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EN LOS LIMITES DE LA REALIDAD

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lunes, 29 de noviembre de 2010

Mi Querida Muerte

Mi Querida Muerte

Hoy he visto a la muerte y me ha dicho que pronto nos reuniremos. Que está deseando tenerme a su lado, que se siente muy sola yendo de un lado a otro llevándose almas que, al fin y al cabo, no son para ella.
Pero conmigo es distinto, quiere que le siga en sus viajes, que sea su discípula en la eternidad. Que sea su compañera, amiga e hija, y que aprenda todo lo que pueda para algún día ocupar su lugar.
No es fea y fría como piensan algunos, se nota que no la han conocido. Todo lo contrario, es cálida y dulce como el buen vino, lo único frío en ella es su mirada, como de hielo, pero incluso el hielo llega a quemar cuando lo tocas sin guantes.
Es la más bella que he visto nunca, tiene una belleza sepulcral, pero belleza al fin y al cabo.
Al conocerla se ha despertado en mi un gran interrogante,¿por qué le tienen miedo? No lo entiendo, desde que la he visto sólo pienso en el momento de reunirnos y unirme a ella en ese cálido abrazo que me dará la eternidad.
Gracias a ella seguiré siendo joven por siempre, igual de bella por siglos. Qué tiene eso de malo? Es lo mejor que podría pasarme en estos momentos de eterna angustia que llevo sufriendo desde hace años. Por fin se acabará la tristeza sin explicación, la angustia absurda presente todo el día, a todas horas.
Y cuando hayan pasado las décadas, los siglos, los milenios, yo seguiré aquí, sabiendo todo de todo , de todos. Habré visto cómo la humanidad se ha destruido a sí misma, como hace con las demás cosas. Toda la tierra será un país tercermundista sumido en la miseria y el caos. Para entonces ella morirá en mis manos y yo ocuparé su lugar, crearé mi propio reino, no dejaré que las almas vayan a una u otra dirección, sólo se quedarán conmigo. Y lo harán voluntariamente, porque para entonces la vida será tan muerte que se enamorarán de mí y preferirán mi mundo. 

domingo, 28 de noviembre de 2010

UNOS CUENTOS DE POE - DISFRUTALOS



Poemas



El Cuervo


Cierta noche aciaga, cuando, con la mentecansada,
meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral
y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido,
como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.
"Es un visitante -me dige-, que está llamando al portal;
sólo eso y nada más."

¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre!
Cada chispa resplandeciente dejaba un rastro espectral.
Yo esperaba ansioso el alba, pues no había hallado calma
en mis libros,ni consuelo a la perdida abismal
de aquella a quien los ángeles Leonor podrán llamar
y aquí nadie nombrará.

Cada crujido de las cortinas purpúreas y cetrinas
me embargaba de dañinas dudas y mi sobresalto era tal
que, para calmarr mi angustia repetí con voz mustia:
"No es sino un visitante que ha llegado a mi portal;
un tardío visitante esperando en mi portal.
Sólo eso y nada más".

Mas de pronto me animé y sin vacilación hablé:
"Caballero -dije-, o señora, me tendréis que disculpar
pues estaba adormecido cuando oí vuestro rasguido
y tan suave había sido vuestro golpe en mi portal
que dudé de haberlo oído...", y abrí de golpe el portal:
sólo sombras, nada más.

La noche miré de lleno, de temor y dudas pleno,
y soñé sueños que nadie osó soñar jamás;
pero en este silencio atroz, superior a toda voz,
sólo se oyó la palabra "Leonor", que yo me atreví a susurrar...
sí, susurré la palabra "Leonor" y un eco volvióla a nombrar.
Sólo eso y nada más.

Aunque mi alma ardía por dentro regresé a mis aposentos
pero pronto aquel rasguido se escuchó más pertinaz.
"Esta vez quien sea que llama ha llamado a mi ventana;
veré pues de qué se trata, que misterio habrá detrás.
Si mi corazón se aplaca lo podré desentrañar.
¡Es el viento y nada más!".

Mas cuando abrí la persiana se coló por la ventana,
agitando el plumaje, un cuervo muy solemne y ancestral.
Sin cumplido o miramiento, sin detenerse un momento,
con aire envarado y grave fue a posarse en mi portal,
en un pálido busto de Palas que hay encima del umbral;
fue, posóse y nada más.

Esta negra y torva ave tocó, con su aire grave,
en sonriente extrañeza mi gris solemnidad.
"Ese penacho rapado -le dije-, no te impide ser
osado, viejo cuervo desterrado de la negrura abisal;

¿cuál es tu tétrico nombre en el abismo infernal?"
Dijo el cuervo: "Nunca más".

Que una ave zarrapastrosa tuviera esa voz virtuosa
sorprendióme aunque el sentido fuera tan poco cabal,
pues acordaréis conmigo que pocos habrán tenido
ocasión de ver posado tal pájaro en su portal.
Ni ave ni bestia alguna en la estatua del portal
que se llamara "Nunca más".

Mas el cuervo, altivo, adusto, no pronunció desde el busto,
como si en ello le fuera el alma, ni una sílaba más.
No movió una sola pluma ni dijo palabra alguna
hasta que al fin musité: "Vi a otros amigos volar;
por la mañana él también, cual mis anhelos, volará".
Dijo entonces :"Nunca más".

Esta certera respuesta dejó mi alma traspuesta;
"Sin duda - dije-, repite lo que ha podido acopiar
del repertorio olvidado de algún amo desgraciado
que en su caída redujo sus canciones a un refrán:
"Nunca, nunca más".

Como el cuervo aún convertía en sonrisa mi porfía
planté una silla mullida frente al avi y el portal;
y hundido en el terciopelo me afané con recelo
en descubrir que quería la funesta ave ancestral
al repetir: "Nunca más".

Esto, sentado, pensaba, aunque sin decir palabra
al ave que ahora quemaba mi pecho con su mirar;
eso y más cosas pensaba, con la cabeza apoyada
sobre el cojín purpúreo que el candil hacía brillar.
¡ Sobre aquel cojín purpúreo que ella gustaba de usar,
y ya no usará nunca más!.

Luego el aire se hizo denso, como si ardiera un incienso
mecido por serafines de leve andar musical.
"¡Miserable! -me dije-. ¡Tu Diós estos ángeles dirige
hacia ti con el filtro que a Leonor te hará olvidar!
¡Bebe, bebe el dulce filtro, y a Leonor olvidarás!".
Dijo el cuervo: "Nunca más".

"¡Profeta! -grité-, ser malvado, profeta eres, diablo alado!
¿Del Tentador enviado o acaso una tempestad
trajo tu torvo plumaje hasta este yermo paraje,
a esta morada espectral? ¡Mas te imploro, dime ya,
dime, te imploro, si existe algun bálsamo en Galaad!"
Dijo el cuervo: "Nunca más".

"¡Profeta! -grité-, ser malvado, profeta eres, diablo alado!
Por el Diós que veneramos, por el manto celestial,
dile a este desventurado si en el Edén lejano
a Leonor , ahora entre ánngeles, un día podré abrazar".
Dijo el cuervo: "¡Nunca más!".

"¡Diablo alado, no hables más!", dije, dando un paso atrás;
¡Que la tromba te devuelva a la negrura abisal!
¡Ni rastro de tu plumaje en recuerdo de tu ultraje
quiero en mi portal! ¡Deja en paz mi soledad!
¡Quita el pico de mi pecho y tu sombra del portal!"
Dijo el cuervo: "Nunca más".

Y el impávido cuervo osado aun sigue, sigue posado,
en el pálido busto de Palas que hay encima del portal;
y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña,
cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal;
y mi alma, de esa sombra que allí flota fantasmal,
no se alzará...¡nunca más!.

Un Sueño en un Sueño


¡Recibe en la frente este beso!
Y, por librarme de un peso
antes de partir, confieso
que acertaste si creías
que han sido un sueño mis días;
¿Pero es acaso menos grave
que la esperanza se acabe
de noche o a pleno sol,
con o sin una visión?
Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño en un sueno.

Me encuentro en la costa fria
Que agita la mar bravia,
Oprimiendo entre mis manos,
Como arenas, oro en granos.
¡Que pocos son! Y alli mismo,
De mis dedos al abismo
Se desliza mi tesoro
Mientras lloro, ¡mientras lloro!
¿Evitare ¡ oh Dios ! su suerte
oprimiendolos mas fuertes?
¿ Del vacio despiadado
Ni uno solo habre salvado ?
¿ Cuanto hay de grande o pequeño
Solo es un sueño en un sueño ?
Annabel Lee   


Hace muchos, muchos años, en un reino junto al mar,
Habitaba una doncella cuyo nombre os he de dar,
Y el nombre que daros puedo es el de Annabel Lee,
quien vivía para amarme y ser amada por mí.
 
Yo era un niño y era ella una niña junto al mar,
En el reino prodigioso que os acabo de evocar.
Más nuestro amor fue tan grande cual jamás yo presentí,
Más que el amor compartimos con mi bella Annabel Lee,
Y los nobles de su estirpe de abolengo señorial
Los ángeles en el cielo envidiaban tal amor,
Los alados serafines nos miraban con rencor.
 
Aquel fue el solo motivo, ¡hace tanto tiempo ya!,
por el cual, de los confines del océano y más allá,
Un gélido viento vino de una nube y yo sentí
Congelarse entre mis brazos a mi bella Annabel Lee.
 
La llevaron de mi lado en solemne funeral.
A encerrarla la llevaron por la orilla de la mar
A un sepulcro en ese reino que se alza junto al mar,
Los arcángeles que no eran tan felices cual los dos,
Con envidia nos miraban desde el reino que es de Dios.
 
Ese fue el solo motivo, bien lo podéis preguntar,
Pues lo saben los hidalgos de aquel reino junto al mar,
Por el cual un viento vino de una nube carmesí
Congelando una noche a mi bella Annabel Lee.
 
Nuestro amor era tan grande y aún más firme en su candor
Que aquel de nuestros mayores, más sabios en el amor.
Ni los ángeles que moran en su cielo tutelar,
Ni los demonios que habitan negros abismos del mar
Podrán apartarme nunca del alma que mora en mí, Espíritu luminoso de mi
hermosa Annabel Lee.
 
Pues los astros no se elevan sin traerme la mirada
Celestial que, yo adivino, son los ojos de mi amada.
Y la luna vaporosa jamás brilla baladí
Pues su fulgor es ensueño de mi bella Annabel Lee.


Yazgo al lado de mi amada, mi novia bien amada,
Mientras retumba en la playa la nocturna marejada,
Yazgo en su tumba labrada cerca del mar rumoroso,
En su sepulcro a la orilla del océano proceloso.
 
La Durmiente   
Era la medianoche, en junio, tibia, bruna.
Yo estaba bajo un rayo de la mística luna,
Que de su blanco disco como un encantamiento
Vertía sobre el valle un vapor soñoliento.
Dormitaba en las tumbas el romero fragante,
Y al lago se inclinaba el lirio agonizante,
Y envueltas en la niebla en el ropaje acuoso,
Las ruinas descansaban en vetusto reposo.
¡Mirad! También el lago semejante al Leteo,
Dormita entre las sombras con lento cabeceo,
Y del sopor consciente despertarse no quiere
Para el mundo que en torno lánguidamente
muere

Duerme toda belleza y ved dónde reposa
Irene, dulcemente, en calma deleitosa.
Con la ventana abierta a los cielos serenos,
De claros luminares y de misterios llenos.
¡Oh, mi gentil señora, ¿no te asalta el espanto?
¿Por qué está tu ventana, así, en la noche abierta?
Los aires juguetones desde el bosque frondoso,
Risueños y lascivos en tropel rumoroso
Inundan tu aposento y agitan la cortina
Del lecho en que tu hermosa cabeza se reclina,
Sobre los bellos ojos de copiosas pestañas,
Tras los que el alma duerme en regiones extrañas,
Como fantasmas tétricos, por el sueño y los muros
Se deslizan las sombras de perfiles oscuros.
Oh, mi gentil señora, ¿no te asalta el espanto?
¿Cuál es, di, de tu ensueño el poderoso encanto?
Debes de haber venido de los lejanos mares
A este jardín hermoso de troncos seculares.
Extraños son, mujer, tu palidez, tu traje,
Y de tus largas trenzas el flotante homenaje;
Pero aún es más extraño el silencio solemne
En que envuelves tu sueño misterioso y perenne.

La dama gentil duerme. ¡Que duerman para el mundo!
Todo lo que es eterno tiene que ser profundo.
El cielo lo ha amparado bajo su dulce manto,
Trocando este aposento por otro que es más santo,
Y por otro más triste, el lecho en que reposa.
Yo le ruego al Señor, que con mano piadosa,
La deje descansar con sueño no turbado,
Mientras que los difuntos desfilan por su lado.
Ella duerme, amor mío. ¡Oh!, mi alma le desea
Que así como es eterno, profundo el sueño sea;
Que los viles gusanos se arrastren suavemente
En torno de sus manos y en torno de su frente;
Que en la lejana selva, sombría y centenaria,
Le alcen una alta tumba tranquila y solitaria
Donde flotan al viento, altivos y triunfales,
De su ilustre familia los paños funerales;
Una lejana tumba, a cuya puerta fuerte
Piedras tiró, de niña, sin temor a la muerte,
Y a cuyo duro bronce no arrancará más sones,
Ni los fúnebres ecos de tan tristes mansiones
¡Qué triste imaginarse pobre hija del pecado.
Que el sonido fatídico a la puerta arrancado,
Y que quizá con gozo resonara en tu oído,
de la muerte terrífica era el triste gemido!
 
Leonora   

¡El vaso se hizo trizas! Desapareció su esencia
¡Se fue; se fue! ¡Se fue; se fue!
Doblad, doblad campanas, con ecos plañideros,
Que un alma inmaculada de Estigia en los linderos
Flotar se ve.
Y tú, Guy de Vere, ¿qué hiciste de tus lágrimas ?
¡Ah, déjalas correr!
Mira, el angosto féretro encierra a tu Leonora;
Oye los cantos fúnebres que entona el fraile; ahora


Ven a su lado, ven.

Antífonas salmodien a la que un noble cetro
Fue digna de regir;
Un ronco De Profundis a la que yace inerte,
Que con morir
Indignos, los que amábais en ella solamente
Las formas de mujer,
Pues su altivez nativa os imponía tanto,
Dejasteis que muriera, cuando el fatal quebranto
Posó sobre su sien.
¿Quién abre los rituales? ¿Quién va a cantar el Réquiem?
Quiero saberlo, ¿quien?
¿Vosotros miserables de lengua ponzoñosa
Y ojos de basilisco? ¡Mataron a la hermosa,
Que tan hermosa fue!
¿Peccavimus cantasteis? Cantasteis en mala hora
El Sabbath entonad;
Que su solemne acento suba al excelso trono
Como un sollozo amargo que no suscite encono
En la que duerme en paz.
Ella, la hermosa, la gentil Leonora,
Emprendió el vuelo en su primer aurora;
Ella, tu novia, en soledad profunda
¡Huérfano te dejó!
Ella, la gracia misma ora reposa
En rígida quietud; en sus cabellos
Hay vida aún; mas en sus ojos bellos
¡No hay vida, no, no, no!
¡Atrás! Mi corazón late de prisa
Y en alegre compás. ¡Atrás! No quiero
cantar el De Profundis majadero,
Porque es inútil ya.
Tenderé el vuelo y al celeste espacio
me lanzaré en su noble compañía.
¡Voy contigo, alma mía, sí, alma mía¡
Y un peán te cantaré!
¡Silencio las campanas! Sus ecos plañideros
Acaso lo hagan mal.
No turben con sus voces la beatitud de un alma
Que vaga sobre el mundo con misteriosa calma
y en plena libertad.

Respeto para el alma que los terrenos lazos
Triunfante desató;
Que ahora luminosa flotando en el abismo
Ve amigos y contrarios; que del infierno mismo
al cielo se lanzó.

Si el vaso se hizo trizas, su eterna esencia libre
¡Se va, se va!
¡callad, callad campanas de acentos plañideros,
que su alma inmaculada del cielo en los linderos
Tocando está!
Las Campanas   



I
¡Escuchad el tintineo!
!La sonata
Del trineo
Con cascabeles de plata!
¡Qué alegría tan jocunda nos inunda al escuchar
la errabunda melodía de su agudo tintinear!
¡Es como una epifanía,
En la ruda racha fría,
la ligera melodía!
¡Cómo fulgen los luceros!
-¡Verdaderos
Reverberos !-Con
idéntica armonía
A la clara melodía
Cintilando, cintilando, cintilando,
¡Cómo los cascabeles
van sonando!
Y en un mismo son, son único,
Que igualiza un ritmo rúnico,
Los luceros siguen fieles
Cascabeles, cascabeles, cascabeles
El son de los cascabeles,
Cascabeles, cascabeles, cascabeles
Cascabeles,
¡El son grato, que a rebato, surge en los cascabeles!
II
Escuchar el almo coro
Sonoro
Que hacen las campanas todas:
¡Son las campanadas de oro
De las bodas!
¡Oh, qué dicha tan profunda nos inunda al escuchar
La errabunda melodía de su claro repicar!
¡Cómo revuela al desgaire
Esta música en el aire!
¡Cómo a su feliz murmullo

Sonoro,
Con sus claras notas de oro,
Se aúna la tórtola con su arrullo,
Bajo la luz de la luna!
¡Qué armonía
Se vacía
De la alegre sinfonía
De este día!
¡Cómo brota
Cada nota!:
Fervorosamente, dice
la felicidad remota
Que predice.
Y a la voz de una campana, siguen las de sus hermanas
Las campanas,
Las campanas, las campanas, las campanas, las campanas,
las campanas, las campanas, las campanas,
En sonoro ritmo de oro, de almo coro, ¡las campanas!
III
¡Oíd cual suena el bordón!:
el bordón
De son bronco
Que pone en el corazón
El espanto con su son,
Con su son de bronce, ronco.
¡que tristeza tan profunda nos apresa al escuchar
Cómo reza, gemebunda, la fiereza del llamar!
Cómo su son taciturno,
En el silencio nocturno
Es grito desesperado
Que no es casi pronunciado
¡De aterrado!
Grito de espanto ante el fuego
Y agudo alarido luego,
Es un clamor que se extiende,
Que el espacio ronco, hiende
Y que llama;
Que defiende

Y que clama, clama, clama,
Que clama pidiendo auxilio
En tanto que ve el exilio
De aquellos que el fuego, ciego y arrollador, empobrece
Y el fuego que ataca y crece,
Mientras se oye el ronco son,
El somatén del bordón,
Del bordón, bordón, bordón
¡Del bordón!
¡Cómo el alma se desgarra
Cuando el son del bordón narra
La aflicción
¡De aquellos que arruina el fuego!
Y, cómo nos dice luego
Los progresos que hace el fuego
-Que va a tientas como ciego-El
somatén del bordón,
¡Que es toda una narración!
¡Oh, la tempestad de ira
En la que el bordón delira
Y en que convulso, delira!
El alma escucha anhelante
la queja que da el bordón
Con su son;
El bordón que da su son,
El bordón, bordón, bordón,
¡El bordón!
Que es toda una narración el somatén del bordón
Del bordón, del bordón, del bordón
Del bordón, del bordón, del bordón
¡Del bordón!
El grito ante el infinito, cual proscrito, ¡del bordón
IV
¡Escuchad cómo la esquila,
Cómo el esquilón de hierro,
Llama con voz que vacila,
Al entierro!
Qué meditación profunda nos inunda al escuchar

la errabunda y gemebunda melodía del sonar
¡Cómo llena de pavura
Su son en la noche obscura!
¡Cómo un estremecimiento
Nos recorre el pensamiento
que provoca su lamento!
Cuando sueña
La grave esquila de hierro, con su lúgubre toquido,
Con su lúgubre toquido que la medianoche llena.
¡Es que las almas en pena
Se han reunido!
¡Oh, la danza
Al son que toda la esquila,
En una noche intranquila,
Su tijera de luz lila,
Tocando en visión del Juicio la noche sin esperanza!
Entonces, ya no vacila
La grave voz de la esquila,
De la esquila, de la esquila, de la esquila,
de la esquila, de la esquila,
Sino que suena furiosa,
Con su voz cavernosa,
Y, en un mismo son, son único,
Que igualiza un ritmo rúnico,
Algún ronco rayo truena
Y se alumbra con relámpagos la noche sin esperanza,
Mientras las almas en pena
Giran, giran su danza
Bajo la triste luz lila.
Y en tanto se oye la grave, la grave voz de la esquila,
De la esquila, de la esquila,
De la esquila, de la esquila, de la esquila, de la esquila,
Y en el mismo son, son único,
Que igualiza un ritmo rúnico,
Mientras se oye, la triste, la triste voz
De la esquila,
De la esquila,
Furibundo rayo truena,
El relámpago cintila


Y los espectros en pena
Danzan al son de la esquila,
De la esquila, de la esquila, de la esquila,
de la esquila, de la esquila,
Y en un mismo son, son único,
Que igualiza un ritmo rúnico,
Danzan al son de la esquila,
De la esquila, de la esquila,
de la esquila, de la esquila, de la esquila,
¡De la esquila!
Y mientras que el rayo truena,
Que el relámpago cintila
Y que con furor terrible, danzan las almas en pena,
Se oye la voz de la esquila,
De la esquila, de la esquila, de la esquila,
De la esquila, de la esquila,
la voz de cuento lamento ¡de la esquila!

lunes, 22 de noviembre de 2010

Demonios conocidos en la tradición judeo-cristiana



De Aa a la Az
Aamon: Uno de los tres demonios al servicio de Satanachia, también conocido como Mammon. Su nombre significa riquezas, induciendo a la avaricia. Se dice que es regente deInglaterra.
Abaddon: (El Destructor) en el libro de las Revelaciones (Apocalipsis en las biblias católicas), es el ángel o estrella del abismo sin fondo que encadena a Satán por mil años. Se dice que fue el ángel invocado por Moisés para que enviara la terribles lluvias que arrasaron Egipto. En muchos libros apócrifos, Abaddon es considerado una entidad demoniaca, como en Ángel de la Muerte, como un demonio del Abismo.
Abaddona: (El Arrepentido) Uno de los Serafines rebeldes, que más tarde se arrepintió de su pecado contra Dios.
Abezi-Thibod: Uno de los príncipes infernales que rigen Egipto, quien luchó contra Moisés y endureció el corazón del Faraón contra este. De acuerdo al Testamento de Salomón, era hijo de Beelzebub.
Abigor: Demonio Superior, Duque de los infiernos, hermoso caballero que lleva lanza de estandarte o cetro y cabalga sobre un monstruo alado. Manda 60 legiones infernales. Conoce el porvenir, los secretos de la guerra y el arte de hacerse amar por sus soldados.
Abraxas: El más antiguo de los dioses, según ciertos sirios y persas, su nombre está compuesto de las 7 letras griegas cuyo valor numérico es igual a 365. Los Basilidianos, herejes del siglo II, le hacían el jefe de 365 genios que regían los días del año. Había enviado a Cristo a la tierra como un "espectro benévolo". Su nombre ha dado al Abracadabra mágico llevado como filactería. En demonología ha pasado a ser un demonio coronado, con cabeza de gallo, grueso vientre, pies de serpiente y cola raquítica, que lleva un látigo. También conocido como Abracax.
Adirael: Uno de los ángeles caídos, al servicio de Beelzebub.
Addu: El Dios Babilonio de la Tormenta, también llamado Adad.
Adramelech: Presidente del alto consejo de los diablos, intendente del guardarropa de Satán. Se le representa bajo forma de mula con torso humano y cola de pavo real. En Sefarvaïm, en Asiria, se le consideraba el Dios Sol y se quemaban niños en sus altares, en honor a esta Deidad. De acuerdo a otros textos, a Adramelech, en la jerarquía infernal, le corresponde el octavo sitio en los diez Sephitots malignos del Árbol de la vida.
Agalariept: Gran general del infierno, comandante de la segunda legión, tiene el poder de descubrir todos los secretos.
Agares: Gran Duque de las regiones del este del infierno. Comanda 31 legiones. Él otorga propiedades, poder, títulos, incita al baile y enseña todos los lenguajes. Perteneciente al Orden de las Virtudes, se muestra bajo la forma de un Lord Benevolente, montando un cocodrilo y llevando un halcón en su puño.
Agramainio: El gran espíritu de la maldad, orado por Guiosue Carducci en su himno a Satán ("Inno a Satána" 1863).
Agramón: Demonio del miedo.
Ahharu: En Demonología Asiria se tratan de malvados vampiros.
Aini: Poderoso Duque infernal que se representa de un hombre hermoso, con tres cabezas, la primera como de serpiente, la segunda de hombre, con dos estrellas en la frente, y la tercer cabeza, como de gato. Monta una serpiente y carga un atizador flameante con el que causa destrucción. Suele dar la respuesta verdadera, en cuanto a temas de importancia.
Alastor: Genio malhechor para los antiguos. Demonio severo, que encarna la némesis y la felicidad. Algunos lo confunden con Azazel, otros con el ángel exterminador y otros con Raum.
Alocer: Gran Duque de los infiernos, representado en caballero cornudo con cabeza de león. Manda 36 legiones. Su caballo con patas de dragón es enorme. Enseña los secretos del cielo y de las artes liberales.
Alouqua: Un demonio femenino, que también es un sucubo y un vampiro, que cansa a los hombres y los conduce al suicidio.
Amducias: Gran Duque infernal. Manda 29 legiones. Tiene cabeza de unicornio, pero aparece bajo forma humana y da conciertos invisibles. Los árboles se inclinan a su voz.
Amón: También conocido como Aamón, es Marqués de los Infiernos. Manda 40 legiones. Cabeza de lobo vomitando llamas, cola de serpiente. A veces aparece con cabeza de búho y cuerpo humano. Conoce el pasado y el futuro.
Amudiel: Un ángel caído.
Amy: Uno de los ángeles caídos, en un tiempo perteneciente al Coro de los Ángeles y al Coro de los Poderes. Esta entidad enseña los secretos de la astrología y las artes y le reveló a Salomón que volverá a su gloria en el cielo, dentro de 1200 años.
Ananel: Perteneciente al Orden de los Arcángeles, enseñó a pecar a los seres humanos.
Andras: Marqués de los infiernos. Manda 30 legiones. Cabeza de mochuelo, cuerpo desnudo de ángel alado, cabalga sobre un lobo negro y blande una espada.
Araxiel: Uno de los ángeles caídos.
Araziel: Uno de los ángeles que sostuvo relaciones prohibidas con las hijas de los hombres.
Arioch: Demonio de la venganza, diferente de Alastor. Únicamente es vengativo cuando es contratado para hacerlo.
Asbeel: Uno de los ángeles caídos.
Asderel: Uno de los ángeles caídos, que le enseñó a los seres humanos el misterio de la Luna.
Asmodeo: Identificado a veces con Samael, la serpiente que sedujo a Eva. Príncipe de los infiernos con tres cabezas: de toro, de hombre coronado con aliento de fuego y de carnero. Pies de oca y cola de serpiente. Cabalga un dragón y manda 72 legiones. Superintendente de las casas de juego, siembra el error y la disipación. Fue vencido por el Rey Salomón, quien le obligó a ayudarle a construir el templo. Este demonio aparece por primera vez en el libro apócrifo de Tobit, cuando el demonio se enamora de una mujer llamada Sarah, hija de Raquel, quien ya estaba casada con 7 hombres. El demonio, celoso, comenzó a matar a cada uno de los maridos de Sarah, hasta que ella le pidió ayuda a Dios y este mandó al Arcángel Rafael a derrotar al poderoso demonio.
Astaroth: Astaroth es el nombre otorgado a un varón, por la encarnación medieval de una poderosa Diosa-Demonio, de nombre Astoreth. Archiduque del occidente de los infiernos. Representado como un ángel coronado, desnudo enclenque sosteniendo una víbora en la mano izquierda y cabalgando a lomos de un dragón. Tesorero infernal, ve el pasado, el presente y el porvenir; detecta los deseos secretos y concede protección a los grandes. Adora hablar acerca de la gran caída de los Ángeles, y dice haber sido castigado injustamente, alegando que un día recuperará su lugar entre los ángeles del cielo, como el príncipe de los Tronos que solía ser. De acuerdo al Grimorium Verum, Astaroth reside ahora en América.
Ayperos: Príncipe de los infiernos, comanda 36 legiones. Se reprensenta como un buitre o como un águila.
Azazel: Uno de los Jefes de los doscientos ángeles caídos, según el primer libro de Enoch. En el libro el Apocalipsis de Abraham, se describe a Azazel como un demonio terrible con 7 cabezas de serpiente, catorce caras y doce alas. Antes de su caída, pertenecía al Coro de los Ángeles.


Ba - Bu
Baal: Gran Duque del infierno. Reina en la parte oriental, manda 66 legiones, tiene tres cabezas: gato, hombre coronado y sapo. Su torso lomudo termina en patas de araña. Hace invisibles y astutos a aquellos que le invocan. Divinidad principal de los babilonios, de los caldeos, de los fenicios y de otros pueblos orientales. Se le sacrificaban terneras y bueyes, y las mujeres se prostituían en su honor. Dios Jehová lo destronó y mandó al infierno.
Baalberith: Demonio del segundo Orden. Jefe secretario y activista del infierno. Se le ubica entre los más poderosos príncipes del infierno. Originalmente era un Dios Fenicio (Caananita). Fue el demonio que poseyó a una monja Ursulina en Provenza en 1610.
Baalzephon: Capitán y guardia de los centinelas del infierno.
Bäel: Demonio citado en el Gran Grimorio, y cabeza de los poderes infernales. Primer monarca del infierno. 66 legiones le obedecen, tiene tres cabezas: de humano, de cangrejo y de gato.
Badariel: Uno de los ángeles caídos.
Balan: También conocido como Balam, Baalam y Balemm, es un ángel caído perteneciente al Orden de las Nominaciones, es muy fácil de invocar y prácticamente inofensivo. Como muchos de su especie, responde preguntas acerca del pasado y el futuro. Enseña la astucia y la fineza a aquellos que se lo piden. Se representa como un ser de tres cabezas, toro, hombre con ojos de fuego y carnero. Más a menudo, desnudo y cornudo, con un gavilán en el puño y montando un oso.
Balban: Demonio del engaño.
Baphomet: Véase Baphomet
Barakel: Uno de los ángeles caídos.
Barbatos: Perteneciente al Orden de las Virtudes, entiende el canto de la aves y el lenguaje de los animales. Es un gran Conde y Duque que aparece cuando el sol se encuentra en Sagitario, con 4 Reyes nobles y 3 escuadrones.
Barbu: Demonio que posee el secreto de la piedra Filosofal.
Basasael: Uno de los ángeles caídos, antes perteneciente al Orden de los Arcángeles.
Bathym: Duque de las regiones infernales. Se presenta como un hombre robusto, pero su cuerpo termina en cola de serpiente. Comanda 30 legiones y puede teletransportar a los hombres a dondequiera que deseen ir.
Behemoth: Buey colosal y maravilloso que los judíos decían reservado para la comida del mesías. Le Edad Media hizo de él un demonio enderezado.
Belfegor: También conocido como Baalfegor, adorado por los moabitas en el Monte Fegor. A veces como mujer joven, más a menudo como demonio cornudo y horroroso, sentado y desnudo. Distribuye las riquezas y las invenciones ingeniosas. Los rabinos precisan que se le rendía homenaje sobre la silla agujereada.
Belial: O también Beliar, fue rey de los infiernos, creado después de Lucifer y uno de los más poderosos, uno de los primeros en revelarse. Antes perteneciente a la Orden de las Virtudes y de los Arcángeles, ahora es el más vicioso de los demonios, muy atractivo. Aparece sobre un carro de fuego. El apocalipsis le menciona llamándole "La Bestia".
Beleth: Antes perteneciente a la Órden de los Poderes, este poderoso demonio, es un gran y terrible rey de los infiernos, cabalgando un caballo pálido. Cuando cabalga se escuchan los sonidos de melancólicas trompetas. Se le debe de recibir cortésmente y con homenaje, o su furia se hará sentir. Comanda 85 legiones y es un temido guerrero.
Beelzebu: También conocido como Belzebú y Beelzebub, este demonio es el Príncipe de los demonios. El primero después de Satán. El señor de las moscas y cuya apariencia toma a veces colosal; de rostro hinchado, coronado con una cinta de fuego, cornudo, negro y amenazante, peludo con alas de murciélago. La tradición Siria dice que es el rey de los demonios. En el Evangelio de Nicodemus VII (XXIII), se narra como a la muerte de Jesus, Satán y Beelzebub orquestarón un plan para traer el alma de Jesús a los infiernos, siendo Beelzebub el primero en enfrentar al alma de Jesús; Jesús Cristo, derrotó a Beelzebub con solo su voz, y después de que Beelzebub se tornara en contra de Satán después de la derrota, Jesus le ordenaría a Beelzebub dejar a Satán en paz, diciéndole que él seguiría siendo el Rey del infierno, hasta el fin de los tiempos. Una vez que se le invoca a Beelzebu, es extremadamente difícil deshacerse de él. Es el director de las nueve Jerarquías infernales, que están debajo de la primera, regida por Samael o Satanás. Entre sus títulos, está el de El Señor de las Moscas.
Beqa: El nombre original de Satánás, antes de pecar contra Dios y ser vencido por Miguel. Su nombre pasó a ser Kasbeel y luego Satanail, de donde procede Satán, su versión más corta y significa "Adversario".
Berith: Demonio que, según ciertos alquimistas, era capaz de cambiar todos los metales en oro. Aparece cabalgando un caballo rojo y vistiendo un uniforme de soldado con una corona dorada. Su voz es persuasiva, pero es un mentiroso altamente notorio Berith invocado, cumple el trabajo de cualquier ser humano por veinte años, pero después de esos veinte años regresa a su invocador para cobrarle su recompensa.
Biffant: Comandante de una legión, fue exorcizado del cuerpo de la joven Denise de la Caille.
Bitru: Gran príncipe de los infiernos, que se aparece con forma de un leopardo alado. Cuando aparece en forma humana es una de enorme belleza. Comanda 70 legiones y se encarga de despertar la lujuria en los hombres.
Botis: Un gran presidente del infierno, que se aparece en la forma de una horrible serpiente. Su forma humana es con enormes dientes y cuernos. Está al servicio de Agaliarept.
Buer: Demonio secundario que manda 50 legiones. Cabeza de león , cinco patas de machocabrío en estrella (avanza girando sobre sí mismo), experto en medicina, otorga felicidad doméstica y salud al enfermo. Está al servicio de Agaliarept.
Bune: Es un dragón de tres cabezas, Gran Duque de los infiernos, comandante de 30 legiones. Habla solo por signos y suele tomar forma de un hombre ordinario enriquece a todos aquellos que le sirven. Los demonios bajo su autoridad son llamados Bunis, su número es inmenso y poseen un enorme poder.
Busasejal: Uno de los doscientos ángeles caídos.
Busta: El mas poderoso de los demonios infernales, posee habilidades como el mismisimo Dios Jehová. Según las Escrituras, Es conocedor del bien y el mal, el pasado, presente y futuro. Este demonio, existió hace muchos años, pero ha vuelto, para liberanos del juicio final, a un ser de raza aria, que tiene los pensamientos de Adolf Hitler, el puede decidir el destino el mundo, con tan solo una risa diabolica, En la hora del juicio final, Busta nos liberará a todos de este mundo y nos transportará a su reino infernal de gloria eterna.


Ca a Fu
Caacrinolaas: Otro Gran presidente de los infiernos, manda 36 legiones. Él inspira el conocimiento e incita al suicidio.
Caballeros de L´Enfer: Estos demonios son más poderosos que los demonios sin rango, pero mucho más débiles que los demonios con título.
Cambion: De acuerdo a Bodin y De Lancre, estos pequeños demonios son el preludio a los Sucubos e Incubos. Se dice que estos demonios son más y amables y considerados con los seres humanos, que los de otras especies.No muestran signos de vida hasta que cumplen 7 años de edad, y escogen a un ser humano para entrenarlo y hacerlo su sirviente.
Carrnivean: Demonio, antiguo príncipe de la Órden de los Poderes.
Catabolignes: Demonios que asesinan humanos, capaces de destruir a los hombres y hacer lo que quieran con ellos.
Caym: Gran Amo del infierno, aparece como un hombre elegante con alas de Mirlo. Comanda 30 legiones y es uno de los más sabios en el infierno. A través de sus argumentos logra la desesperación de quienes le escuchan.
Charun: El demonio etrusco de la muerte, que atormenta el alma de los muertos en el más allá.
Chobabiel: Uno de los ángeles caídos.
Cimeries: Poderoso Marqués que aparece como un valiente soldado montando un caballo negro. Puede hacer que un hombre parezca un soldado de su propia clase (demonio). Es el gobernante de los espítirus errantes en África, puede encontrar tesoros y cosas ocultas, enseña vocabulario, logica y retórica.
Crocell: Un ángel caído, ahora un duque de las regiones infernales donde manda 48 legiones infernales.Pertenecía al Coro de los Poderes.
Ciciupipiltin: Demonio vampiro.
Dalhan: Demonio que se oculta en los desiertos y devora viajeros.
Dalkiel: Uno de los príncipes infernales, regente de Sheol, asistente de Duma, el ángel de la "Quietud de la Muerte".
Dantalian: Duque de los infiernos, que se aparece con forma de nombre, con muchos rostros, de hombre y de mujer, sosteniendo un libro en su mano derecha. Enseña las artes y las ciencias, y revela todos aquellos consejos secretos, para todos los pensamientos humanos y también los puede cambiar a voluntad. Es un ser despiadado y puede enseñar por medio de visiones, lo que cualquier humano puedo haber llegado a ser, dependiendo las circunstancias de su vida.
Decarabia: Un Marques. El sabe de las propiedades de todas las hierbas y de todas las piedras.Vuela como un pájaro ante el exorcitas, y se esconde de él, e incluso vive con él, comiendo y cantando como las demás aves, sin que noten su presencia.
Dev: En la mitología persa, un demonio de enorme poder. Sin piedad e inmoral Dios de la guerra.
Duende: Espíritu juguetón que a veces atormenta a los hombres. senor de muy vieja edad con un sonbrero muy puntudoDemonio, su asamblea es presidida por Beelzebu.
Duma: El ángel protector de Egipto, príncipe del infierno, el cual tiene miles de ángeles de destrucción bajo su mando. Es también ángel del silencio, de la quietud de la muerte.
Eblis: El Satán de los Musulmanes, su nombre se deletrea como Iblis y significa "Desesperación".
Eisheth Zenunim: Una de las mujeres de Samael y madre de la bestia Chiva. Eisheth Senunim, se conoce como la ramera en la Cábbala y madre de la prostitución.
Eligor: Gran duque, representado como un buen caballero, que porta una lanza. Descubre cosas ocultas, causa la guerra, arma los ejércitos, provoca el amor mal sano y la perdición en la lujuria.
Empusa: Demonio del mediodía que aparece sobre todo en el mes de agosto y rompe los huesos de todo aquel que se niegue e venerarle. En sentido amplio, espectro vampiro.
Ertrael: Uno de los ángeles caídos.
Estolas: Gran príncipe de los infiernos que manda 26 legiones. Aparece como búho coronado de tres largas patas o como hombre que enseña la astrología y el valor de las plantas y las piedras preciosas.
Eurynome: Demonio perteneciente al Alto Orden. Con enormes colmillos y piel de zorro. Príncipe de la muerte también llamado Eurinomos.
Ewah: El es un demonio. La simple vista de Ewah causa la locura.
Flauros: Gran General del infierno, se aparece con forma de leopardo y en su forma humana, tiene un rostro horrible y los ojos color rojo. Incita a los demonios y espíritus a atacar a sus enemigos los exorcistas. Comanda 20 legiones, y conversa gustosamente de la creación del mundo y de la caída de los angeles... incluyendo su propia caída.
Fleuretty: Teniente de las huestes infernales.
Focalor: Poderoso duque, con forma de un humano alado. Controla los vientos y el mar, ahoga a los hombres y hunde a los barcos. Espera volver a su gloria en la Orden de los Tronos dentro de 1050 años.
Foras: También llamado Forcas, Gran presidente y caballero del infierno, comandate de 29 legiones. Conoce las propiedades de las piedras y las hierbas, enseña logica, retorica, quiromancia, piromancia. Puede hacer a un hombre invisible e inteligente en el uso de las palabras, además de poder localizar objetos perdidos y tesoros escondidos. Se le describe como un hombre viejo, de cabello largo y barba blanca.
Forau: Demonio al servicio de Sargatanas.
Forneus: Gran Marques aparece como un monstruo del mar. Enseña las artes y las ciencias, da buena reputación a los hombres y les enseña el conocimiento de las lenguas, además de hacerlos seres amados por sus enemigos y por sus amigos por igual.
Furcas: Un duque del infierno, que aparece como un cruel hombre viejo, de cabello canoso y una barba muy larga, cabalga un caballo largo y tiene en la mano derecha una lanza afilada. Comanda 20 legiones, y enseña filosofía, retorica, quiromancia, piromancia, logica perfectamente en todas sus partes.
Furfur: Un gran conde del infierno, que hablará únicamente cuando completen el triangulo (de la invocación), cuando esto sucede, toma la forma de un ángel y habla con una voz ronca. Comanda 26 legiones y crea truenos, relámpagos y viento; sabe respuestas a preguntas secretas y ocasiona el amor entre hombre y mujer.


Ga - Lu
Gaap: Un ángel caído, ahora gran príncipe del infierno, con 66 legiones de espíritus infernales a su cargo. Antes de su caída, pertenecía al Coro de los Poderes.
Gadereel: Ministro de Satánás. Este Demonio, en libros apocrifos, se supone que fue el que se convirtió en serpiente y tentó a Eva, en lugar de Samael.
Ghaddar: Un demonio del desierto cerca, del Mar Rojo. Devora los genitales de los viajeros.
Ghoul: O Ghul, en las supersticiones orientales, se trataba de un espíritu o espectro, que chupaba la sangre de los vivos y que desenterraba cadáveres, para acto seguido, devorarles el corazón. Demonios carroñeros.
Gian Pierre: Demonio altamente horrible con caracteriscas babientas y una gran nariz brillante. Algunas Leyendas cuentan que este demonio se dedicaba a asustar a los niños emitiendo sonidos parecidos a los de un sapo, también se dice que debido a una batalla con el arcangel Afrodito perdió un pedaso de colmillo al cual siempre lo busca por las noches pidiendo comida.
Golab: Su nombre significa incediarios, ángeles caídos, enemigos acerrimos de los serafines contra los cuales batallan constantemente. También es el nombre de una de las Sephirots (Séfiras) Maleficas al reverso del Árbol de la Vida.
Goap: Príncipe de la región oeste del infierno.
Gomory: Un poderosos duque del infierno, que aparece como una hermosa mujer. Descubre el pasado, presente y futuro, encuentra objetos perdidos y procura a las mujeres y a las jovencitas.
Gurson: Rey establecido, del sur del infierno.
Guseyn: Demonio al servicio de Agaliarept.
Guta: Un mortal demonio Húngaro, que golpea a sus víctimas hasta la muerte
Haborym: Demonio del fuego y del holocausto. Es un duque del infierno que comanda 26 legiones infernales, con tres cabezas, de humano, de gato y de serpiente. Lleva consigo una antorcha.
Hakael: Uno de los ángeles caídos, conocido como el séptimo Satánás.
Hantu Pusaka: Demonio del Himalaya
Hantu Penyardin: Vampiro del Himalaya.
Hivvah: Hijo de Semyaza.
Hyyah: El otro hijo de Semyaza.
Iadalbaoth: Para los Gnosticos, este era el primer arcón o espíritu obscuro.
Incubo: En la Europa Medieval, un Incubo era un demonio masculino (la contraparte del Sucubo), que visitaba a las mujeres en sus sueños y, después de seducirlas, tenían relaciones sexuales con ellas en esos sueños. Las mujeres que caían víctimas del Incubo no podrían pararse. Otra leyenda dice que les quitaba el alma mediante el sexo. La víctima del Incubo podía quedar embarazada y el hijo crecía como un humano normal, solo que desarrollando habilidades mágicas. Al crecer, el niño podría convertirse en un poderoso Hechizero o en un ser de gran maldad. Una vieja leyenda dice que el Hechizero Merlín era el producto de la unión de un Incubo con una Monja. Otra leyenda dice que El incubo y el Sucubo eran ángeles caídos. En latín, Incubo significa "Pesadilla".
Jeqon: Uno de los principales ángeles rebeldes, que tentó a los demás ángeles al pecado.
Kasbeel: Su nombre significa "El que engaña a Dios" y es el ángel vencido por Miguel, que posteriormente sería renombrado como Satánás.
Kasdaya: Uno de los principales angeles rebeldes.
Kingu: Demonio de Mesopotamia, que se volvió el consorte de la Diosa Tiamat.
Larsson: Su nombre significa: "devastador de almas". Comanda 13 legiones infernales.
Leonardo: Amo de los Sabbats. Este demonio es del Primer Orden y es el Inspector de Magia Negra y Hechizeria.
Leraie: Gran Marques del infierno, comanda 30 legiones. Se aparece con la forma de un arquero. Hace que las heridas por arco de flecha comiencen a podrirse.
Leviathan: Monstruo del que habla la Biblia (AT, ver a Jonas). La tradición rabínica hace de él un demonio androgino. Tiene el grado de Gran Almirante. Este demonio era la enorme ballena que aparecía en las leyendas de los hebreos. Él es el Amo Demonio de los Océanos, ningún arma hecha por los hombres podía lastimarlo, también era el Rey de las Bestias, temido por los hombres . Se le asocia comúnmente con el Tiamat de Babilonia y la Hidra de Grecia.
Lilith: Lilit (Is 34,13) es una deidad hembra de Babilonia que dio origen a la leyenda judía de esposa-demonio de Adán. En Mesopotamia tenía mucha importancia la creencia en los seres sobrenaturales o deidades y espíritus de los muertos o muertos vengativos. Los primeros podrían ser de muchas clases: monstruos que acechaban en lugares desérticos; labartu, demonio femenino de las montañas; Sedu y Lamassu, seres ambivalentes que podían actuar como espíritus tutelares o como espíritus maléficos; Namtaru era el demonio de la peste; Pazuzu era un demonio del viento; Lilitu (de la que se deriva Lilit, "Bruja Nocturna" del AT) era un demonio súcubo que visitaba a los hombres por la noche. Los rasgos de estos seres son terroríficos.

Es representada como una mujer hermosa desnuda con alas y con garras en lugar de pies. Según la Cabbala, una entidad demoniaca, que goza en matar niños pequeños. Fue la primer esposa de Adán, creada de la tierra al igual que él. Ella no acepto servir a Adán y escapo del jardín del Eden. Dios mando a sus angeles, para tratar de disuadirla, pero ella se rehusó a seguir con Adán y Dios la maldijo, haciendo que todos los hijos que ella pariera, morirían. Lilith paría hasta cien hijos por día. Ahora Lilith, es la consorte del demonio Samael, con quien procrea cientos de demonios. Antes de convertirse en la Señora de los Demonios, durmió una noche más con Adán, de donde dicha unión nacieron Shedim, Linin y Ruchin.
Lehahiah: Un ángel caído, el cual en un tiempo fue uno de los setenta y dos ángeles de la SheHamphora.
Lucifer: Este nombre significa el dador de luz y es erróneamente adjudicado a Satanás. Esto se debe a un pasaje en el libro de Isaías, donde el profeta menciona a Lucifer como un ángel caído y el hijo de la mañana. Isaías estaba aludiendo al Rey Nabucodonosor en esta descripción, según autoridades rabínicas. El nombre en realidad se refiere a la estrella del amanecer o del atardecer, lo que lo relaciona con Venus. En el Cristianismo, Lucifer y Satanás son la misma entidad, debido a la identificación hecha por algunos de los padres de la Iglesia, como San Jerónimo. Existen leyendas que dicen que Lucifer fue el primero de los ángeles caídos, no Satán, y que él es quien gobierna los infiernos. En el Luciferismo, se le adora a Lucifer considerándolo el ángel de la luz, que debe liberar al hombre de la servidumbre del Creador. Ha de distinguirse del Satanismo, más vulgar y a menudo inmundo.
Lucifuge: También conocido como Lucifuge Rofocale, es una de las más poderosas entidades infernales, donde actúa como Primer Ministro. Tiene control sobre los tesoros y las riquezas del mundo. Rehúye de la luz, y solo logra hacerse de un cuerpo en las noches.


Ma - Ri
Malfas: Gran presidente de los infiernos, manda 40 legiones. Aparece como cuervo. Edifica ciudadelas inexpugnables y derriba fortificaciones enemigas. A menudo engaña a quienes le rinden homenaje.
Marbas: Demonio presidente que aparece como un majestuoso león y después con forma humana.Imparte habilidades mecánicas, responde con verdad preguntas secretas, causa y cura enfermedades, y transforma a los hombres en varias formas. Está al servicio de Lucifugo.
Mara: Una entidad que se identifica con Satanás en el Budismo.
Marchosias: Un ángel caído que preside en el infierno como un marqués. Pertenecía al Orden de las Dominaciones.
Mashit: Una entidad infernal, encargada de castigar en el infierno, a los que cometen asesinatos, incesto e idolatría. Su nombre significa "Destructor" y una de sus misiones, es llevar a cabo la muerte de los niños.
Mastema: Según los Jubileos, fue este el demonio que puso a prueba la lealtad de Abraham hacia Dios (no Samael). Algunos creen que este es solo otro nombre otorgado a Satán Se dice que él provocó la primera muerte de todos los recién nacidos en Egipto, y en atentar contra la vida de Moisés (en lugar de Dios), que también incitó al pueblo egipcio a perseguir a Moisés y a su pueblo por el desierto, para después matarles. También según los Jubileos, Mastema es un sirviente de Dios, su misión es tentar a los hombres; él no inicia el proceso de pecar, solo guía a los hombres, para después acusarlos frente al trono de Dios. Como el Satán del AT, su función es tentarlos y, si resisten los hombres las pruebas, serán dignos del cielo Según los Jubileos, Mastema le pidió a Dios que le otorgara parte de los espíritus condenados, para que ellos obedecieran su voluntad y así cumplir mejor su misión en contra del hombre... Dios le otorgó una décima parte de los espíritus para que obedecieran su voluntad, mientras las otras nueve partes permanecieron condenadas en el lugar del juicio final. Se dice que es el padre de todo mal, pero que aun así, es servidor de Dios. Es el ángel que acusa y sirve a Dios como tentador y príncipe del mal, de la injusticia y de la condenación.
Mefistófeles: Un arcángel caído y uno de los siete poderes infernales. Antes de su caída era uno de los asistentes del ángel Sadkiel y uno de los regentes del planeta Jupiter. En la obra "Fausto de Goethe", es Mefistofeles el que actúa de embajador de Satanás y firma un pacto satánico con Fausto. En otras leyendas se dice que es uno de los tres maestros del infierno, junto a Satán y Lucifer.
Merihim: Demonio príncipe cuyo poder principal reside en la peste.
Mullin: El Teniente de Leonardo.
Naamah: Uno de los cuatro ángeles de la prostitución, y una de las mujeres del terrible Samael. Esta se conoce como la madre de los demonios y fue una de las que corrompiera a los ángeles caídos y su líder Semyaza. Se dice que ocasione epilepsia a los niños.
Nebrios:Mariscal del infierno, que tiene el poder de lastimar y de predecir eventos futuros.
Nelchael: Un ángel caído, en un tiempo, uno de los setenta y dos ángeles ShemHamphora perteneciente al Coro de los Tronos.
Nefilin: También llamado Nephelin, o Nephillim, estos son los hijos gigantes de los ángeles caídos.
Nergal: Otro demonio secundario, aliado de Beelzebub. Nergal originalmente, era una deidad Sumeria, antes de ser demonolizado por los Teologos Europeos de la edad Media.
Og: Uno de los gigantes descendientes del ángel caído Semyaza.
Olivier: Uno de los ángeles caídos, perteneciente al Coro de los Arcángeles
Orgeuil: Uno de los demonios que fueron exorcizados de Elizabeth Allier en 1639 por Francois Faconnet. Los dos demonios que vivieron dentro de esta mujer por más de veinte años, lograron poseerla por medio de una costra en un pan que ella introdujo en su boca a la edad de 7 años. El nombre del otro demonio que la poseyó, es Bonifarce.
Orias: Marques que aparece en la forma de un león cabalgando un caballo, tiene una cola de serpiente y lleva en su mano, dos viboras. Enseña las virtudes de los planetas y sus mansiones. Es el demonio de la adivinación.
Ouza: También Uzza, uno de los ángeles caídos.
Paul Cabrademonte: Tambien conocido como "el demonio resorte", esta bestia horripilante tiene una historia muy tragica, ya que segun los historiadores y demonologos dicen que este demonio en un enfretamiento muy duro con la bestia celestial Moby Dick fue mordido en la pierna derecha, la cual lo dejo cojo por las eternidades. Algunas leyendas cuentan que dicho demonio tuvo algunas reuniones con el desagradable demonio con olor y aliento de sapo "Gian Pierre", para que le ayude a encontrar el pedaso de colmillo perdido por este.
Paymon: Un gran Maestro de ceremonias en el infierno, leal a Lucifer. Antes perteneciente a la Orden de las Dominaciones. Habla con voz ronca, enseñas todas las artes, ciencias y secretos, otorga y confirma dignidades. Tiene a su mando, 200 legiones infernales.
Pazuzu: Tormenta del sur oeste que causa enfermedades. Este es un demonio alado temido en Mesopotamia. Los Mesopotamicos creían que vivía en el desierto.
Peneme: También Penemue, uno de los ángeles caídos, el cual enseñó a los seres humanos, el arte de escribir con papel y tinta
Perrier: Un ángel caído, perteneciente a la Orden (o Coro) de las Principalidades.
Philotanus: Segundo en la orden de los demonios, y asistente de Belial. Induce a los hombres a cometer actos de Sodomía y Pederastía.
Rabdos: Un poderoso ángel caído, que se dice, puede detener el curso de las estrellas.
Rahab: El ángel caído de las profundidades del mar... se le considera un ángel caído.
Raum: Conde devastador de los infiernos. Su forma es la de un cuervo, pero también suele tomar forma humana. Encuentra tesoros y destruye ciudades y dignidades.Comanda 30 legiones.
Rimmon: Un ángel caído.


Sa - Zi
Salamiel: Uno de los ángeles caídos, miembro de los Grigori o Guardianes que a menudo, se identifica con Satánail.
Samael: Jefe de todos los Satánes.También conocido como el "Veneno de Dios", este título le es otorgado, porque cumple con las ejecuciones de muerte, que Dios le comanda, lo cual a menudo, hace que se le asocie con el Angel de la Muerte. Confundido erróneamente con el Arcangel Camael, este demonio es, para los Judíos, el Príncipe de los Demonios. En la tradición rabínica, él es el demonio de la Tormenta.

Samael, también asociado con Satán, fue, al principio de la creación, el más poderoso de los Tronos-Angeles, y se dice que tiene 12 alas. Cuando los angeles cayerón a los infiernos, hicieron un plan de venganza contra Dios, para destruir su más preciada creación, el hombre, pues los demonios estaban celosos de que el hombre pudiese darle el nombre a todas las criaturas, sin contar que desde el comienzo, ellos estaban en contra de la idea de la creación del hombre. Samael fue el demonio que tentó a Eva, poseyendo el cuerpo de una serpiente. Una leyenda dice que Adán y Eva eran seres inmateriales, y como Samael, está relacionado con todos los placeres y maldad relacionados a la materia, convenció a Adán y Eva, de hacerse de cuerpos materiales, para que así pudiesen morir.

En otra historia se cuenta que Samael intentó que Abraham no sacrificara a Isaac, haciéndolo dudar, para que así decepcionase a Dios, pero Abraham hizo caso omiso y Samael, en venganza, le contó a Sarah que Isaac estaba siendo asesinado por Abraham, así ella murió de horror y decepción. Es regente de los Olipoth, del Árbol de la vida, y su consorte es Lilith, con la cual, según muchas leyendas, procrea cientos de demonios. Rige la violencia y la destrucción. Una de las tradiciones Rabínicas dice que es el ángel que preside el quinto cielo.
Sameveel: Uno de los doscientos ángeles caídos.
Saraknyal: Uno de los doscientos angeles caídos.
Sargatanas: Brigadier del Infierno.
Sartael: Un demonio que se encarga de encontrar cosas escondidas.
Satánachia: Gran General del infierno.
Satánail: Según libros apocrifos de Enoch, este fue el nombre que Dios le dio al gran Ángel Beqa, después de su rebelión. Más tarde, Satanail, pasó a ser conocido como Satanás.
Seere: Poderoso príncipe, que gobierna el Este. Se aparece bajo la forma de un hombre hermoso, descubre todos los engaños, puede transportar lo que sea en menos de un parpadeo, y hace que todos los eventos pasen rápidamente. A él no le importa el bien o el mal, hará la voluntad de aquel que le comande.
Semyasa: El jefe de los doscientos ángeles caídos, pertenecientes a los Grigori. Se dice que está colgado entre la Tierra y el Cielo, y forma la constelación de Orión.
Shamdan: El padre de Asmodeo, nacido de su unión pecaminosa con Naamah, la hermana Tubal-Caín, quien llevó a los ángeles caídos a la perdición, con o sin su belleza.
Shax: Gran Marqués, que destruye el sentido de la vista, del oído y del entendimiento de cualquier hombre o mujer, de acuerdo a la voluntad del controlador (mago, invocador, exorcista).

Encuentra objetos perdidos, siempre y cuando no estén bajo del poder de algún otro espíritu. Se dice que suele robar las chequeras de los reyes, y regresa el dinero pasados 1200 años. Tiene que ser comandado correctamente al triángulo, si no, destruirá al invocador.
Sorath: Una entidad infernal, que rige el 666, el número de la Bestia según el libro de las Revelaciones.
Súcubo: En la época Medieval en Europa, un demonio femenino que visita a los hombres en sus sueños y tienen relaciones sexuales, de una forma fantasmal, con ellos. El hombre que cae víctima del Sucubo no volverá a pararse. Otras leyendas dicen que las víctimas del Sucubo pierden su alma.
Sytry: Un príncipe infernal cuya forma es una cabeza de leopardo pero asume forma humana cuando el mago lo ordena. Procura el amor entre los sexos y provoca a las mujeres a mostrarse desnudas.
Tamiel: Uno de los ángeles caídos, cuyo nombre significa "Perfección de Dios". Se dice que rige las profundidades del mar.
Tephros: es una entidad que puede curar fiebre, o traer obscuridad y pegarle fuego a los campos, por lo cual se dice que es mitan ángel, mitad demonio.
Tumael: Uno de los doscientos ángeles caídos.
Turel: Un ángel caído.
Ukobac: Un demonio del orden inferior. Siempre aparece como un ser humano de cuerpo inflamado. Se dice que es el inventor de los fuegos articiales. Es designado por Beelzebub para cuidar de las calderas del infierno.
Ura: Espíritu Babilonio de la muerte. Se dice que una vez tuvo en mente destruir a toda la humanidad.
Uval: Uno de los angeles caídos, perteneciente al Coro de las Potencias. Ahora se dice que es un gran duque jerarquía infernal, con 37 legiones a su mando. Se le invoca para conseguir el amor de una persona.
Vassago: Una de las entidades que se invocan en rituales de alta magia, generalmente para descubrir los secretos de las mujeres. Su identidad es dual y algunas autoridades lo describen como un ángel caído que se especializa en revelar el futuro y en encontrar cosas perdidas.
Veltis: Demonio que fue confinado por Salomón en una caldera de cobre. Fue liberado por los Babilonios. Atacó a Santa Margarita de Cortona.
Vepar: Este demonio toma la forma de una sirena. Guía las aguas y a los barcos de guerra, a veces logra hacer parecer que el mar, está lleno de barcos que navegan. (barcos fantasma).
Verdelet: Se dice que es un demonio del segundo orden, y Maestro de ceremonias del infierno. También se le conoce como Amo Persil, y su función es transportar a las brujas en el Sabbat.
Vodnik: En el folklor Eslavico, se trata de un demonio del agua, que sale a relucir cuando un niño se sumerge al agua. Aparece como un pez o como un humano de cabello verde, y mantiene a las personas bajo del agua, hasta ahogarles. En Rusia se le conoce como Vodjanoj.
Vual: Un gran Duque infernal, antes perteneciente a la orden de los poderes. Se aparece como un enorme dromedario y cuando toma forma humana, habla en lengua egipcia.Procura el amor de las mujeres y reconcilia amigos y enemigos.
Xaphan: Cuando Satán y sus angeles se rebelaron ante Dios, Xaphan se unió a sus filas y fue aceptado con brazos abiertos, debido a que el poseía una mente inventiva. El le sugirió a Satán prenderle fuego al cielo, pero fueron arrojados al infierno antes de cometer tan vil acto. Él está encargado eternamente, en mantener encendidas las llamas del infierno
Zagiel: Un ángel caído, perteneciente al Coro de los ángeles.
Zephar: Gran Duque de los infiernos, que tienta a los hombres a cometer pecados sexuales con niños. Tiene la forma de un guerrero y comanda 28 legiones.
Zeros: Demonio híbrido condenado por la Orden de las Dominaciones por el imperdonable acto de tracción hacia los demonios por haber sellado La Porte de l'Enfer o puerta del infierno, para detener la guerra que se llevaba a cabo por los demonios y los Ángeles. Se dice que este demonio se hanía enamorado de una ángel cuyo nombre no es mencionado, según los relatos este secreto amor fue el que lo llevo a cometer la traición hacia los demonios.Fue sellado en la segunda lágrima de la diosa caída cuya gema se perdió por los constantes saqueos llevada a cabo por los templarios.
Zimimar: Monarca de las regiones del noroeste del infierno.
Demonología es la rama de la teología y de la mitología que se encarga del estudio de los demonios y sus relaciones, haciendo alusión a sus orígenes y naturaleza.
ORIGENES
La manifestación más importante de la demonología cristiana occidental es el Malleus maleficarum (1486) (del latínMartillo de las Brujas), de los dominicos inquisidores Jakob Sprenger y Heinrich Kramer, que demuestran —de manera sui géneris— la existencia y el poder de la brujería como parte integral de la fe católica romana y de un peligro real para los fieles, aparte de ofrecer en su tratado toda clase de formas de reconocer y procesar una bruja, convirtiéndose así durante dos siglos en el manual para procesos de brujería.
En otro sentido, la demonología confecciona listados que intentan nombrar y establecer una jerarquía de espíritus maléficos. Así, la demonología es el opuesto de la angelología, que intenta recopilar la misma información al respecto de los buenos espíritus.
En la tradición cristiana, los demonios son ángeles caídos, así que se puede considerar la demonología como una rama de la angelología.
Sin embargo, muchas bases de datos demonológicas son conocimientos «capturados» a aquellos supuestamente capaces de invocar tales entidades, incluyendo las instrucciones sobre cómo convocarlos y (en el mejor de los casos) someterlos a la voluntad del conjurador.
Los grimorios de magia oculta son aquellos tomos que contienen los conocimientos acerca de esta faceta de la demonología, más de una vez estudiada con morboso deleite por aquellos que debían perseguir y juzgar a diabolistas y brujas.




viernes, 5 de noviembre de 2010

VELANDO EL CADÁVER -- GUY DE MAUPASSANT




VELANDO EL CADÁVER
GUY DE MAUPASSANT


     Había muerto sin agonía, tranquilamente, como mujer cuya vida fué irreprochable; y descansaba ahora en la cama boca arriba, cerrados los ojos, tranquilas sus facciones, los largos cabellos blancos cuidadosamente peinados cual si hubiese hecho su tocado diez minutos antes de morir, y toda su fisonomía de difunta tan recogida, tan reposada, tan resignada, que se comprendía que un alma tiernísima había habitado en aquel cuerpo, que aquella anciana serena había llevado la más tranquila de las existencias, que en su fin no había habido ni sacudidas ni remordimientos.
     De rodillas junto al lecho mortuorio, su hijo, un magistrado de principios inflexibles, y su hija Margarita, en religión la hermana Eulalia, lloraban amargamente.
     Desde su infancia les había inculcado una irreprochable moral, enseñándoles la religión sin debilidades y el deber sin transacción. Él, el varón, se había hecho magistrado, y blandiendo la ley sacudía sin piedad a los débiles, a los desfallecidos; ‘ella, la muchacha, empapada en la virtud que la había bañado en aquella familia austera, se había casado con Dios, disgustada de los hombres. No habían conocido a su padre; lo único que sabían era que había hecho a su madre desgraciada; y no tenían más detalles acerca de él.
     La religiosa besaba locamente una de las manos de la muerta, una mano de marfil semejante a la del Cristo amortajado. Al otro lado del cuerpo tendido, la otra mano de la difunta parecía tener todavía la colcha estrujada con ese errante gesto que se llama el decisivo; y la ropa había allí conservado pequeñas arrugas, como un recuerdo de los movimientos que preceden a la eterna inmovilidad. Unos ligeros golpes dados en la puerta hicieron que se alzasen los dos trastornados rostros, y el sacerdote, que acababa de cenar, entró nuevamente. Estaba rojo, sofocado por los comienzos de la digestión, pues había echado mucho coñac en el café para luchar contra la fatiga de las pasadas noches y la de la noche de vela que comenzaba.
     Parecía triste; en su rostro se veía esa falsa tristeza del eclesiástico para quien la muerte es una manera de ganarse la vida. Hizo la señal de la cruz, y acercándose con su gesto profesional:
     —Aquí estoy, pobres hijos míos —murmuró—, dispuesto a ayudarlos a pasar estas tristes horas.
     Pero sor Eulalia se levantó súbitaamente:
     —Gracias, padre mío; mi hermano y yo deseamos quedar solos con ella. Son éstos los últimos instantes que la veremos, y deseamos estar los tres solos, como en otra época, como cuando..., cuando... cuando éramos niños y nuestra po..., pobre madre…
     No pudo acabar; tantas eran sus lágrimas, de tal modo la oprimía el dolor.
     El sacerdote se inclinó, más alegre, pensando en su cama.
     —Como gustéis, hijos míos—dijo. Se arrodilló, se santiguó, rezó, se levantó y salió despacito, murmurando:
     —¡Era una santa!
     La difunta y sus hijos quedaron solos. Un oculto reloj producía en la sombra un ruido regular, y por la abierta ventana los suaves perfumes del heno y de la madera penetraban con un lánguido claror de luna. De la campiña no llegaba ningún sonido más que el de las notas volantes de los sapos y, a veces, el ronquido de un insecto nocturno que penetraba como una bala y chocaba en la pared. Una infinita paz, una divina melancolía y una silenciosa serenidad rodeaban a aquella difunta, pareciendo huir con ella y echarse fuera de allí apaciguando la propia Naturaleza.
     De pronto, el magistrado, de rodillas siempre y con la cabeza oculta entre las ropas del lecho, con voz lejana, desgarradora, lanzada a través de las mantas y las sábanas, gritó:
     —¡Madre, madre, madre!
     Y la hermana, echándose contra el suelo, dando en el entarimado con su frente de fanática, convulsionada, retorcida, vibrante, como en una crisis de epilepsia, gimió:
     —¡Jesús, Jesús, madre, Jesús! Y, sacudidos por un huracán de dolor, ambos jadeaban, gemían amargamente.
     Mucho tiempo después se levantaron y se quedaron mirando el querido cadáver. Y los recuerdos, esos recuerdos lejanos, ayer tan dulces y hoy tan crueles, se presentaban en su imaginación con todos esos pequeños detalles olvidados, esos pequeños detalles íntimos y familiares que hacen vivir de nuevo al ser desaparecido. Recordaban circunstancias, palabras, sonrisas, entonaciones de voz de la que ya no volvería a hablarles. La tornaban a ver feliz y tranquila, se repetían las frases que en otro tiempo les dirigiera con un ligero movimiento de la mano que ella empleaba a veces, como para llevar el compás, cuando pronunciaba un discurso importante.
     Y la amaban como nunca la habían amado. Y comprendían, midiendo su desesperación, hasta qué punto iban ahora a verse abandonados.
     Luego, poco a poco, la fuerza de la crisis fue disminuyendo como las lluviosas calmas siguen a las borrascas en el agitado Océano, y se pusieron a llorar de un modo más suave.
     Era su sostén, su guía, toda su juventud, toda la alegre parte de su existencia lo que desaparecía; era su lazo con la vida, la madre, la mamá, la carne creadora, el punto de unión con los abuelos que no tenían ya.
     Ahora quedaban solitarios, aislados; ya no podrían mirar tras sí.
     La monja dijo a su hermano:
     —Ya sabes que mamá tenía grande afición a leer sus viejas cartas; todas están ahí, en ese cajón. ¿No haríamos bien en leerlas a nuestra vez, reviviendo toda su vida en esta noche que hemos de pasar junto a ella? Sería como un camino del Calvario, como un conocimiento que haríamos con su madre, con nuestros viejos parientes desconocidos, cuyas cartas se encuentran ahí, y de quienes tan a menudo nos hablaba. ¿Te acuerdas?
     *
     
     Y tomaron del cajón unos diez legajos de papeles amarillentos, cuidadosamente sujetos y colocados unos contra otros. Depositaron encima de la cama estas reliquias y escogiendo una de ellas, sobre la cual estaba escrita la palabra «Padre», la abrieron y leyeron.
     Eran esas viejas epístolas que se encuentran en los antiguos muebles familiares, esas epístolas que tienen el olor de otro siglo. La primera rezaba: «Querida mía»; y otra: «Mi hermosa hijita», y las otras: «Mi querida niña», y otras, por fin: «Mi querida hija.» Y de pronto la monja se puso a leer en voz alta, a leer nuevamente a la muerta su historia, todos sus dulces recuerdos. Y el magistrado, con un codo apoyado en la cama, le prestaba atención, fijos los ojos en su madre. Y el cadáver Inmóvil parecía feliz.
     Interrumpiéndose, sor Eulalia dijo de pronto:
     —Será menester meterlas en su tumba, hacerle un sudario de todo esto y amortajarla con él.
     Y cogiendo otro legajo, sobre el cual nada había escrito, principió a leer como antes.
     
     «Querida mía: Te amo hasta la locura. Desde ayer sufro como un condenado, achicharrado por tu recuerdo. Siento tus labios bajo los míos, tus ojos bajo mis ojos, tu carne bajo mi carne. ¡Te amo, te amo! Me has enloquecido. Mis brazos se abren, jadeo impulsado por un ansia inmensa de poseerte nuevamente. He conservado en mi boca el sabor de tus besos...»
     
     El magistrado se había puesto en píe; la monja se interrumpió; le arrancó la carta, buscó la firma. No la llevaba el papel; sólo se leían estas palabras: «El que te adora»; el nombre era «Enrique». Su padre se llamaba Renato. Entonces el hijo, con rápidas manos, revolvió el paquete de cartas, tomó otra y leyó:
     
     «No puedo vivir sin tus caricias...»
     
     Y en pie, severo como en su tribunal, miró impasible a la muerta. La monja, erguida como una estatua, con algunas olvidadas lágrimas en los extremos de los ojos, contemplando a su hermano, esperaba. El atravesó entonces el aposento andando despacio, llegó a la ventana y, con la mirada perdida en la noche, meditó.
     Cuando volvió la cabeza, sor Eulalia, ya secos los ojos, permanecía en pie, junto al lecho, baja la cara.
     El avanzó, recogió vivamente las cartas y las fué echando revueltas en el cajón; en seguida corrió los cortinajes de la cama.
     Y cuando el día hizo palidecer las bujías que ardían sobre la mesa, el hijo abandonó lentamente su sillón y, sin mirar ni una vez más a la madre, que había, condenándola, separado de ellos, dijo lentamente:
     —Ahora, hermana mía, salgamos de aquí.
     

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