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EN LOS LIMITES DE LA REALIDAD

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lunes, 17 de septiembre de 2012

DIOSES JAPONESES - DEFINICIONES


Ama-terasu
Es la Diosa-Sol, literalmente: la "Deidad que ilunima el cielo". Nació de las manchas que Izanagi lavó en el río al salir del infierno. Resplandeciente en su apostura, dignificada con su atuendo, de caracter magnánimo y benigno, y brillaba gloriosamente en el cielo. Tenía a su cargo el gobierno de los cielos.


Izanagi e Izanami
Su nombre significa "Macho que invita" y tiene como compañera a Izanami, la "Hembra que invita". Estas dos deidades fueron enviadas al mundo por orden de las "deidades celestiales" a fin de traer cosas a la tierra. Decendieron de su morada por el "Puente flotante del cielo" (se interpreta como arcoiris). Izanagi cortó através del espacio con su espada y las gotas de agua salada de la punta de su espada se coagularon en un islote llamado Onokoro, es decir, "Autocoagulante". Después aterrizaron ahí y se casaron y más tarde dieron la vuelta al islote en direcciones opuestas y se hallaron en el opuesto más lejano. El primer hijo nacido fue un abortado, como una medusa, debido a una falta de la diosa durante la ceremonia de la boda. Ese niño fue arrojado al agua. Más tarde tuvieron muchas cosas, o deidades, como el mar, las cascadas, el viento, los árboles, las montañas, los campos, etc... Después del nacimiento de estas u otras deidades, incluyendo las islas del archipiélago japonés, el nacimiento de los dioses del fuego fue fatal a la diosa Izanami. Su muerte fue semejante a la de cualquier ser humano, a causa de unas fiebres, pudiendo ser llamado el primer caso de mortalidad humana. Tras su muerte descendió al Hades japonés "Yomot-su-kuni" ("tierra de la oscuridad"


Dragón de Koshi
Vivia cerca del monte Torikami en Izumo (donde se encuentra la puerta del infierno). Segun la leyenda era un dragon rojo de ocho cabezas y ocho colas, del tamaño de ocho montañas y ocho valles, que año tras año visitaba un poblado cercano donde vivian dos ancianos llamados Ashinazuchi y Tenazuchi con sus ocho hijas, mismas que habian sido devoradas por el dragon, hasta que solo quedaba la menor, cuando la fecha en que el dragon vendria por la ultima hija, el dios Susa No Ho descendio cerca y sintio piedad por los ancianos, tomo por esposa a la ultima hija y planeo la muerte del dragon, embriagandolo con sake y cortando sus ocho cabezas y al cortar su cola encontro una espada magica de gran filo llamada Kusanagi, que es una de las tres joyas imperiales y se venera en el templo de Atsuta.


Amida
Según sus devotos, el más grande de los dioses y el soberano y ducho del paraíso; el protector de las almas humanas el padre y el dios de todos aquellos que son admitidos a gozar de las delicias del paraíso: en una palabra, el mediador y el salvador de la humanidad; pues por su intercesión obtienen las almas la remisión de todas sus faltas y llegan a ser dignas de la beatitud celestial. Hace dos mil años que vivió, habiéndose ejercitado muchos miles de años en la penitencia y la predicación: hasta que cansado de su existencia, se dio muerte y fue contado en el número de los dioses. Creen sus adoradores que Amida goza de gran crédito con Jemma, dios de los Infiernos, para inclinar a este severo juez, no solo a mitigar las penas de los culpables, sino también a hacerles gracia enviándolos otra vez al mundo antes del tiempo prescrito para la expiación de sus pecados. Amida es venerado sobre todo por los devotos que antiguamente le ofrecían el sacrificio de su vida ahogándose en honor suyo. La víctima entraba en una barquita dorada y adornada de gallardetes de seda; se ataba unas piedras al cuello, en los píes, y en los vestidos; bailaba al son de varios instrumentos, y luego se arrojaba al río. Algunas veces hacían un agujero en la barquilla y se dejaban caer al fondo a la vista de una multitud de parientes, amigos y bonzos. Otros entusiastas de la misma clase se metían en una cueva estrecha en forma de una tumba, cubierta por todas partes a excepción de un pequeño agujero que servia para entrar el aire, y en este sepulcro el devoto no cesaba de llamar a Amida hasta que expiraba. He aquí la descripción que hacen de esta divinidad sus discípulos. Dicen que es el Ser supremo; sustancia indivisible, incorpórea, inmutable, distinta de todos los elementos; que existe con la naturaleza, que es el manantial y el fundamento de todo bien, sin principio ni fin, infinito, inmenso y creador del universo. Es representado en un altar, montado en un caballo con siete cabezas, jeroglífico de siete mil años, con cabeza de perro, teniendo en sus manos un anillo o círculo de oro que está mordiendo. Este emblema tiene bastante analogía con el circulo egipcio considerado como un emblema del tiempo: por lo mismo este dios es un jeroglífico de la revolución de las edades o más bien de la eternidad misma. Otras veces le dan tres cabezas, cada una cubierta de una especie de bonete, con barba larga. Sus vestidos consisten en un ropaje riquísimo guarnecido de perlas y de piedras preciosas.


Kuni-toko-tachi
Al principio, como dicen los antiguos relatos del shinto, había el caos, como un mar de aceite. De aquél primer caos surgió algo como el vástago de un junco. Resultó ser una deidad que llamada Kuni-toko-tachi ("El senór eterno ordenador"), y con él se generaron dos deidades llamadas respectivamente, Taka-mi-musubi ("dios-Productor de lo Alto") y Kami-mi-masubi ("diosa-Protectora de lo Divino"), no se dice explícitamente que fueran marido y mujer, pero es muy probable que como tales fueran concebidos. Los tres se consideran la triada original de la generación de dioses, hombres y cosas. Pero casi nada más se sabe de ellos, excepto que algunos clanes aseguran descender de uno a otro de ellos.

A la primitiva triada le siguió una serie de dioses y diosas, probablemente por parejas, siendo seguramente personificaciones de fuerzas germinadoras, como el lodo, el vapor y las simientes. Se dice que todo estaba "oculto en sí mismo", o sea, muerto, pero no según el consepto de la mortalidad humana. Tras una sucesión de generaciones y desapariciones espontáneas, apareció una pareja destinada a generar muchas cosas y dioses de gran importancia. Fueron Izanagi e Izanami.



Mitoshi-na-kami
Dios de las cosechas al que Oh-kuni-nushi logra convencer por medio de sacrificios a apaciguar su cólera y volver a restaurar los arrozales y todas las cosechas de la tierra del Japón.


Ninigi
Su nombre significa: "Hombre Prosperidad". Nieto de Ama-terasu que envió a éste a las islas del archipiélago japonés para que las reinara


Shicomé
"Hembras de la gran fealdad" Son las furias japonesas, tienen su morada en el infierno. Fueron invocadas por Izanami para atrapar a Izanagi cuando éste la buscaba para llevarla de nuevo a la tierra. Y casi lo atrapan de no ser porque éste les tiró unos racimos de uva silvestre que las Shicomé se entretuvieron comiendo


Susa-no-wo
Es el Dios de la tormenta, literalmente: el "Deidad de impetuosa rapidez". Nació de las manchas que Izanagi lavó en el río al salir del infierno. Este dios tenía un aspecto oscuro, llevaba barba, era de caracter furioso e impetuoso, aunque su cuerpo mostraba una gran reicedumbre. El mar era el reino a él confiado. Pero descuidaba su reino y probocaba toda clase de alborotos y revueltas. Llorando y rabiando, declaraba que soñaba la morada de su madre, y en sus transportes de furor destruía lo que ordenaba sensátamente su hermana, Ama-terasu.




Taka-mi-musubi "dios-Productor de lo Alto"

Ukemochi
Su nombre significa: "el Genio de la Comida". Diosa que tiene a su cargo la tutela de los alimentos. Muerta por Tsu-ki-yo-mi dio nacimiento a las cosas útiles, comestibles.El caballo y la vaca salieron de su cabeza; sus cejas produjeron las lombrices; su frente dio el mijo; el arroz surgió de su abdomen, etc...



Uzume
Diosa que interpretó una danza para hace salir a Ama-terasu de la cueva donde se había escondido , y divirtió tanto a los invitados que hizo temblar la tierra con sus risas, Ante la algaravía la Diosa-sol salió por la curiosidad de ver lo que pasaba y así hubo otra vez sol en la tierra.







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