar, de nosotros mismos, y solo en segundo lugar de los demás, a quienes, naturalmente, podremos contar nuestras experiencias. Sin embargo, el objetivo no consiste en convertir a otros, sino en conocerse y salvarse a sí mismo, para después poder conducir amorosamente a los demás por el mismo camino del autoconocimiento.
            Para el diagnóstico de los chakras se nos ofrecen varias posibilidades distintas. Conque utilices una de esas oportunidades te resultará perfectamente suficiente para efectuar un autodiagnóstico o diagnóstico ajeno efectivo del sistema de chakras.
            1) En este libro, al describir cada uno de los chakras, damos características claras para su reconocimiento, en las que puedes medir cuáles de tus chakras se encuentran disonantes, armonizados o funcionando defectuosamente. Con ayuda de estos criterios, cualquiera puede conocer sus zonas problemáticas rápidamente. Hemos intentado exponer de forma muy clara, a veces incluso en forma exagerada, las repercusiones que tiene una disfunción de los chakras, para aclarar determinadas tendencias de forma rápida e inequívoca. Al leer los textos correspondientes, deberías considerar también que no todas las repercusiones descritas se aplican a cualquier persona. Sin embargo, podría pasar que te sientas muy afectado con determinados pasajes del texto o que sientas que no te afectan en absoluto. No es ése nuestro objetivo. Sin embargo, queremos conseguir que te reconozcas clara e inequívocamente, y que cuando algunas de las descripciones sean acertadas en tu caso concreto, te hagan sentirte involucrado. Te rogamos que no valores esto como un reproche nuestro dirigido contra ti, pues no es nuestro objetivo herirte, sino ayudarte a conseguir el conocimiento. Sin embargo, el autoconocimiento no es siempre agradable; también alguna vez deben iluminarse nuestros lados sombríos, puesto que sólo así pueden ser liberados. De forma que esta vía para el conocimiento merecerá la pena, sin lugar a dudas, puesto que al mismo tiempo pone en tus manos toda un serie de posibilidades para el autotratamiento de los chakras y la autoarmonización de los mismos.
            2) Otra posibilidad de analizar nuestro sistema de chakras consiste en observar atentamente qué chakras reaccionan de forma llamativa en situaciones de estrés o choque extraordinario. Podría ser que, en determinadas situaciones vitales difíciles, siempre te asaltaran las mismas dolencias: por ejemplo, Si el chakra radical se encuentra hipofuncionando, en una fuerte situación de esfuerzo puedes tener la sensación de «perder pie», e incluso puede darte diarrea. En caso de hiperfunción del primer chakra, será fácil que te asalten la ira y los arrebatos agresivos. Si en tu segundo chakra existe un funcionamiento carencial, ante tensiones extraordinarias se produce un bloqueo de los sentimientos; con una función exagerada, con toda probabilidad romperás a llorar o reaccionarás con una emocionalidad incontrolada. En caso de hipofunción en el tercer chakra, ante grandes esfuerzos se instaurará un sentimiento de impotencia, una sensación de incapacidad, o una incómoda sensación en el estómago o un nerviosismo empedernido. Una sobrecarga en este chakra está caracterizada por la excitabilidad nerviosa y por el intento de controlar la situación mediante la hiperactividad .Si tienes la sensación de que «el corazón se te para», hay que achacarlo a una hipofunción del chakra coronal. Cuando ante el estrés te palpita el corazón, es un indicativo de una disfunción generalizada del cuarto chakra. En caso de hipofunción del chakra del cuello, se te hace un nudo en la garganta, probablemente empezarás a tartamudear o la cabeza te temblará por todas partes; en caso de una hiperfunción disonante, tratarás de tomar la situación con firmeza mediante una avalancha de palabras nada maduradas. Si en situaciones de estrés o choque no puedes tener claras las ideas, significa una hipofunción del chakra frontal y una sobrecarga se expresaría a menudo con dolores de cabeza.
            Tal tipo de reacciones siempre se presentan solo en los puntos débiles de nuestro sistema energético. Una observación interesante puede abrirnos los ojos en estos casos.
            3) Ahora podemos seguir sirviéndonos del lenguaje corporal. Por primera vez es posible determinar, por la forma externa y por las cualidades externas del cuerpo de una persona, si alguna zona se encuentra energéticamente en disonancia. A fin de cuentas, nuestro cuerpo es una perfecta imagen especular de las estructuras energéticas no materiales. Siempre que se produzcan anormalidades corporales, ya sean espasmos, hinchazones, tensiones, debilidades o similares, podemos asignarlas al chakra correspondiente en función del lugar donde se producen. Todos nosotros conocemos las diferencias de las apariencias corporales de las que nos podemos servir para formarnos una clara imagen de la persona concreta; a menudo, espontáneamente y sin reflexionar. Con frecuencia, esta imagen puede transferirse con facilidad a los chakras. Así, encontramos personas que evidentemente tienen toda su energía orientada hacia arriba, y que en la zona inferior del cuerpo tienen características absolutamente débiles. En otras se presenta exactamente lo contrario; e igualmente hay otras que parecen estar compuestas únicamente por puntos débiles o por puntos fuertes. Obsérvate a ti mismo alguna vez, conscientemente, en el espejo o en fotografías. La voz es con frecuencia un importante criterio para enjuiciar el estado del chakra del cuello. El libro Conciencia corporal * es una muy buena exposición de estas relaciones.
            Si además tienes en cuenta las debilidades orgánicas o incluso los síntomas de enfermedad, tienes uno de los puntos de referencia más transparente sobre cuál es la zona del sistema de chakras donde existen deficiencias, para aplicar efectivamente la terapia. En los capítulos dedicados de este libro a los chakras hemos relacionado los órganos y partes del cuerpo que se corresponden con cada uno de los chakras dentro del aparato «Correspondencias corporales».
            Con ayuda de esta relación puedes consultar sin ambigüedades qué chakra se ve afectado con determinados trastornos orgánicos y necesita curación. Esto te permitirá aplicar voluntariamente las medidas que adoptes.
            4) Como cuarta posibilidad, quisiéramos poner en tu mano una prueba especial con la que trabajan muchos terapeutas, además de un gran número de legos. Para ella se necesitan, en general, dos personas, colocadas frente a frente. Se trata de una prueba kinesiológica**, que fue desarrollada en el curso del método Touch for Health («Tocar para la salud»).
            En la práctica, procede de la siguiente forma: coloca la mano derecha sobre un chakra y simultáneamente extiende lateralmente el brazo izquierdo formando ángulo recto con el cuerpo. La otra persona que hace la prueba contigo da la orden de «oponer resistencia», y mientras tú intentas mantener tu brazo en la posición indicada, ella intenta empujar el brazo hacia abajo, ejerciendo la presión aproximadamente a la altura de la muñeca. Si el chakra está armonizado y equilibrado en su funcionamiento, el brazo extendido ofrece una clara e intensa resistencia; si, por el contrario, el chakra que se somete a la prueba está bloqueado, puede notarse con facilidad que el brazo no opone esta resistencia, y la persona que efectúa la prueba podrá empujarlo hacia abajo con muy poca fuerza (ver figura)


*  Körperbewußtsein («Conciencia corporal»), de Ken Dychtwald, Editorial Synthesis-Verlag, Essen, 1981.
**  Der Korper Iugt nicht («El cuerpo no miente»), del doctor John Diamond, Editorial Verlag fur angewandte Kinesiologie, Friburgo, 1983.


Prueba muscular kinesiológica.

            Mediante este método de prueba podemos recorrer los siete chakras, desde el chakra radical hasta el chakra coronal; lo que nos permite obtener una clara imagen del estado energético de los chakras, Cuando hay trastornos en el chakra, en la prueba el brazo reacciona siempre con debilidad. Posteriormente podemos repetir esta misma prueba para constatar la existencia de cambios. Con un sistema de chakras sin trastornos, la prueba del brazo debería dar las siete veces el resultado «fuerte»: es decir, el brazo empujado hacia abajo debe ofrecer resistencia sensible las siete veces. Puedes hacer una breve pausa entre las pruebas de los diferentes chakras para prevenir eventuales fenómenos de fatiga del brazo.
            Las mediciones efectuadas con un kinesiómetro especial han arrojado el resultado de que en una prueba semejante se resiste de aproximadamente una presión de 20 kilogramos, si el resultado de la prueba es «fuerte»; en caso contrario, el brazo dejará de ofrecer resistencia con aproximadamente 8 kilogramos de presión. Naturalmente, hay que tener en cuenta la constitución física individual de la persona sujeto de la prueba. No obstante, la diferencia entre «fuerte» y «débil» será percibida claramente tanto por la persona que efectúa la prueba como por el sujeto de la misma.
            Otra variante de esta prueba consiste en mantener presionados el pulgar contra el dedo índice de la mano derecha, y con la mano izquierda cubrir el chakra objeto de la prueba. Nuestro compañero en la prueba intentará, cuando se dé la orden pertinente, separar los dedos que mantenemos firmemente apretados uno contra otro. Si los dedos ofrecen una gran resistencia, el chakra sometido a la prueba se encuentra en buen estado- si, por el contrario, la resistencia es reducida, el chakra objeto de la prueba está trastornado y necesita terapia.
            Sin embargo, con mucha frecuencia hemos encontrado personas que efectúan esta prueba consigo mismas. Para hacerlo presionan el dedo índice contra el dedo pulgar de una mano, é intentan separarlos con el dedo pulgar y el dedo índice de la otra. Al hacerlo se concentran mentalmente en un chakra determinado. También aquí se muestra claramente mediante la sensación de «debilidad» o «fortaleza», qué chakra se encuentra trastornado. Si los dedos que se mantienen presionados uno contra otro pueden ser soltados por la otra mano («débil»), el chakra objeto de la prueba está trastornado. Si los dedos se mantienen firmemente unidos («fuerte»), el chakra está en buen estado. Es cierto que para estas pruebas quinesiológicas necesitamos un poco de práctica si queremos alcanzar resultados seguros. Sin embargo, este método funciona excelentemente, y nos sirve para reconocer bien en cuál de los chakras deberíamos trabajar para armonizarlo.
            5) Vamos a denominar «visión interna» a otra posibilidad de la que disponemos para enjuiciar nuestros chakras. Para muchas personas es la forma más sencilla y rápida de entrar en contacto con su sistema energético.
            Para ello nos adentramos durante algunos minutos en un estado meditativo de silencio e intentamos formarnos una idea del estado de cada uno de los chakras mediante nuestros «ojos interiores». Al hacerlo, recorremos sistemática y lentamente los chakras, desde abajo hasta arriba. Muchas personas pueden reconocer claramente el estado de sus chakras basándose en los cambios cromáticos. (Las correspondencias cromáticas respectivas las encontrarás en las descripciones de cada uno de los chakras de este libro. Cualquier desviación que se perciba debe entenderse como un síntoma). Otras personas tienden a ver formas. Si éste es tu caso, fíjate en si son redondas y presentan un equilibrio armónico, o si tienen invaginaciones o muestran otro tipo de variaciones. Y a su vez hay otras personas que reconocen el estado armónico o inarmónico de los chakras por su tamaño y poder de irradiación. Con frecuencia se percibe una combinación de estos diferentes elementos. Todas estas posibilidades y criterios de valoración se basan, sin embargo, en una cierta autoexperiencia, y necesitan ser entrenados a menudo, si queremos llegar a resultados inequívocos y claros.
            6) Cada vez son más las personas capaces de palpar con las manos la situación energética de los chakras. Para definir esto se utiliza con frecuencia el concepto de «clarividencia táctil». Se siente una cierta resistencia cuando se impacta con la envoltura energética de tu propio cuerpo etérico, en las que se asientan los chakras, o con la envoltura energética de otra persona. Esta resistencia se siente de forma similar a lo que ocurre al moverse dentro del agua. Es posible que puedas detectar ciertas rugosidades, agujeros o excrecencias. Podemos practicarla acercando lentamente las manos a nuestro propio cuerpo, al cuerpo de otra persona o incluso a animales y plantas, y tratando de percibir sensorialmente los cambios que se operan. También en este caso la experiencia nacida de la propia aplicación frecuente de la técnica es imprescindible para una adivinación clara. Seria recomendable un taller a este respecto.
            7) El camino más directo bien podríamos considerar que es «aurividencia», aun cuando solo un número relativamente pequeño de personas posea este don. Mediante esta facultad el «vidente» tiene acceso directo a las situaciones energéticas y procesos que se consuman en él mismo y en las demás personas. Es posible conocer y valorar tanto las referencias anímicopsíquicas como las intelectuales, o incluso las corporales. Si cuentas con la bendición de estas facultades mediales, es de gran importancia interpretar de forma correcta lo observado y para ello se necesita mucho entrenamiento, experiencia y don de observación. A este respecto también hay algo de bibliografía y seminarios adecuados.
            Si no estás completamente seguro de si dispones o no de estas facultades, puedes hacer las siguientes pruebas: siéntate en una estancia completamente a oscuras, por ejemplo, en un sótano, una sauna o incluso en un armario escobero, donde no penetre la más mínima luz. (Bodo hizo sus primeros intentos en un búnker antinuclear.) Permanece en él en silencio varios minutos. Como objetos para la prueba, al principio son suficientes algunas puntas de cristal de roca colocadas a cierta distancia o sostenidas en las manos. Si estás en condiciones de percibir ciertas radiaciones energéticas sutiles en las puntas de los cristales de roca, sobre todo cuando se mueven con movimiento de vaivén, es un indicativo de una tendencia a la clarividencia. No cedas a la primera, puesto que a veces esta facultad debe entrenarse algo. Ante todo, este ejercicio debe efectuarse totalmente libre de estrés. Si deseas detectar el cuerpo energético alrededor de una persona, debe preferirse un fondo predominantemente negro, ante el cual se sienta o permanezca de pie la persona sujeto de la prueba. Desde algunos metros de distancia mira en dirección a la persona, o mejor a través de ella, puesto que allí es donde se encuentra la corona energética, el aura. Los mejores resultados los obtendremos en un cierto estado meditativo. Tómate tu tiempo para ello. Presumiblemente, en este ejercicio detectarás primero el cuerpo etérico, que envuelve al cuerpo físico como una envoltura energética radiante. Con algo de práctica podrás distinguir también los colores y formas del cuerpo emocional. No esperes ninguna imagen cromática fija ni rígida, puesto que las energías no materiales están en continuo movimiento y tienen cualidades de brillo intenso predominantemente traslúcidas. Básicamente, puede decirse que los colores y formas armónicos en esta imagen energética permiten concluir la existencia de una persona armónica; las coloraciones poco nítidas y las formas poco definidas apuntan a ámbitos problemáticos de esa persona.
            Si quieres intentar detectar tu propia aura, puedes colocarte frente a un espejo de pared y efectuar los estudios correspondientes. A la mayoría de las personas les resulta más fácil lograrlo mirando primeramente la radiación energética de otra persona.
            Además, existen gafas especiales para auras, que tienen vidrios de color violeta oscuro con una envoltura que las hace herméticas y opacas alrededor. Estas gafas deben calificarse como medios auxiliares; no abren automáticamente a todos los usuarios el acceso a los planos no materiales, pero nos pueden ayudar realmente a ascender a ellos. Nosotros mismos hemos hecho muy buenas experiencias con ellas, sobre todo al aire libre.
            Cada vez hay más personas- que están en condiciones de juzgar y evaluar el cuerpo energético, y en particular el sistema de los chakras de otras personas, incluso a grandes distancias, de varios cientos o incluso miles de kilómetros. En general, esto se realiza a través de una foto del consultante, o también mediante el teléfono. A muchos puede que esta posibilidad le suene un tanto increíble, pero nosotros mismos la hemos experimentado con frecuencia y hemos podido observarla algunas veces.
            Si te causa problemas reconocer o comprender tales fenómenos extraordinarios, piensa todo lo que es posible hoy, por ejemplo, gracias a la radio y la televisión. También aquí las imágenes y los sonidos son enviados y captados invisiblemente a través del éter en forma de ondas. Casi todos nuestros desarrollos técnicos ya existían anteriormente como fenómenos naturales, al igual que la transmisión sin cables
            Y, como es natural, queda a tu libre albedrío el rechazar los métodos y posibilidades que estimes difíciles para ti, ya que anteriormente hemos mostrado toda una serie de posibilidades de análisis diferentes referidos a los chakras.
            8) Otro camino para detectar el funcionamiento de los chakras de otra persona es la capacidad medial de percibir en los chakras propios exactamente lo que nuestro consultante experimenta y siente. Para ello, el terapeuta primero entra en resonancia con el cuerpo energético del paciente. Conocemos algunos terapeutas que trabajan así y elaboran diagnósticos claros. Sin embargo, no pocos de ellos se sienten mal después de la consulta, padeciendo el mismo síntoma que el consultante. Opinamos que debería darse preferencia a otros procedimientos.
            9) En algunos textos tradicionales asiáticos se mencionan diferentes características de un fundamento dominante de chakras concretos. A este respecto es particularmente interesante el análisis de nuestros hábitos de sueño.
            Cuando una persona vive, sobre todo, a través de su primer chakra, en general tendrá unas necesidades de sueño bastante grandes, comprendidas entre 10 y 12 horas, y preferirá dormir boca abajo. Las personas que necesitan aproximadamente de 8 a 10 horas de sueño, y preferentemente duermen en posición fetal, viven predominantemente a través del segundo chakra Cuando la vida está configurada ante todo por el tercer chakra se duerme preferentemente boca arriba, y las necesidades naturales de sueño oscilan entre 7 y 8 horas. Un hombre cuyo cuarto chakra está ampliamente desarrollado yace habitualmente sobre el lado izquierdo, y necesita aproximadamente 5 o 6 horas de sueño por noche. Si el quinto chakra está abierto y es el que marca la pauta, sólo se duerme de 4 a 5 horas por noche, alternando entre la posición lateral derecha o izquierda. Cuando en una persona el sexto chakra está abierto, activo y es dominante, sólo pasará aproximadamente 4 horas entre el sueño y la vigilia. El sueño vigilante es un estado en el que la consciencia interior se mantiene mientras el cuerpo duerme. Esta forma de descanso es la que cabe esperar con un séptimo chakra abierto y dominante. El plenamente iluminado, por lo tanto, no duerme en el sentido habitual del término; en cualquier caso, si concede a su cuerpo una fase de reposo.
            De forma que, a través de estas características, estamos en condiciones de verificar el funcionamiento de nuestros chakras.
            Junto a las posibilidades que se han mostrado hay algunos otros medios de ayuda técnicos procedentes del sector paracientífico. Entre éstos, cabe mencionar el péndulo y la varita mágica, así como la fotografía Kirlian, a los que recurren algunos terapeutas para efectuar el análisis de los chakras. Entre las varitas mágicas, una de las más idóneas es la denominada péndulo de zahorí, que también se denomina «biotensor»*. Mediante este aparato puede conocerse con relativa facilidad el estado de los chakras, al igual que con un péndulo: un chakra estable se manifestará por los grandes círculos que produce en el péndulo o la varita, y un chakra alterado, por círculos menores o incluso porque el péndulo o la varita quedan en reposo. Naturalmente, aquí también es necesario practicar un poco para poder diferenciar claramente los resultados.

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            * Das groBe Biotensor Praxis-Buch («El gran libro de la práctica con el biotensor»), del profesor doctor Josef Oberbach, Editorial Verlag Deutsche Bioplasma Forschung, Munich, 1983.

            La fotografía Kirlian es un procedimiento técnico especial que permite obtener fotografías de las radiaciones energéticas, por ejemplo, de nuestro cuerpo, y representarlas en colores. Recientemente se ha desarrollado a partir de este método una posibilidad de diagnóstico realmente interesante. Actualmente despierta gran interés el diagnóstico de puntos terminales energéticos del curandero Peter Mandel**. Entretanto, un gran número de médicos y curanderos trabaja ya por medio de este método de diagnóstico bioenergético.
            En Japón se están utilizando ya sofisticados sistemas electrónicos para llegar a los diagnósticos correspondientes en el ámbito de lo no material. Pero dado que nosotros tenemos más confianza en nuestras propias posibilidades interiores, solo mencionamos de pasada estos medios auxiliares técnicos.
            A fin de cuentas, conque uno solo de los métodos aquí presentados para comprobar los chakras te sea de utilidad, puede ser más que suficiente. A menudo es mejor dominar correctamente una cosa que varias a medias. Así que te deseamos que puedas aplicar sensatamente estos conocimientos.

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            ** Energetische Tertninalpunktdiagnose («Diagnóstico energético de puntos terminales»), de Peter Mandel, Editorial Synthesis Verlag, Essen, 1984.

Sexualidad y chakras

LA sexualidad humana es una forma de manifestación y un espejo del acto perpetuo de la creación que se consuma ininterrumpidamente en todos los planos de la da en el universo. Cuando en el instante de la creación surgió la multiplicidad a partir de la unidad, el ser amorfo se dividió primeramente en dos formas fundamentales de energía: una masculina fertilizadora y una fuerza femenina engendradora. Ya hace algunos miles de años, los chinos dieron a estas fuerzas originales la denominación de yin y yang. Del juego de estas energías surge la creación. El yin femenino es fertilizado continuamente por la semilla masculina del yang y engendra la vida en sus formas infinitamente variadas.
            A nivel físico del hombre, este juego de fuerzas se manifiesta como sexualidad. Mediante ella, el hombre está unido en su totalidad con el perpetuo acto de la creación de la vida, y el éxtasis que puede experimentar en ella refleja la bendición de la creación.
            Las fuerzas del yin y el yang se manifiestan en todo el universo como polaridad. Para poder existir, todo tiene un polo opuesto. Cada uno de los polos sólo existe por el otro polo; si desaparece una polaridad, tampoco existe la otra. Esta regla fundamental puede aplicarse a todo. Por ejemplo, sólo podemos espirar si también inspiramos; si dejamos uno de ellos, también se nos priva de lo otro; lo interior condiciona lo exterior; el día condiciona la noche; la luz condiciona la sombra; el nacimiento, la muerte; la mujer, el hombre, etc., siendo en todos los casos ambas polaridades mutuamente intercambiables. Cada polo necesita complementarse con un opuesto.
            El yin y el yang simbolizan de forma muy intuitiva el movimiento rítmico de toda la vida. El yin representa una cara de la totalidad, la femenina, extensiva, intuitiva, pasiva e inconsciente; el yang la masculina, concentradora, intelectual, activa y consciente. Sin embargo, aquí no se incluye ninguna valoración en el sentido de «tener más valor que el otro».


            El equilibrio existente en el universo que nos rodea es el resultado de las relaciones entre las parejas contrarias. Como en este universo todo se encuentra en un perpetuo flujo de movimiento, tanto el yin como el yang están ya presentes en forma latente en el correspondiente polo opuesto. Esto se simboliza mediante el punto blanco dentro del yin oscuro, y por el punto oscuro dentro del yang blanco. Cada uno de ambos polos oculta en sí mismo en forma de semilla el polo opuesto, y sólo es una cuestión de tiempo cuándo una de las polaridades se transformará en la otra correspondiente. En algunos ámbitos, esta inversión se consuma en fracciones de segundo, como, por ejemplo, en el plano atómico. En el ser humano, este cambio de polaridad, de masculino a femenino, o viceversa, sólo es posible a través de diversas encarnaciones. El día y la noche necesitan en promedio doce horas para efectuar un cambio semejante, y la inspiración y espiración sólo unos segundos.





Inversión de las polaridades

            Todas las cosas vienen y van, se mueven y cambian debido al intercambio y a la interacción de estas dos fuerzas fundamentales del universo. Pero solo ambos ciclos dan como resultado la unidad completa.
            También el amor y la sexualidad obtienen su fundamento por esta ley regular. Dos polos pugnan por fusionarse en la unidad, se atraen al igual que se atraen mutuamente entre sí los diferentes polos de un imán. Si se produce una unión de las fuerzas contrarias, se intercambian entre sí. La mujer y el hombre tienen polarización contraria en todos sus rasgos fundamentales. Esta diferente polarización también existe en el plano energético. En dondequiera que el hombre presenta un polo positivo, la mujer está dotada con un polo negativo, y viceversa. Como ya se ha explicado en el capítulo de introducción, este fenómeno también se produce en el sentido de giro de los chakras (en la homosexualidad, por ejemplo, se presenta una polarización energética opuesta a la norma). Así, entre la mujer y el hombre existe una atracción y una complementación en todos los planos representados por los chakras, que pueden conducir a una fusión intima completa. Para alcanzarla, sin embargo, los chakras deben estar lo más libres posible de bloqueos. En la unión sexual, el flujo energético a lo largo del canal principal, del Sushumna, se excita e intensifica fuertemente. El flujo energético del segundo chakra aumenta enormemente y, cuando no existen bloqueos en el sistema de chakras, éste sobrante de energía carga todos los demás chakras. Aquí la energía sexual, que representa una forma determinada de prana, se transforma en las frecuencias de los chakras restantes. A partir de los chakras, y a través de los nadis, irradia en el cuerpo físico y hacia el cuerpo energético, y los llena de fuerza vital multiplicada. En el clímax de esta unión se produce una violenta descarga mutua de energía a través de los siete chakras y una fusión en todos los planos, representados por los chakras. Ambos miembros de la pareja se sienten vivificados hasta lo más profundo de su ser y al mismo tiempo totalmente relajados; sienten una unión íntima y un amor que va más allá de la voluntad personal de poseer. La relación de pareja se consuma sin depender ya de las cosas exteriores.
            Una unión sexual tan satisfactoria sólo puede vivirse en esta dimensión cuando los componentes de la pareja se entregan mutuamente por completo y se liberan de toda angustia que podría obstaculizar el libre flujo en el sistema energético. Basta con que un único chakra esté bloqueado en uno de los componentes de la pareja para que la unión no pueda experimentarse en toda su completitud. El chakra bloqueado provoca, además, una alteración del flujo energético del mismo chakra en el compañero.
            La mayoría de las personas sólo viven la sexualidad a través del segundo chakra. En el hombre, asimismo, la energía del chakra radical desempeña un papel dominante como fuerza instintiva física. Sin embargo, si la sexualidad queda limitada al chakra inferior, se convierte en una vivencia en general bastante unilateral, de la que ambos compañeros salen básicamente debilitados e insatisfechos, y tienen la tendencia a separarse rápidamente y seguir por su cuenta. Es como si, en un instrumento de cuerda, sólo se trastearan dos cuerdas, pero nunca se consiguiera sacar toda la gama de sonidos completa. Desde el punto de vista energético, en una práctica sexual limitada de esta forma se consume efectivamente mucha energía, puesto que se extraen energías de otros chakras y se transforman en energía sexual, para después irradiarla a través del segundo chakra. Las energías se ven imposibilitadas de tomar su camino natural hacia arriba e introducirse simultáneamente en los siete chakras para llenarlos con energía vital adicional.
            El camino más natural para disolver los bloqueos que impiden una unión sexual perfecta en todos los planos en un intercambio de energías del chakra del corazón. Cuando ambos compañeros de la pareja irradian el amor de su corazón libremente y sin miedos, se armoniza a ojos vistas su propio sistema energético, al igual que el de la otra persona. Los bloqueos provocados por la angustia se disuelven, y es posible un intercambio en los planos de los siete chakras.
            Aquí estriba la razón más profunda de por qué la unión sexual se experimenta como muy satisfactoria cuando, además de la atracción física, existe un sentimiento de profundo amor entre los compañeros de la pareja. Se activan las frecuencias superiores y la sexualidad se eleva más allá del estar juntos meramente corporal, hasta convertirse en una unión espiritual.
            Éste es el arte del tantra, enseñado y practicado desde hace milenios. Aquí se llega a una vivencia orgásmica ampliamente violenta que, en general, se considera posible. Una experiencia semejante nos lleva de hecho a zonas de otra dimensión de vivencia y sentimiento. Súbitamente somos conscientes de que las energías sexuales no están encerradas en nuestros genitales. Existen en cada una de nuestras células, al igual que el juego de las fuerzas femeninas y masculinas existe en todas las formas de manifestación de la creación. La unión perfecta con una pareja amada nos lleva a la experiencia de la unicidad interior con la vida que palpita en el universo. Y en el instante del orgasmo, cuando la dualidad se suprime por un momento, vivimos la unidad con el ser absoluto y amorfo, que constituye la base permanente y el objetivo de las polaridades.







El Juego de la vida, dualidad y unidad





PRIMER CHACRA


Chakra Muladhara, también denominado chakra radical, chakra basal o centro coxal.



El primer chakra se encuentra entre el ano y los genitales.
Está unido con el hueso coxal y se abre hacia abajo.





El primer chakra y sus correspondencias

            Color: Un primer chakra activo luce con color rojo fuego.
            Elemento correspondiente: Tierra.
            Función sensorial: Olfato.
            Símbolo: Loto de cuatro pétalos.
            Principio básico: Voluntad corporal para el ser (como polo opuesto a la voluntad espiritual de ser en el séptimo chakra).
            Correspondencias corporales: Todo- lo sólido, como columna vertebral, huesos, dientes y uñas; ano, recto, intestino grueso, próstata, sangre y estructura celular.
            Glándulas correspondientes: Glándulas suprarrenales
            Las glándulas suprarrenales producen adrenalina y noradrenalina, que tienen la misión de adaptar la circulación sanguínea a las necesidades concretas regulando la distribución sanguínea. De esta forma el cuerpo está preparado para la acción y puede reaccionar de inmediato a las exigencias planteadas. Además, las glándulas suprarrenales tienen una influencia predominante sobre el equilibrio térmico del cuerpo.

            Correspondencias astrológicas:
            Aries/Marte: Reinicio, energía vital original, fuerza para imponerse, agresividad.
            Tauro: Vinculación con la tierra, perduración, posesión, goce sensorial.
            Escorpio/Plutón: Vínculo inconsciente, fuerza sexual, transformación y renovación.
            Capricornio/Saturno: Estructura, resistencia.
            En el Ayurveda también se asigna al chakra radical el Sol, como dador original de la vida.

Misión y funcionamiento del primer chakra

            El chakra radical nos une con el mundo físico. Dirige las energías cósmicas en el plano corpóreo terrenal, mientras simultáneamente la energía de la tierra fluye a través suyo hacia dentro del sistema energético no material.
            Aquí tomamos contacto con el espíritu de la madre Tierra», experimentamos su fuerza elemental, su amor y su paciencia.
            Las necesidades fundamentales de la vida y la supervivencia, tanto individuales como globales, en este planeta caen dentro del ámbito de acción del primer chakra.
            Él «si» a la vida en la tierra, a la existencia física, y la disposición de actuar en armonía con la energía de la Tierra y aprender de ella son dones de un primer chakra abierto.
            Así el chakra radical está asignado al elemento tierra, su color es el rojo de la energía y la actividad, del núcleo más intimo de nuestro planeta. Nos da la seguridad terráquea y él «suelo seguro» bajo los pies, sobre el que podemos construir nuestra vida, y simultáneamente nos provee de la energía necesaria para la actividad creadora en el mundo. Además, nos proporciona la fuerza para imponernos y la constancia o perseverancia.
            La construcción de una existencia, el aseguramiento material y la «conservación de la propia especie» mediante la fundación de una familia también entran dentro del ámbito de acción del primer chakra, al igual que la sexualidad como función corporal y como medio para la procreación.
            El chakra radical forma el fundamento más importante de la vida y la fuente de la energía vital para los chakras superiores. Aquí estamos unidos con la reserva de energía inagotable de la energía Kundalini. En él arrancan también los tres canales principales, Sushumna, Ida y Pingala. A semejanza de nuestro corazón en el cuerpo físico, el chakra basal es el punto central de nuestro sistema de circulación de la energía no material. Además, es donde se asienta el subconsciente colectivo, a cuyo conocimiento memorizado tenemos acceso aquí. Debería estar compensado con el séptimo chakra, para mantener el equilibrio interior del hombre.

Funcionamiento armónico

            Cuando tu chakra radical está abierto y funciona armónicamente, experimentas una profunda y personal unión con la Tierra y sus criaturas, una fuerza vital no enturbiada, un estar basado en ti mismo y en la vida, la satisfacción, la estabilidad y la fortaleza interior. Te sientes inmerso en el ciclo natural de la vida, en la alternancia del reposo y la actividad, de la muerte y del nuevo nacimiento. Tus acciones son llevadas por el deseo de participar creativamente en la configuración de la vida en tu planeta madre, en consonancia con la fuerza generadora de la tierra, con la vida en la naturaleza. Te resulta fácil realizar tus objetivos en el mundo. Tu vida es llevada por una imperturbable confianza original. Vives la tierra como un lugar seguro en el que recibes todo cuanto necesitas: dedicación, alimento, seguridad y protección. Así te abres pleno de confianza a la vida en esta tierra y aceptas agradecido todo cuanto ella tiene dispuesto para ti.

Funcionamiento inarmónico

            Cuando existe una acentuación unilateral o disfunción del chakra radical, tu pensamiento y tu acción da vueltas predominantemente en torno a la posesión y la seguridad materiales, así como en torno a los estímulos y placeres sensoriales, como, por ejemplo: la buena comida, las bebidas alcohólicas, el sexo, etcétera. Todo cuanto ansías querrías asimilarlo sin pensar en las consecuencias. Al mismo tiempo puede resultarte difícil dar y recibir con franqueza. Tienes la tendencia a protegerte y delimitarte. Con no poca frecuencia el no poder desprenderse y el querer retener se manifiesta en el plano corporal en forma de estreñimiento y sobrepeso.
            Tu actuar está predominantemente dirigido a la satisfacción sólo de tus propias necesidades. Y soslayas, o pasas por alto inconscientemente, las necesidades que tienen los demás y tu propio cuerpo de una alimentación más sana y moderada, reposo suficiente y una forma de vida equilibrada y armónica.
            En el caso extremo, te aferras a determinadas ideas y ambiciones de las que no puedes desprenderte. Cuando tus fijaciones son desafiadas por las circunstancias o por otras personas, reaccionas excitándote y enojándote con facilidad. Y en situaciones extremas, también de forma iracunda y agresiva. La imposición violenta de los propios deseos e ideas cae asimismo dentro del ámbito de un chakra radical trastornado.
            La ira, el enojo y la violencia son en último término mecanismos de defensa que apuntan a una carencia de confianza original. Detrás está siempre la angustia de perder algo o incluso de no recibir algo, que te transmite seguridad y bienestar.
            La Tierra es para ti un lugar que debe ser dominado y explotado, para garantizar la supervivencia del hombre. Así, la rapiña que hoy día se ejerce con las fuerzas de la Tierra, y la destrucción de su equilibrio natural, son síntomas de una alteración del chakra radical en la mayoría de los hombres actuales.

Hipofunción

            Con un chakra radical bloqueado o cerrado, tu constitución corporal es bastante débil y posees poca capacidad de resistencia física y anímica. Muchas cosas de la vida te preocupan, y conoces demasiado bien los sentimientos de inseguridad. Posiblemente también tienes el sentimiento de no pisar tierra firme, te sientes como «elevado» o «no presente». No te resulta fácil arreglártelas con los desafíos de la vida, y careces con frecuencia de capacidad para imponerte, así como de estabilidad. De modo que con frecuencia la vida sobre esta Tierra te parece como una carga y no como una alegría. Casi siempre añoras una vida que sea más fácil, más agradable y menos exigente.
            En caso de que hayas desarrollado unilateralmente tus chakras superiores, una hipofunción del chakra radical puede transmitirte el sentimiento de no pertenecer muy bien a esta Tierra. Dado que sólo difícilmente puedes captar la energía vital elemental de la tierra a través de tu chakra radical, se produce (en ocasiones en combinación con bloqueos del chakra sacro y del chakra del plexo solar) en algunos casos una magrosis (anorexia), una reacción de huida. Sin embargo seguirás viéndote enfrentado con los problemas de la «vida terrenal» hasta que hayas aprendido a aceptarlos como hitos de una evolución integral.

Posibilidades de purificación y activación
del primer chakra

Experiencia natural

            La contemplación de un sol naciente o poniente de color rojo sangre y de una aurora o un crepúsculo resplandecientes vivifica y armoniza el chakra radical y desata las estructuras constreñidas que entran dentro de su campo de acción.
            Para comunicarnos con la energía tranquilizadora, estabilizadora y edificante de nuestro planeta a través del primer chakra, siéntate en la posición del loto, o del sastre; sobre la tierra desnuda y respira conscientemente su olor.
            Si puedes combinar entre sí ambas experiencias de la naturaleza, se producirá un efecto integral óptimo sobre el chakra radical.

Terapia por el sonido

            Forma musical: La música con ritmos monótonos y fuertemente acentuados es idónea para activar el chakra radical. La música arcaica de muchos pueblos primitivos es la que mejor expresa esta forma de música. Igualmente, sus danzas también aspiran a establecer la unión con la naturaleza, con sus fuerzas y sus criaturas.
            Para armonizar el chakra radical, puedes utilizar los sonidos de la naturaleza. En caso de que no tengas a tu disposición el «sonido original», actualmente estos sonidos están grabados en multitud de cintas magnetofónicas y discos.
            Vocal: El chakra radical tiene asignada la vocal «u». Se canta con el tono de do profundo de la escala musical. El sonido «u» desencadena un movimiento dirigido hacia abajo, en dirección a tus raíces. Te conduce a las profundidades del subconsciente y activa las energías terráqueas originales del primer chakra.

            Mantra: LAM.

Cromoterapia

            El primer chakra es activado por un rojo transparente y brillante. El color rojo calienta y vivifica, proporciona vitalidad, dinamismo y valor. Cuando el rojo está mezclado con un poco de azul, te ayuda a penetrar los instintos vitales con fuerza intelectual.

Gemoterapia

            Ágata: La ágata proporciona seriedad, resistencia y equilibrio. Ayuda a disolver emociones negativas y protege al ser interior. Despierta la valoración del propio cuerpo y actúa de forma constructiva sobre los órganos de la reproducción. Los discos de ágata con una inclusión cristalina introducen en ti una vida creciente (ya sea un niño físico o espiritual), seguridad y protección. Proporcionan confianza y facilita los partos.
            Hematites: La hematites da resistencia y fuerza, tiene un efecto potenciador y edificante sobre el cuerpo y moviliza fuerzas ocultas. Por lo tanto, ayuda en estados de debilidad y supone un apoyo para la sanación después de una enfermedad. Además, favorece una formación sana de sangre y células.
            Jaspe sanguíneo: El jaspe sanguíneo, de colores verde y rojo, te une con la fuerza elemental y el amor paciente de la «madre Tierra». Te enseña el carácter no utilitario y la modestia, fortalece la sangre, aporta vitalidad y estabilidad, resistencia y paciencia. Purifica y transforma el cuerpo físico, y transmite el sentimiento de seguridad en el ciclo natural de la vida, del que pueden crearse energía y reposo.
            Gránate: El gránate aporta energía activa, intensidad de la voluntad, autoconfianza y éxito. Abre la vista para lo oculto hasta llegar a la clarividencia. Estimula la sexualidad y contribuye a modificarla en una fuerza transformadora y constructiva. A nivel corporal, colabora en las enfermedades de los órganos sexuales y estimula la circulación sanguínea.
            Coral rojo: El coral rojo proporciona energía vital fluida y fuerza. Tiene un efecto estimulante y vivificador y favorece la hematopoyesis. Da estabilidad, y al mismo tiempo favorece la  flexibilidad, de forma que puedes tener seguridad en ti mismo mientras simultáneamente sigues el curso de la vida.
            Rubí: El rubí transmite una energía vivificadora, cálida y creativa que lleva a la clarificación y la transformación. Establece un vínculo armónico entre el amor corporal y espiritual, entre la sexualidad y la espiritualidad, a través de lo cual se abren nuevas formas vivenciales.

Aromaterapia

            Cedro: El aroma áspero del aceite de cedro te une con las fuerzas terráqueas y las esencias de la naturaleza. Ayuda a hacer acopio de energía, transmite tranquilidad y la sensación de seguridad en el seno de la madre Tierra.
            Clavo de especia: El olor de clavo de especia ayuda a disolver las energías estancadas en el chakra radical. Favorece la disposición para liberar estructuras que constriñen, surgidas de la necesidad de delimitación y seguridad, y a estar abierto para nuevas y frescas energías. De esta forma, aporta transformación y renovación si dejas que entre en ti el mensaje de sus vibraciones.

Formas de yoga que actúan primariamente
sobre el primer chakra

            Hatha Yoga: Desarrollo de la conciencia a través de la purificación y estimulación de la base corporal mediante determinados ejercicios y posturas físicas unidos a ejercicios respiratorios.
Kundalini Yoga: Despertar de la denominada energía de la serpiente, que discurre desde el hueso coxal paralelamente a la columna vertebral y que, en su ascenso, activa y vivifica todos los demás chakras. Para ello existen diferentes ejercicios físicos y espirituales.



SEGUNDO CHAKRA




Chakra Svadhistana, también denominado
chakra sacro o centro sacro.





El segundo chakra se encuentra encima de los genitales. Está ligado al hueso sacro (lat.: os sacrum) y se abre hacia delante.



El segundo chakra y sus correspondencias

            Color: Naranja.
            Elemento correspondiente: Agua.
            Función sensorial: Gusto.
            Símbolo: Loto de seis pétalos.
            Principio básico: Propagación creativa del ser.
            Correspondencias corporales: Cavidad pélvica, órganos reproductores, riñones, vejiga; todos los humores; como: sangre, linfa, jugos digestivos, esperma.
            Glándulas correspondientes: Órganos sexuales: ovarios, próstata, testículos. La función de los órganos sexuales es la formación de las características sexuales masculinas y femeninas y la regulación del ciclo femenino.
            Correspondencias astrológicas:
            Cáncer/Luna: Riqueza de sentimientos, sensibilidad, fertilidad
            Libra/Venus: Dedicación al tú, relaciones de pareja, sensorialidad, sensibilidad artística.
            Escorpio/Plutón: Ambición sensorial, transformación de la personalidad mediante la superación del yo en la unión sexual.
            Observación: En algunos escritos se indica el chakra del bazo como segundo chakra. Sin embargo, tal chakra es un importante centro secundario que coincide en su funcionamiento con el tercer chakra. Esta desviación del sistema original tiene su inicio en la negación de la sexualidad en algunas escuelas esotéricas. Posteriormente se produjo a veces una mezcla de los sistemas, de tal forma que hoy el ámbito de la sexualidad con frecuencia es asignado unas veces al chakra del bazo y otras al centro radical

Misión y funcionamiento del segundo chakra

            El segundo chakra es el centro de las emociones originales no filtradas, de las energías sexuales y de las fuerzas creativas. Está asignado al elemento agua, del que ha surgido toda la vida biológica y que en la astrología se corresponde con el ámbito de los sentimientos.
            El agua fertiliza y hace surgir continuamente nueva vida en la creación. A través del chakra sacro participamos en las energías fertilizadoras y concebidoras que atraviesan toda la naturaleza. Nos experimentamos como parte de un perenne proceso creador que se manifiesta en nosotros y, a través de nosotros, en forma de sentimientos y acciones creadores.
            El chakra sacro se considera con frecuencia como la posición sedente auténtica de Shakti, el aspecto «femenino» de Dios en forma de fuerza creadora. Su campo de acción incluye en el varón los órganos de la procreación, que llevan dentro de sí el impulso para la creación de nueva vida. En la mujer encontramos aquí aquellas áreas en las que ella recibe el impulso creador y hace surgir nueva vida, y el lugar donde el nuevo ser incipiente está protegido, alimentado, y donde se le proporciona todo cuanto necesita para prosperar.
            Pero el elemento agua también purifica y depura. Disuelve y arrastra cuanto está agarrotado y se opone a su fluir vivo. Esto se manifiesta, dentro del ámbito corporal, por la actividad desintoxicadora y excretora de los riñones y la vejiga. En el plano anímico lo vivimos mediante la liberación y el dejar fluir los sentimientos, por lo cual quedamos dispuestos para experimentar la vida siempre de forma original y nueva.
            Nuestras relaciones interpersonales, en particular las relativas al sexo contrario, están marcadas decisivamente por el funcionamiento del segundo chakra. Las múltiples variedades de juego erótico también pertenecen a su campo de acción al igual que el abandono del ego limitado y la vivencia de una mayor unidad mediante la unión sexual.

Funcionamiento armónico

            Al fluir naturalmente con la vida y los sentimientos se muestra el funcionamiento armónico de un chakra sacro abierto. Estarás abierto y serás natural para con los demás, y en especial para el sexo contrario. La unión sexual con una persona amada es para ti una posibilidad de entrar con tus vibraciones en la danza de las energías masculinas y femeninas de la creación, para experimentar así una unidad superior con toda la naturaleza y crecer hacia una integralidad interior.
            Sientes que el flujo de la vida también fluye en la creación a través de tu cuerpo, tu alma y tu espíritu. Así, participas en la honda alegría de la creación, y la vida te colma siempre de asombro y entusiasmo. Tus sentimientos son originales, tus acciones creativas. Ambos fructifican tu propia vida, así como la vida de los demás.

Funcionamiento inarmónico

            Una disfunción del chakra sacro tiene frecuentemente su origen en la pubertad. Las fuerzas sexuales en crecimiento provocan una inseguridad, puesto que los padres y educadores raramente están en condiciones de proporcionar un manejo correcto de estas energías. A menudo, en la más tierna infancia también han faltado delicadeza y cercanía corporal. Esto puede producir ahora una negación y un rechazo de la sexualidad, por lo que la expresión desinhibida pierde su potencial creativo y las energías se manifiestan de forma inadecuada. Esto ocurre con frecuencia en forma de fantasías sexuales o de instintividad reprimida, que se abren paso de cuando en cuando. Otra posible repercusión consiste en que utilices la sexualidad como una droga. Tampoco aquí se detectará tu potencial creativo y éste se desviará. En ambos casos se presentan inseguridad y tensiones frente al otro sexo. La percepción sensorial es relativamente grosera y tienes la tendencia a anteponer la satisfacción de las propias necesidades sexuales.
            Tal vez simplemente vivas en una continua añoranza de una relación sexual satisfactoria, sin darte cuenta que la causa de que no se realice este deseo radica en ti mismo.
            Con la pérdida de la ingenuidad y la inocencia en el trato con las energías sexuales pierdes también la franqueza para expresar o manifestar estas energías en la creación, para el juego de fuerzas del yin y el yang y, por tanto, para el asombro infantil por el milagro de la vida.

Hipofunción

            La función carencial del chakra sacro surge en la mayoría de los casos desde la propia niñez. Probablemente, tus padres ya reprimieron su propia sensualidad y sexualidad, y a ti te faltó estimulación sensorial, contactos, caricias y ternura. La consecuencia fue que tú retraiste totalmente tus antenas en este ámbito.
            Después, en la pubertad bloqueaste completamente las energías sexuales que pugnaban por salir. Mediante tu represión «coronada por el éxito» se llega a una falta de sentido de la autoestima, a un entumecimiento de las emociones y a la frialdad de sentimientos sexuales. La vida te parece triste e indigna de ser vivida.

Posibilidades de purificación y activación del segundo chakra

Experiencia natural

            La luz de la Luna y la contemplación o el contacto con agua transparente en la naturaleza activan el segundo chakra.
            La Luna, en particular la Luna llena, estimula tus sentimientos y te hace receptivo para los mensajes de tu alma, que quieren transmitirse a ti en imágenes de la fantasía y en sueños.
            La contemplación calmada de un curso de agua natural y transparente, un baño en esas aguas o unos pequeños sorbos de una fuente de agua fresca te ayudan a purificar el alma y a aclararla y liberarla de los bloqueos y estancamientos emocionales, para que la vida pueda fluir en ti más libremente.
            Si puedes unir mutuamente entre sí la contemplación de la luna y el contacto con el agua, tendrás un efecto óptimo sobre el segundo chakra.

Terapia por el sonido

            Forma musical: Para activar el segundo chakra es adecuado cualquier tipo de música apropiada, que despierte la alegría despreocupada de vivir. También los ritmos fluidos y los bailes populares y en pareja entran en esta terapia. Por otra parte, cualquier música que haga aflorar tus emociones.
            Para tranquilizar y armonizar el chakra sacro puedes escuchar el canto de los pájaros, el murmullo del agua que fluye en la naturaleza, o el sonido cantarín de una pequeña fuente de interior.
            Vocal: El chakra radical se activa mediante una «o» cerrada, igual que la primera «o» de la palabra «sofort». Se canta en la clave de re de la escala. La vocal «o» desencadena un movimiento circular. En su forma cerrada, que se aproxima hacia el sonido «u», despierta la hondura de sentimientos y te conduce a la totalidad circular, en la que el yin y el yang, la energía femenina y masculina, alcanzan la unidad por la armonía fluida de las fuerzas.
            En nuestro lenguaje, la exclamación «¡oh!» expresa una admiración cargada de sentimiento. De igual forma, la capacidad de sorprendernos por los milagros de la creación se vivifican por el sonido «o».
            Mantra: VAM

Cromoterapia

            Un color naranja claro activa el segundo chakra. El color naranja transmite una energía vivificadora y renovadora y libera de patrones emocionales entumecidos. Favorece el sentido de autoestima y despierta la alegría por el placer sensorial. En el Ayurveda se dice que el naranja es el color interior del agua.

Gemoterapia

            Cornalina: La cornalina te une con la belleza y la fuerza creadora de esta tierra. Te ayuda a vivir y favorece la concentración. Devuelve el asombro por los milagros de la creación, hace que la vida vuelva a fluir y activa la capacidad de expresión creativa.
            Piedra lunar: La piedra lunar te abre para tu riqueza de sentimientos interior. Te une con tu lado esencial sensible, receptivo y soñador, y te ayuda a aceptarlo y a integrarlo en tu personalidad. Absorbe el miedo a los sentimientos y tiene un efecto armonizador sobre el equilibrio emocional.
            En el plano corporal apoya la purificación de las vías linfáticas bloqueadas, y en las mujeres se encarga de mantener un equilibrio hormonal adecuado.

Aromaterapia

            Ylang-ylang: Este refinado aceite que se extrae de las flores del árbol ylang-ylang es uno de los afrodisiacos más conocidos. Tiene un efecto relajador y al mismo tiempo te abre a sensaciones sensoriales más sutiles. Su dulce aroma transmite un sentimiento de seguridad, desde el que volverás a confiarte al flujo de tus sentimientos. Las emociones estancadas o excitadas se arrastran y disuelven.
            Sándalo: El aceite de madera de sándalo se ha utilizado con frecuencia en Oriente para aumentar las energías sexuales y elevar la unión con una pareja amada hasta el plano de una experiencia espiritual. Además, estimula la fantasía y despierta la alegría por la acción creadora. Las vibraciones de la madera de sándalo producen la integración de energías espirituales en todos los planos de nuestro pensamiento, sentir y actuar.

Forma de yoga que actúa primariamente sobre el segundo chakra

Yoga tántrico: En el tantra toda la naturaleza se considera como un juego de las fuerzas femeninas y masculinas, de Shakti y Shiva, que en una perpetua danza creativa generan el mundo de las apariencias o fenómenos.
            Mediante la apertura de todos los sentidos, mediante el «si» completo a la vida, y mediante la sutilización y elevación de la vivencia sexual, en el tantra se aspira a una unión con esta «sexualidad cósmica».


TERCER CHAKRA




Chakra Manipura, o chakra del plexo solar, también llamado centro umbilical.
Igualmente encontramos las denominaciones de chakra del bazo, chakra del estómago y chakra del hígado.



El tercer chakra se encuentra aproximadamente dos dedos por encima del ombligo. Se abre hacia delante.

El tercer chakra y sus correspondencias

            Color: De amarillo a dorado.
            Elemento correspondiente: Fuego.
            Función sensorial: Vista.
            Símbolo: Loto de diez pétalos.
            Principio básico: Configuración del ser.
            Correspondencias corporales: Parte inferior de la espalda, cavidad abdominal, sistema digestivo, estómago, hígado, bazo, vesícula biliar; sistema nervioso vegetativo.
            Glándula correspondiente: Páncreas (hígado).
            El páncreas desempeña un papel decisivo en el procesamiento y digestión del alimento. Produce la hormona insulina, que es importante para el equilibrio del azúcar en sangre y para el metabolismo de los hidratos de carbono. Las enzimas segregadas por el páncreas son importantes para el metabolismo de las grasas y las proteínas.

            Correspondencias astrológicas:

            Leo/Sol: Calor, fuerza, plenitud, aspiración al reconocimiento, poder y posición social.
            Sagitario/Júpiter: Afirmación de las experiencias vitales, crecimiento y ampliación, síntesis, sabiduría, integralidad.
            Virgo/Mercurio: Subdivisión, análisis, adaptación, servicio desinteresado o altruista.
            Marte: Energía, actividad, disposición para la acción, imposición de la propia personalidad.

Misión y funcionamiento del tercer chakra

            El tercer chakra encuentra diferentes denominaciones. También se dan diferentes indicaciones sobre dónde se asienta (ver también pág. 28). Se trata de un chakra principal y varios chakras secundarios que, sin embargo, entrelazan tan estrechamente su funcionamiento que todos ellos pueden considerarse conjuntamente como un chakra principal.
            Así, al tercer chakra le corresponde un complejo ámbito de funciones. Está asignado al elemento fuego; el fuego significa luz, calor, energía y actividad; y en el plano espiritual, también purificación.
            El chakra del plexo solar representa nuestro Sol, nuestro centro de energías. Aquí absorbemos la energía del Sol, que entre otras funciones tiene la de alimentar nuestro cuerpo etérico, nutriendo también de vitalidad al cuerpo físico y sosteniéndolo. En el tercer chakra entramos en una relación activa con las cosas del mundo y con las demás personas. Es la zona desde la que fluye hacia fuera nuestra energía emocional. Nuestras relaciones interpersonales, simpatías y antipatías, y la capacidad de establecer vínculos emocionales duraderos, son ampliamente gobernados desde este centro.
            Para el hombre ordinario el chakra tercero es el asiento de la personalidad. Es el lugar en el que encuentra su identificación social y trata de confirmarse a sí mismo mediante la fuerza personal, la voluntad de rendimiento y la aspiración de poder, o mediante la adaptación a las normas sociales.
            Una importante función del tercer chakra consiste en purificar los instintos y deseos de los chakras inferiores, en dirigir y utilizar conscientemente su energía creativa, así como en manifestar en el mundo material la plenitud espiritual de los chakras superiores, y alcanzar en todos los planos un grado de consumación máximo en la vida.
            Se encuentra en unión directa con el cuerpo astral, también denominado cuerpo del deseo o de la ambición, y que es el portador de nuestras emociones. Los impulsos vitales, los deseos y sentimientos de los chakras inferiores se descifran aquí, «se digieren», transformándose en una energía superior antes de ser utilizados conjuntamente con las energías de los chakras superiores para la configuración consciente de nuestra vida.
            Podemos encontrar un principio correspondiente en el plano físico en la zona del hígado. En conjunción con el sistema digestivo, el hígado tiene la función de analizar el alimento ingerido, separar lo inútil de lo provechoso, y transformar lo útil en sustancias aprovechables, transportándolas a los lugares adecuados del cuerpo.
            La afirmación y la integración consciente de los sentimientos y deseos y de nuestras experiencias vitales conduce a la distensión y apertura del tercer chakra, con lo cual la luz crece continuamente en nosotros y nuestra vida y nuestro mundo se iluminan cada vez más.
            Nuestro estado de ánimo general depende muy intensamente de cuánta luz dejemos entrar en nosotros. Nos sentimos iluminados, alegres y satisfechos interiormente cuando el tercer chakra está abierto; por el contrario, nuestro estado de ánimo es desequilibrado y sombrío cuando está bloqueado o trastornado. Esta sensación la proyectamos continuamente hacia el mundo exterior, de forma que toda la vida nos puede parecer iluminada u oscura. La cantidad de luz dentro de nosotros determina la claridad de nuestra visión y la cualidad de aquello que contemplamos.
            La creciente integración y totalidad interior hacen que la luz amarilla de la comprensión intelectual se transforme paulatinamente en el tercer chakra en la luz dorada de la sabiduría y la plenitud.
            Con el chakra del plexo solar también percibimos directamente las vibraciones de otras personas, y entonces reaccionamos consecuentemente a la cualidad de dichas vibraciones. Cuando nos enfrentamos a vibraciones negativas, aquí experimentamos a menudo un peligro inminente. Lo reconocemos porque el tercer chakra se contrae involuntariamente, como un mecanismo de protección provisional. Sin embargo, se convierte en superfluo cuando la luz dentro de nosotros es tan grande que irradia intensamente hacia fuera y rodea nuestro cuerpo como con una envoltura protectora.

Funcionamiento armónico

            Cuando el tercer chakra está abierto y funciona armónicamente se transmite un sentimiento de paz, de armonía interna contigo mismo, con la vida y tu posición ante ella. Puedes aceptarte con todo tu ser y estás en condiciones de respetar igualmente los sentimientos y peculiaridades de otras personas.
            Posees la capacidad natural de aceptar sentimientos, deseos y experiencias vitales, de reconocer su función para tu evolución, de verlas «bajo la luz correcta» y de integrarlas en tu personalidad de tal forma que te conducen a la totalidad.
            Tu actuar entra espontáneamente en consonancia con las leyes naturales que son eficaces en todo el universo y en el propio hombre. Como fomenta la evolución, contribuye a abrir para ti y tus congéneres la riqueza y plenitud, tanto interiores como exteriores. Estás lleno de luz y lleno de fuerza. La claridad que hay en ti rodea también a tu cuerpo: así te protege de las vibraciones negativas e irradia en todo el entorno tuyo.
            En combinación con un chakra frontal y coronal abiertos, detectas que todo lo visible está compuesto por diferentes vibraciones de la luz. Tus deseos se cumplen espontáneamente, puesto que estás tan estrechamente unido con la fuerza luminosa de todas las cosas que atraes como un imán lo deseado.
            Así realizas en tu vida el conocimiento de que la plenitud es tu derecho adquirido en el nacimiento y tu herencia divina.

Funcionamiento inarmónico

            Cuando el tercer chakra tiene un marcado acento unilateral y una disfunción, te gustaría influir en todo según tu sentido, controlar tanto tu mundo interior como tu mundo exterior, ejercer poder y conquistar. Pero te encuentras impulsado por una intranquilidad e insatisfacción interiores. Probablemente en tu infancia y juventud hayas experimentado poco reconocimiento. No has poseído ningún verdadero sentido de autoestima, y ahora buscas en la vida exterior esa confirmación y satisfacción que siempre te han faltado interiormente. Para ello desarrollas un enorme impulso de actividad, con el que tratas de cubrir el corrosivo sentimiento de insuficiencia. Te falta serenidad interior, y te resulta difícil liberarte y distenderte.

            Dado que te crees predominantemente destinado a conseguir reconocimiento y riqueza externa, posiblemente tendrás éxito.
            La postura de que todo es factible conduce a que se controlen y repriman los sentimientos «viciosos» e indeseados. Consecuentemente, tus emociones se estancarán. Sin embargo, de tiempo en tiempo romperán ese muro movidas por el rechazo y el control y te inundarán sin que estés en condiciones de dirigirlas adecuadamente. Además, te exasperas fácilmente, y en tu excitabilidad se manifiesta una gran cantidad de ese enojo que te has ido tragando a lo largo del tiempo sin procesarlo.
            Finalmente, debes constatar que la mera aspiración a la riqueza y el reconocimiento exteriores no pueden darte ninguna satisfacción duradera.

Hipofunción

            Cuando existe un funcionamiento deficiente del tercer chakra te sientes con frecuencia derrotado y sin ánimo. Ves por todas partes obstáculos que se oponen al cumplimiento de tus deseos.
            El libre desarrollo de tu personalidad probablemente estuvo fuertemente obstaculizado desde niño. Por miedo a perder el reconocimiento de tus padres o educadores, has retraído casi completamente la manifestación de tus sentimientos y te has tragado muchas cosas que no eras capaz de digerir. Así se han formado «escorias emocionales» que mitigan la energía fogosa del chakra del plexo solar y quitan la fuerza y espontaneidad a tus deseos y acciones.
            Incluso hoy tratas de ganar reconocimiento mediante la adaptación, lo que conduce a un rechazo y a una integración deficiente de los deseos y emociones vitales. En situaciones difíciles te invade una lánguida sensación en el estómago o te pones tan nervioso que tus acciones son volubles y descoordinadas.
            Lo que más te gustaría es cerrarte a nuevos desafíos. Las experiencias desacostumbradas te producen angustia, y no te crees realmente a la altura de lo que se entiende por una lucha vital.

Posibilidades de purificación y activación
 del tercer chakra

Experiencia natural

            La luz dorada del sol se corresponde con la luz, el calor y la fuerza del chakra del plexo solar. Si te abres conscientemente a su influjo, se activarán en ti estas cualidades.
            La observación de un campo de colza o de cereal maduro y resplandeciente por el sol te transmite además la vivencia de la plenitud manifestada como resonancia provocada por el calor y la fuerza luminosa del sol.
            En el centro del girasol, en la unidad del circulo en movimiento, encuentras el patrón espiral móvil, y en los pétalos la luz dorada que irradia hacia el exterior. Al imbuirte en él. patrón de este mandala natural experimentas que en la vivencia interior de la unidad existen un movimiento y una actividad plenas de sentido, ordenadas y al mismo tiempo danzarinas, que irradian hacia el exterior con energía, alegría y al mismo tiempo con suavidad y absoluta belleza.

Terapia por el sonido

            Forma musical: El tercer chakra se activa mediante los ritmos ardientes. La música orquestal, con su armónica conjunción de gran cantidad de sonidos, puede utilizarse para armonizar el chakra del plexo solar. En caso de hiperactividad, para tranquilizarlo es adecuada cualquier música relajante que te conduzca a tu centro.
            Vocal: El chakra del plexo solar tiene asignada una «o» abierta, como la segunda «o» de la palabra «sofort». Se canta la clave de mi de la escala musical. También aquí la «o» provoca un movimiento circular que se dirige hacia fuera a través de la abertura de la O». Favorece la configuración exterior del ser a partir de una totalidad interior. La «o» abierta se aproxima a la «a» del chakra del corazón. Proporciona amplitud, plenitud y alegría en la manifestación.
            Mantra: RAM

Cromoterapia

            Un amarillo claro y soleado activa e intensifica el funcionamiento del tercer chakra. El amarillo acelera la actividad nerviosa y el pensamiento, y favorece el contacto y el intercambio con los demás. Contrarresta un sentimiento de fatiga interior, da jovialidad y serena soltura. Cuando te encuentras en un estado pasivo o de ensoñación, un amarillo claro te ayudará a introducirte activamente en la vida. Además, favorece la digestión física y la «digestión psíquica».
            El matiz cromático del amarillo dorado tiene un efecto clarificador y sedante ante los problemas y enfermedades psíquicos. Potencia las actividades intelectuales y favorece esa forma de sabiduría que sólo nace de la experiencia.

Gemoterapia

            Ojo de tigre: El ojo de tigre favorece la capacidad visual tanto exterior como interior. Agudiza el entendimiento y contribuye a reconocer los propios errores y a actuar en consecuencia.
            Ámbar: El ámbar proporciona calor y confianza. Su fuerza solar te conduce por tu camino hacia una mayor alegría y una luz más clara. Te transmite intuición y te indica cómo puedes realizarte en la vida. De esta forma, el ámbar te echa una afortunada mano en las diversas empresas que emprendes.
            En el plano corporal purifica y depura el organismo, tiene un efecto equilibrador sobre el sistema digestivo y hormonal y purifica y potencia el hígado.
            Topacio: El topacio de color amarillo dorado te llena abundantemente de la energía fluyente y de la luz cálida del sol. Aporta mayor conciencia, vigilia y claridad, alegría y vivacidad. Además, elimina los sentimientos que suponen un lastre y los pensamientos turbios: una ayuda para las angustias y depresiones.
            Fortalece y estimula todo el cuerpo y favorece la digestión espiritual y corporal.
            Citrino: El citrino transmite bienestar, calor y vivacidad, seguridad y confianza. Te ayuda a procesar las experiencias vitales y a integrarlas en la personalidad, así como a aplicar las percepciones intuitivas en la vida diaria. Aporta plenitud, tanto interior como exterior, y te presta apoyo para la realización de tus objetivos.
            En el ámbito físico favorece la excreción o eliminación de toxinas y ayuda en los trastornos digestivos y en la diabetes. Además, activa la sangre y potencia la actividad nerviosa.

Aromaterapia

            Lavanda: La esencia de lavanda tiene un efecto sedante y relajante sobre un tercer chakra hiperactivo. Sus suaves y cálidas vibraciones ayudan en la disolución y el procesamiento de las emociones estancadas.
            Romero: La esencia de romero, aromática y áspera, es particularmente adecuada en caso de hipofunción del chakra del plexo solar. Tiene un efecto vivificante y estimulante, ayuda a superar la pereza y fomenta la disposición para la acción.
            Bergamota: Las vibraciones del aceite que se extrae de los frutos del árbol de la bergamota encierran mucha luz. Su fresco y alimonado aroma potencia nuestras energías vitales. Nos aporta confianza en nosotros mismos y autoseguridad.

Forma de yoga que actúa primariamente sobre el tercer chakra.

            Yoga kármico: En el yoga kármico se aspira al altruismo en la acción, sin pensar en los frutos y resultados personales de las acciones. De esta forma el yogui kármico se abre a la voluntad divina y hace concordar su actuación con las fuerzas naturales de la evolución, que reflejan la voluntad de Dios de creación.

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