Brujería y magia negra
1.
Introducción
Si
somos conscientes de la brujería y magia negra como un fenómeno social que ha
venido evolucionando a través del tiempo, al igual que nuestra civilización,
podemos ver que este proceso se ha realizado conforme a importantes influencias
que afectan tanto al fenómeno en sí como a nuestra sociedad.
La brujería y la magia
negra son el resultado de creencias que se dan simultáneamente entre quienes la
practican y el resto de la sociedad, ya que es ella quién fija los parámetros
para el desarrollo de sus principios y sus campos de influencia. Es por tanto,
al igual que el arte y la ciencia, una construcción colectiva que sólo adquiere
sentido en sociedad."
Es por esta razón, que
preguntarnos sobre las diferencias que la brujería y magia negra adquieren
dentro de nuestro propio país, y las expectativas en su desarrollo , ya sea, en
zonas urbanas y rurales, nos servirían para proyectar una posible dirección que
llegase a tomar este fenómeno a futuro.
Por
lo tanto, preguntas como : ¿Existen diferencias en torno a la brujería y
magia negra, entre los sectores urbanos y rurales de nuestro país?, ¿De qué
manera influyen la familia, las creencias religiosas, la ubicación en sectores
urbanos o rurales, la educación y el progreso científico en el establecimiento
de este fenómeno?, ¿La tradición juega un papel determinante en el sentido que
adquiere la práctica de brujería y magia negra en cada sector?, ¿Qué grado de
compromiso existe en ambos sectores, rural-urbano, con respecto al desarrollo
de la brujería y magia negra?, ¿De qué manera cada uno de estos sectores ayuda
al desarrollo de la brujería y magia negra ?, no son poco significativas,
si pensamos que con ellas podremos establecer un modelo que refleje nuestra
sociedad en estos días, y cómo y en qué dirección se mueven sus fuerzas en el
ámbito de nuestras propias creencias.
Nuestra
investigación trata un tema que nos involucra a todos como sociedad chilena y
contribuirá a la exploración de un área poco desarrollada dentro del cuerpo de
conocimientos existentes.
.
2.
Marco teórico.
Historia
de la brujería (de Frank Donovan).
Capitulo
2: Evolución de la magia brujeril.
Actualmente se dice que
solo la gente de América del sur o África creen y practican este tipo de prácticas,
siendo así vistos por los ojos de los países desarrollados como gente
manipuladora y charlatana. El conocimiento mas cabal de las leyes naturales han
detonado en gran parte este cambio, aun así existe un contrasentido pues la
gente que habita en los países desarrollados tiene cierta clase de fetiches,
que cumplen un papel de protección o cabalísticos.
Magia
religión y ciencia.
Tanto la magia como la
religión implican cierta clase de milagro, solo que en la primera de estas no
existen orientaciones divinas de por medio; así lo que es magia para un hombre
para otro es milagro.
Si nos remontamos a la
antigüedad tal vez el primer sacerdote fue un sabio de la Edad de Piedra que
siendo mas inteligente y observador en el asunto de observar su entorno, se
vistió con pieles y dijo a sus congéneres que y donde cazar. Así el sacerdote
fue al mismo tiempo mago, ambas labores se realizaban indistintamente.
De esta manera a medida
que avanzó la historia los magos fueron muy valorados, incluso los reyes persas
no tomaban ninguna decisión relevante sin consultar antes a ellos. Incluso en
esta época la magia fue la precursora de muchas de las ciencias que conocemos
en la actualidad tales como la medicina (curar con hierbas), la astronomía (astrología),
y la química (alquimia), entre otras. Con el inicio de la cristiandad se niega
un poco la magia y nace la magia de los sabios: la ciencia.
En un principio teólogo y
sabio tomaron esta magia y la hicieron suya, así el clero practicaba esta
magia, y condenaba a los otros brujos por ser no buenos para ellos.
De esta manera la magia y
brujería se van haciendo mala fama a partir de este periodo, por varis razones
como:
1.
Cuando el clero se hizo
poderoso, este se corrompió y se volvió insaciable por vender su magia, incluso
los magos no clericales sufrieron el mismo vicio solo que estos últimos
practicaban magia a pedido del cliente, siendo esta buena o mala (magia negra).
2.
Además en este momento la
religión cristiana hizo la distinción entre magia y milagro, considerando a la
magia como algo no contemplado por Dios y por tanto no bueno.
La
brujería clásica.
Los antiguos manuscritos
griegos nos muestran a la brujas como gente que realizaba tareas amatorias como
filtros amatorios, e incluso también se decía que eran malas, y se ponía
énfasis en los sacrificios que hacían; incluso también se les adjunto la tarea
de vaticinar el futuro. Practicaban sus hechizos como poemas recitados con un
ritmo y desenlace tal que se comparan con poemas modernos.
En Roma no se perseguía a
las brujas entendiendo estas prácticas como religiones de los reinos
conquistados, pero a los cristianos se les persiguió por practicar brujería,
según Nerón estos conspiraban contra el imperio.
Influencias
clásicas en la cristiandad.
Desde la caída del
Imperio Romano hasta la
Ilustración existía un clima proclive a la brujería y magia.
Esto se explica por las influencias clásicas. Durante gran parte de esta era se
consideraba a la brujería un aspecto de la hechicería, esta solo se perfilo
como culto hacia el siglo XV, cuando fue reconocida como tal. Se decía que los
brujos que los brujos realizaban hechizos buenos o malos a petición del
cliente.
Capitulo
10: Conclusiones.
Lo que las brujas
modernas llaman magia no tiene nada que ver con las creencias antiguas. Ellas
no creen que se pueda crear tormentas o invocar espíritus malignos, sino que
creen que los acontecimientos están controlados por una o varias mentes humanas
y ellas buscan como hacer contacto con ellos e influir así sobre las mentes de
los otros.
La magia brujeril es una
combinación de ciertos aspectos de del ocultismo y fenómenos de la
parapsicología como: Percepción extrasensorial, telepatía, hipnotismo,
autosugestión, precognición, escritura automática, radiestesia, y demás.
La ciencia tiembla al oír
la palabra brujería, pero sin embargo han intentado estudiarla expertos en
áreas tales como la biología o psicología, y han encontrado similitudes entre
sus investigaciones y las creencias de la brujas, tal vez la ciencia del futuro
pueda investigar esta practica, por ahora la gran diferencia es la fe que esta
de por medio.
En si misma la magia no
tiene sentido moral alguno, pues esta se utiliza tanto para el bien como para
el mal, pero es raro ver que sean practicas maléficas. Las brujas plantean que
su magia no es infalible, pero dicen que el porcentaje de efectividad es tan
alto como para atribuirlo a una simple casualidad.
Ella cree que todas las
personas tienen cierto potencial paranormal que pude ser desarrollado con el
aprendizaje. Pero también se necesita del conventículo de la fe, y del ritual
para que así cada mimbro contribuya.
Gardner dice que hace
falta cierta aptitud para que los miembros del culto sean eficaces: “La
brujería era y es un mundo que no resulta asequible a todo el mundo. A menos
que tengas atracción hacia lo oculto, o tengas una sensación de lo maravilloso,
un sentimiento de que puedes, durante unos minutos, escapar de este mundo a uno
de hadas y duendecillos no sirve para ti.”
La publicidad ha creado
un aura de sensacionalismo erótico en torno a la brujería que atrae a
neuróticos, exhibicionistas, o persona inmaduras e inestables. Las brujas en
realidad son serias y mas quisquillosas que sus demás congéneres, incluso
tienen estrictamente prohibido debelar su condición de brujas, además los
cultos de iniciación no son nada barbáricos, como beber sangre o danzar
desnudas, sino que es algo místico, como un sueño místico y sublime para quien
de verdad cree en esto.
BRUJERÍA EN CHILE:
ESPACIO DE CRUCES GENÉRICOS, ÉTNICOS Y DE CLASE.
Algunas
definiciones.
La brujería siendo
universal posee realizaciones y definiciones particulares de acuerdo a las
culturas; de ese modo podemos distinguir que la brujería es una construcción
social y como tal varía de pueblo en pueblo. El auge de las prácticas
brujeriles en el mundo occidental se encuentra en Europa a fines de la edad
media y durante el renacimiento. Desde esa época la brujería aparece como “...
el ejercicio de un poder sobrenatural que se supone poseen quienes han hecho un
pacto con el diablo” y, más específicamente, esa persona es casi siempre una
“... maga, hechicera... sobre todo (una) mujer a quien la creencia atribuye
pactos con el diablo o con espíritus malignos y capaz, mediante su cooperación,
de realizar actos sobrenaturales”1
Por otro lado, algunos
especialistas en el tema sostienen la importancia de diferenciar entre magia,
hechicería y brujería, entendiendo a esta última como “un culto de la
antigüedad” y distinguiendo la existencia de una brujería operativa y una brujería
ritual.
Desde la antropología se
prefiere utilizar el término chamán, para el caso de las sociedades sin
escritura, como sustituto de “brujo/a” o “curandero/a”.
Como vemos las nociones
varían; pero tiene en común el hecho de que habría personas que pueden actuar
ya sea en “bien o en mal” por medio de procedimientos ligados a lo
sobrenatural.
Un planteamiento
interesante es el de René Girard, quien pone de relieve la construcción social
de la bruja como una victima de las persecuciones sociales, debido a que son
una minoría que perjudica a la sociedad y que pese a su insignificancia
personal, se entrega a una actividades susceptibles de afectar al conjunto del
cuerpo social. Desde esta óptica la bruja es “creada” socialmente, asumiéndose
como una victima propiciatoria perfecta.
Pero, como nos hemos
percatado no solo en el mundo occidental la brujería existió como fenómeno
social. En África, por ejemplo, esta institucionalizada y en muchas otras
sociedades indígenas de Latinoamérica ocupa y ocupó un papel importante. Sin
duda, los y las chamanes del universo indígena no sólo tuvieron incidencia en
la manipulación de los sobrenatural, sino que “... fueron a menudo líderes y
también protectores de sus grupos y los chamanes-mesías sudamericanos solían
combinar poderes políticos y mágicos por igual”2
En el caso mapuche, que
es el que se despliega en nuestro territorio-junto al español-, la diferencia
entre chamanismo positivo y negativo se especifica en Machi y Kalku,
respectivamente.
El que hace el mal es el
Kalku. Sin embargo, las fronteras entre uno y otro son esencialmente
coyunturales, toda vez que un machi puede advenir en brujo según el éxito
reiterado que tenga en la sanación de sus enfermos. Desde la cosmovisión
mapuche ninguna muerte es natural y muchas dolencias físicas son ocasionadas
por agentes sobrenaturales, por manipulaciones de los Kalku. De este modo, la
brujería tiene una importancia central en la vida de los sujetos: hay que
cuidarse de ella y detectarla a tiempo para lograr el equilibrio del cuerpo
enfermo.
Mujeres
apasionadas, mujeres enamoradas: las victimas de la Inquisición.
Como es fácil de
apreciar, en el Chile colonial no se produjo una persecución a las mujeres
brujas, ni existió el fenómeno de su casería indiscriminada. Por otro lado, la Inquisición en los
países periféricos como el nuestro tuvo escasa influencia.
Los procesos seguidos a
Francisca de Escobedo, Juana de Soto, Maria de Encío y Juana de Castañeda guardan
algunas semejanzas entre sí. En primer lugar se trata de españolas-salvo la
Castañeda que es una mulata- acusadas por consultar a “indias hechiceras”. En
segundo lugar, todas ellas son mujeres involucradas con otras para obtener un
beneficio mágico. Percibimos entonces que la practica de la hechicería
conjuntaba a mujeres de distintas etnias y clases y por tanto que había un
lenguaje común que posibilitaba el dialogo entre ambas.
En tercer lugar, en los
juicios que tenemos más información- Maria de Encío y Juana de Castañeda- el
motivo del amor, del sentimiento, será el punto nodal de la recurrencia a las
hechicerías o supersticiones. Al interior de una cosmovisión en donde los
sujetos están ligados a lo trascendente, la recurrencia a métodos mágicos para
alterar el destino o favorecerlo no es una acción peregrina.
De este modo, el
compartir la creencia en prácticas sobrenaturales para torcer los designios
vitales debió haber posibilitado la creación de sincretismos y agregar
elementos importantes a la cultura mestiza latinoamericana; las mujeres- de las
distintas etnias en relación- fueron las artífices de esta amalgama.
La
brujería del “otro”: indios rebeldes e idolatras.
En el recorrido que hemos
hecho emerge con fuerza un tipo de “brujería” que, con semejanzas y
diferencias, se desplaza en el tiempo. Nos referimos a los procesos por
brujería a los mapuches de Boroa, de Chillan y Chiloé. Se trata, en todos estos
casos de indígenas, supuestamente asociados, en donde predominan los hombres,
pero siempre se le atribuye a una mujer un rol central.
Las victimas que construye
el orden colonial y republicano son entonces “lo otro” de la “blanquidad” - así
como las mujeres aparecen para la Inquisición como “lo otro” del poder
masculino.
Al respecto, Girard
expresa que: “las minorías étnicas y religiosas tienden a polarizar en su
contra a las mayorías. Este es un criterio de selección de victimas sin duda
relativo a cada sociedad, pero en principio transcultural. Hay muy pocas
sociedades que no sometan a sus minorías, a todos sus grupos mal integrados o
simplemente peculiares, determinadas formas de discriminación cuando no de
persecución”.
Ya sea por las sospechas
de alzamiento en lo que denominamos la “guerra de los encantos”; por la
paranoia de un sacerdote que veía en cada mapuche a un brujo o por presunción
de muertes en Chiloé, grupos de indígenas fueron acusados de practicas
hechiceras. En un cierto continuum, desde el siglo XVII al XIX, sobre
quienes recaen las dudas y desconfianzas son los sujetos de al minoría étnica
mapuche. Esto es de gran importancia en tanto estaríamos en presencia de un
mecanismo transcultural de victimas pero es interesante también porque revela
que un grupo “blanco”, “civilizado”, comparte similares creencias con el grupo
indígena.
Lo peculiar de estos
casos, a diferencia de las clásicas acusaciones de brujería en Europa y el
resto de América, es que se trata de persecuciones a individuos, supuestamente
asociados en trono a la brujería en los cuales como ya lo dijéramos había una
mayoría de hombres y una machi o curandera a la que se imputaban casi todos los
males. Sin embargo, los hombres compartían con esas mujeres la calidad de
brujos. Por eso, podemos decir que estos sucesos se produce una interacción de
genero en donde lo masculino y lo femenino poseen un rasgo que los une: su
capacidad de manipulación de lo sobrenatural.
Común a tos estos
procesos estas también cuevas o reni en donde los indígenas celebraría n sus
ritos y ceremonias maléficas. Ya sea en ala zona central o en el sur las cuevas
eran custodiadas por culebras, lagartos, culebrones, chivatos, invunches y a
veces por anchimallén. Una característica de estas cuevas es que ellas se
heredaban: pasaban de brujo en brujo. Es posible apreciar procesos de mestizaje
cultural en las cuevas: algunas estaban forradas de madera, otras lucían en su
interior dorado, la de Quicaví poseía sillas y mesas y todas estaban semi
ocultas a los ojos de los mortales comunes y corrientes.
Otro punto similar es que
en casi todos estos procesos los inculpados, además de pertenecer a la cultura
mapuche son parientes entre si ya sea por alianza o consanguíneos, o bien
vecinos.
Tal vez, el juicio
seguido en el siglo XVII a los brujos mapuches de Boroa por ser más antiguo
proporciona interesantes elementos para conocer las relaciones interétnicas y
las visiones del “otro” que tenían los españoles. Resulta evidente que lo que
los europeos entendieron como “brujería” se relacionaba con practicas
chamánicas mapuches. Por otro lado, se trata de un juicio que mezcla la
acusación de rebeldía y de brujería juntas.
En este caso es claro que
se trata de una situación en donde las acciones chamánicas se relacionaban
tanto con “micropolítica” como con la “macropolítica”. Por una parte, es
discernible la resolución de conflictos entre personas a través de “hacer el
mal” para restaurar “agravios” y por la otra, la conclusión de las tensiones
entre mapuches “amigos” de los españoles y “enemigos” de éstos.
Se pueden así conectar
las prácticas de “brujería” con procesos de resistencia étnica.
Los
brujos como enclaves de la diferencia.
El proceso seguido a los
brujos de Chillan revela una serie de similitudes, como lo expresáramos, con el
anterior. Desde nuestra óptica, leemos en este caso el devenir de los mapuches
en la zona central, mestiza y española.
Nuevamente aquí aparece
el terreno de las relaciones interétnicas y de genero. Un grupo de indígenas
mapuche sindicados de brujos, supuestamente se reunían para confabularse y
hacer hechicerías.
Un número más o menos
igual de hombres y mujeres se congregarían para efectuar borracheras y bailes,
en un entramado de elementos que pertenecen tanto al universo indígena como al
europeo: el chivato pillán, las guitarras en conjunto con el cultrún, etc. En
los brujos de Chillán se puede vislumbrara parte de la cultura mestiza de la
zona central del país.
La
organización secreta.
En plena Republica
emergerá nuevamente la acusación de prácticas hechiceras contra un grupo de
mapuche-huilliches.
Observamos en este caso,
que también la brujería esta asociada a la solución de tensiones intra e
intergrupales. La “asociación” aparece así brindando “justicia” dentro de una
compleja estructura administrativa de tipo mestizo
( En el sentido de la
combinación de elementos de la jurisdicción chilena con la indígena).
La
muerte del mal.
Los tribunales
contemporáneos de justicia también actuaron en un caso de acusación de brujería
que a diferencia de los anteriores fue resuelto sin recurrir a ellos. Juanita
Catrilaf fue procesada por el asesinato de su abuela la machi Antonia, acusada
de ser Kalku (bruja.) Por la propia comunidad indígena. Juanita fue absuelta
por pertenecer a un mundo “otro”, su violencia es aceptada por estar inmersa en
un código no chileno, desplazando la culpa a la sociedad global que abandona a
los indígenas en la miseria y la ignorancia. Así, si antes idolatras y faltos
de fe, hoy los mapuches son víctimas del abandono de la civilización, de una
sociedad que es responsable de que ellos sigan cometiendo actos salvajes
(prácticas de brujería y superación de sus efectos vía un dictamen cultural:
dar muerte a la bruja.)
Quizás sea este el caso
más interesante, desde el punto de vista de la construcción de la bruja-
víctima, sobre todo, porque ocurrió en una época moderna y porque, como en un
sueño recurrente, los “otros”, los indígenas, son los sujetos en los cuales
recae el ser hechicero.
1
es interesante señalar que el diccionario de la real academia española aparece
como definición de brujería: superstición y engaños en que cree el vulgo, se
ejercitan las brujas, y entre las acepciones de bruja mujer fea y vieja.
2
Weston la Berre citado or Solomon; 487.
“BRUJERÍA Y MAGIA EN
AMÉRICA”.
Capitulo: La brujería
americana.
e.
Conclusión.
La religiosidad amerindia
es un animismo que, acentuando, según las religiones, el aspecto fetichista o
totemista, se diferencia de la africana en cuanto al papel desempeñado por el
hechicero.
El chaman es un
superhombre gracias a sus extraordinarios poderes, el hechicero africano es más
bien un sabio.
Ambos conocen la manera
de utilizar las fuerzas espirituales, pero el chaman, a diferencia del
hechicero africano, que mas bien procura su alianza o benevolencia, manda sobre
los espíritus.
Según el animismo
africano, los espíritus pueden poseer a cualquier persona; en la versión
amerindia, los espíritus poseen tan solo al chaman.
Este puede transferir su
alma al cuerpo de animales u otras personas, suspendiendo las funciones vitales
del propio, mientras que el hechicero africano no.
En ambos animismos, las
almas de los fallecidos influyen en los acontecimientos de la vida y están en
intimo contacto con los vivos; sin embargo, el manismo no es precisamente un
aspecto desarrollado por los amerindios, quienes más bien temen instintivamente
a los fantasmas y procuran alejarlos a base de constantes ofrendas.
Nos parecen aceptables
las conclusiones de Metreux acerca de las tribus amazónicas y validas para ser
aplicadas, salvo las variantes señaladas, a la religiosidad amerindia en
general.
Resumiendo los amerindios
creen:
1º En la existencia de un
ser supremo, fuerza o espíritu que no suele interferir en los asuntos humanos y
al que no es preciso tributar culto.
2º En la existencia de
fuerzas o espíritus no humanos, invariablemente hostiles a los hombres, cuyos
fetiches son los bosques, ríos, montañas, animales, los fenómenos geológicos y
meteorológicos, etc.
3º en la intervención
dañina de las almas de los hombres y de los animales muertos, en sus venganzas,
apariciones, etc.
4º en los extraordinarios
poderes del chaman, que radican no tan solo en sus ciencia, sino en las
facultades parapsicológicas que le permiten obrar milagrosa y prodigiosamente.
5º Que son fetiches las
maracas, varias drogas, el uso del tabaco, ciertas bebidas, collares y
pulseras.
6º Que las almas, durante
el sueño, pueden abandonar los cuerpos y extraviarse, pudiendo ser capturadas
por el chaman a fin de utilizarlas para sus fines.
Los chamanes son
individuos de temperamento nervioso y excitable. Sus trances pasivos suelen ser
violentos y llegar a crisis epilépticas o de estupor catatónico, los activos,
esto es, cuando es él quien posee en vez de ser poseído, implican la
catalepsia, esto es: el estado de muerte aparente.
La religiosidad amerindia
no esta restringida a los núcleos de población indígena: asimiladas de varias
maneras por las otras corrientes que integran el sincretismo, desempeña un
papel trascendente, como tendremos ocasión de explicar.
Primera
parte del libro “La Brujería”, Capítulo 2 “Los orígenes”, “las bases
religiosas hasta la antigüedad clásica”.
La
brujería es la degeneración de una de las primeras etapas de creencias y
prácticas religiosas de la humanidad. A lo largo de la historia, ha añadido a
sus primitiva esencia parodias de las distintas religiones posteriores, en
lucha con ella, y que después de generaciones la han hecho permanecer en la
oscuridad. La historia del culto de las brujas se puede comprender únicamente
considerando el desarrollo religioso en su conjunto.
La
religión, es decir, la relación del individuo con el cosmos, se consideró en un
principio algo exclusivo de un grupo, y el sentimiento religioso creció
apoyándose en la danza.
Originariamente
al hombre protopaleolítico solo se le puede considerar en grupo, con un sentido
de grupo, motivado fundamentalmente por sus deseos de alimento, sexo, y
autopreservación, y que ejercita un sentido de unidad psicológica con la danza.
Gradualmente
y durante un extenso período de tiempo se empieza a desarrollar el sentido de
individualidad personal. El mecanismo del grupo se altera, y de ser un
matriarcado dominado por las mujeres, se convierte en un patriarcado dominado
por los hombre.
El
individualismo provoca soledad y miedo. Como consecuencia de este miedo, el
individuo trata de ampararse en el grupo y el éxtasis de la danza le proporciona
la deseada protección, corriendo a cargo del más viejo de los varones o de las
hembras del grupo el organizarla. Así llegamos a los primeros sacerdotes,
hechiceros e iniciados.
La
danza se convierte en una experiencia emocional para la persona, es decir, una
liberación y una solución de los problemas individuales así como una práctica
de grupo, un ejercicio de la comunidad con objeto de alcanzar el propósito
general.
El
desarrollo del conocimiento del mundo exterior había conducido al animismo y al
culto de los fenómenos naturales, incluyendo el culto a los antepasados. El
hombre es todavía parte de la naturaleza, pero se van dando cuenta de que está
escapando de ella y trata por todos los medios de permanecer identificado. Hace
ofrendas a los árboles, y trata de mantenerse unido al mundo animal del cual se
está alejando. Se autoconoce, tiene conciencia de su sexualidad y trata
apasionadamente de volver al edén. Durante algún tiempo lo consigue por medio
de la danza y de los ejercicios religioso, pero poco a poco se convierte en un
simple truco. Cuando se da cuenta de ello y de que es incompatible con sus
anteriores creencias, entonces el anterior liberador se convierte en
superstición y el hombre lo inscribe en la historia como magia.
El
mundo creció y las culturas se separaron aún más, definiéndose cada vez más la
personalidad individual. Lograr aquella psíquica liberación dependió
progresivamente de ejercicios establecidos de antemano. Podíamos llamarlos
religiosos cuando se llevaron a cabo de buena fe y con un fin inconsciente, y
se convirtieron en magia cuando se procuraron de forma consciente como una
liberación individual. Así pues, la religión, que es algo que ofrece, se
convirtió en algo diferente de la magia, que recibe.
Capítulo 11, “los
poderes y las prácticas”
La
brujería, considerada como una oposición a la Iglesia y un organizado culto al
diablo, constituyó una ofensa contra la sociedad, pero fueron los actos de
perversidad individuales los que provocaron la mayor parte de las acusaciones.
Al
considerar los hechos atribuidos a las brujas, relativos a un tipo de magia
natural y benéfica, es importante recordar que la simple fe en la curación y la
venta de puerta en puerta de remedios a base de hierbas no pueden ser
considerados en absoluto como brujería. La brujería propiamente dicha existió
tan sólo cuando los poderes convocados se consideraban diabólicos, y cuando los
implicados en este tipo de operaciones buscaban ayuda en alguna fuerza exterior
no aceptada por las instituciones y creencias ortodoxas.
Los
recursos y métodos de las brujas fueron los de los pueblos prehistóricos.
Poseían fragmentos del antiguo conocimiento de las hierbas, de sus propiedades
ya olvidadas, y conservaban la destreza, mantenida durante generaciones, en el
trato con los animales.
La
forma más común de provocar un mal, o en ocasiones, algún beneficio era
utilizando la magia de simpatía: la ley de la similitud El mal de ojo fue
simplemente una señal de hechicería, en el sentido de que el ojo puede tener el
significado de un compromiso personal e íntimo. Los conjuros fueron
innumerables: cada deseo maligno podía representarse por un símbolo mágico que
ejercía su acción en el sujeto que lo llevaba.
Capítulo 14, “la
situación contemporánea”
Si las prácticas
originales primitivas guardan relación en diferentes partes del mundo, lo mismo
sucede con la tradición esotérica - la corriente secreta de la magia y las
creencias por las cuales los primitivos poderes fueron conservados entre los
adeptos enfrentándose a filosofías y religiones que no poseían -. La alta
magia, la “doctrina secreta”, debe vivirse para comprenderla. Proporciona la
propia identificación con el cosmos y con los poderes inherentes a él. Persiste
en muchas formas y lugares. Sus enseñanzas que son heréticas para cualquier
religión ortodoxa, tan sólo son perversas y constituyen la magia negra, cuando
se emplean para fines personales.
Magia y religión son
términos similares en cualquier tipo de sociedad. Ambas generan poder. Si este
poder se encauza de forma errónea o cualquier tipo de convencimiento,
constituye la magia negra. La magia negra o su conocimiento superficial,
buscando ganar y no dar, alcanzar y no contribuir, es lo que los adictos
conocen como el “sendero de la mano izquierda”. Proclaman que es muy poderoso y
sus practicantes a menudo terminan trastornados con la ayuda de drogas y las
prácticas que impone. Llegan a este estado, o bien por convicción, o por
reacción contra alguna creencia establecida y son los compañeros intelectuales
de las brujas.
Aunque
la brujería, clandestinamente, se sigue practicando en aquellos lugares donde
subsiste una fuerte y primitiva creencia religiosa, en la actualidad puede
considerarse prácticamente extinguida en Europa y en América.
3.
Objetivos
1.
Objetivo General:
a.
Analizar las posibles
diferencias, si las hay, en la practica de magia negra y brujería en los
sectores urbano-rural del país.
2.
Objetivos Específicos:
a) Evaluar qué factores
culturales, tales como la tradición, la familia, las creencias religiosas, ubicación
urbano-rural, educación y progreso científico, desempeñan una influencia
decisiva en el desarrollo de este fenómeno.
b) Establecer si las
áreas rurales son más ventajosas para el desarrollo de la brujería y magia
negra en el país.
c) Evaluar de forma
aproximada la noción que los encuestados tienen del tema a desarrollar.
4.
Hipótesis
·
La diferencia en la práctica de
brujería y magia negra, nace del efecto negativo o positivo que producen la
familia, la tradición, las creencias religiosas, locación geográfica, educación
y el progreso científico, en cada sector (urbano-rural).
4.1
Definición de variables conceptualmente
Sector Rural: sector que
está en la periferia de las ciudades o en el campo.
Sector Urbano: es el
sector en el que se ubica una ciudad.
Practica de Brujería y
Magia Negra: Realización, o aplicación de conocimientos de brujería y magia
negra con cierta frecuencia.
Familia: grupo social
básico creado por vínculos de parentesco o matrimonio presente en todas las
sociedades. Idealmente, la familia proporciona a sus miembros protección,
compañía, seguridad y socialización.
Tradición: Transmisión
hecha de generación en generación, de hechos, doctrinas leyes, costumbres, etc.
Creencias religiosas:
conjunto de creencias o dogmas que definen las relaciones entre el hombre y la
divinidad.
Educación: Conjunto de
medios que desarrollan en los grupos y en los individuos la instrucción o las
opiniones.
Progreso científico:
Cambio gradual de la ciencia, tendiendo a mejorar o aumentar.
·
Las definiciones hasta ahora
expuestas han sido extraídas desde “El Pequeño Larousse”, 1998.
Lugar geográfico: lo
entenderemos como el espacio de ubicación geográfico del sector, ya sea rústico
o bien civilizado, como la metrópolis.
Efecto positivo: será definido
como el resultado de la acción de los factores ya nombrados cuando favorece el
desarrollo de la brujería y la magia negra.
Efecto negativo:
resultado de los factores cuando desfavorece el desarrollo de la brujería y la
magia negra.
4.2Definición
operacional de variables e instrumento de recolección de datos
La representación de las
variables anteriormente expuestas en la relación con las preguntas que se
efectuarán en el instrumento de recolección de datos, es la siguiente:
Concepto
evaluado
|
Numero
de la pregunta
|
Conocimientos
del tema
|
4,
6 y 7
|
Opinión
respecto al tema
|
5,10,11,12
y 13.
|
Experiencias
con brujería
|
6
y 7
|
Familia
|
8
y9
|
Creencias
religiosas
|
3,
9 y 10.
|
Educación
|
2
|
Progreso
científico
|
12
|
Ubicación
urbana-rural
|
1
|
5.
Verificación de la hipótesis.
El método es cuantitativo
y la técnica de investigación es la encuesta.
5.1
Selección de la muestra.
El total de personas
encuestadas es 24, la muestra consta de 2 grupos heterogéneos que fueron
elegidos al azar para comprobar la validez de nuestra hipótesis.
La muestra fue tomada el
día martes 30 de octubre e incluyó a 12 personas que viven en la localidad de
Pirque, ubicada en las afueras de Santiago, en la Región Metropolitana. La otra
muestra fue tomada el miércoles 31 de octubre en la Plaza de Armas de Santiago.
5.2
Instrumento de investigación.
A continuación el
instrumento de medición tal como ah sido formulado, éste pretende medir la
importancia de las variables y de sus interacciones.
Encuesta.
Buenos días (tardes)
Somos estudiantes del
Programa de Bachillerato de la Universidad de Santiago de Chile y estamos
realizando una investigación acerca de la brujería y magia negra en las zonas
urbanas y rurales del país, para lo cual nos sería de mucha utilidad si pudiera
contestarnos algunas preguntas.
1)
Usted vive en un sector:
a) Urbano.
b) Rural.
2) ¿Cuál es su nivel
académico?
3) ¿Tiene alguna creencia
religiosa?
Si ¿Cuál?
No
4)
¿Cómo es su concepto de brujería y magia negra?
a)
Son lo mismo.
b)
Son distintos pero no tengo clara la diferencia.
c)
Son distintos y tengo clara la diferencia.
5)
¿Cree en la efectividad de estas prácticas?
a) Si.
b.
No.
6) ¿Ha participado o
participa de ritos de brujería o magia negra?
a) Sí
b) No.
* si
usted ha participado continúe con la pregunta 7, si no es así salte a la
pregunta 8.
|
7) ¿Por qué ha decidido
participar de estos ritos?
a)
Porque creo en esto como una manera de hacer las cosas.
b)
Porque es divertido y fuera de lo común.
c)
Porque es una alternativa a la religión.
d)
Por influencias de terceras personas.
8) En su familia. ¿Ha
tenido alguna referencia (historias, anécdotas) en que usted encuentre
elementos de magia negra o brujería?
a)
Sí.
b)
No.
9) ¿Dentro de su familia
usted fue formado en alguna religión?
a)
Sí.
b)
No. ¿Cuál? ___________________
10) ¿Usted piensa que sus
creencias religiosas le aproximan o le alejan de la magia negra?
a)
Me aproximan.
b)
Me alejan.
11) ¿La sociedad nos
facilita vías para acercarnos a la brujería y magia negra?
a.
Si ¿Cuáles?
a.
No
12) ¿Según su opinión los
progresos en la ciencia han disminuido la influencia de estas prácticas?
a.
Si
a.
No
13) ¿En que situaciones
recurriría usted a este tipo de prácticas?
6.
Presentación y Análisis de datos.
6.1
Presentación de los datos.
6.1.1
Sector rural.
En el sector rural los
resultados generales de la encuesta fueron los siguientes, para cada pregunta.
Pregunta 2. Nivel de
educación.
Sin estudios 1 encuestado
(8.3% del total).
Básica 4 encuestados
(33.3% del total).
Medio 6 encuestados (50%
del total).
Superior 1 encuestado
(8.3 % del total) .
Pregunta 3. Creencia
religiosa.
Todos contestaron tener
alguna creencia religiosa.
Católica 7 (58.3 % del
total).
Evangélicos 2 (16.6 % del
total).
Creen en Dios 3 (25% del
total).
Pregunta 4. El concepto
de la brujería y magia negra de los encuestados es:
Son lo mismo 5
encuestados (41.6 % del total).
Son diferentes pero no
tengo clara la diferencia 2 encuestados (16.6 % del total).
Son diferentes y tengo
clara la diferencia 5 encuestados (41.6 % del total).
Pregunta 5. Los
encuestados en su mayoría creen en la efectividad de la brujería y magia negra,
ellos representan el 66.7 %, son 8 personas. Y los que no creen en su
efectividad son 4 personas (33.3%).
Pregunta 6. La
experiencia personal directa de los encuestados con respecto al tema es nula,
el 100% de las personas consultadas respondió negativamente a esta pregunta.
Pregunta 7. Nadie
contestó está pregunta.
Pregunta 8. Las personas
que cuentan con experiencias familiares están representadas en un 41,6 %, es
decir 5 personas. Las que no cuentan con esta experiencia son el 58.3%, o sea 7
personas.
Pregunta 9. La
transmisión de las creencias religiosas a través de la familia se evidenció en
un 66.7 % es decir 8 personas, el resto de los encuestados (33.3%) no
experimentó tal transmisión.
Pregunta 10. Las personas
piensan que sus creencias religiosas las alejan de la practica de brujería y
magia negra; esto se ve representado en un 83.3% que respondieron negativamente
a la pregunta, dos personas que representan el 16.7 % responden
afirmativamente.
Pregunta 11. La sociedad
nos facilita vías para acercarnos a la brujería y magia negra, esta fue
respondida afirmativamente en un 58.3% de los casos. Las vías mencionadas por
estas personas son los medios de comunicación, entorno social y la publicidad.
Las personas que
contestaron negativamente representan el 41.7%.
Pregunta 12. Los
progresos en la ciencia son percibidos positivamente por un 75% (9 personas)de
las personas, lo que quiere decir que el progreso científico es identificado
como un factor en la disminución de la influencia de la brujería sobre la
sociedad.
Pregunta 13. La
situaciones en que se recurriría a estas practicas no representa la mayoría
puesto que solo2 personas (16.7 %) han enunciado que lo harían.
6.1.2
Sector urbano.
En el sector urbano los
resultados a las preguntas fueron:
Pregunta 2. Nivel
educacional.
Básico 2 personas. (16.6%).
Medio 6 personas (50%).
Superior 4 personas
(33.3%).
Pregunta 3. Creencias
religiosas.
Agnósticos 1 (8.3%)
Católicos 8 (66.7%)
Creen en Dios 2 (16.6%).
Evangélicos 1 (8.3%).
Pregunta 4. Concepto de
Brujería.
Son lo mismo: 4 personas
(33.3%)
Son distintas pero no
tienen clara la diferencia: 6 personas (50%).
Son distintas y tiene
clara la diferencia: 2 personas (16,6%).
Pregunta 5. Creen en la
efectividad de la brujería y magia negra, solo 3 personas, es decir el 25%. No
creen en la efectividad 9 personas (75%).
Pregunta 6. Experiencias
personales directas en la práctica de brujería y magia negra.
Solo 1 persona contestó
afirmativamente, equivale al 8.3%. El resto de los encuestados respondió no
haber practicado este tipo de ritos, ellos representan el 91.7%.
Pregunta 7. Solo una
persona contestó a esta pregunta, argumentando que es una manera de hacer las
cosas.
Pregunta 8. Experiencia
en la familia.
4 personas contestaron
afirmativamente (33.3), los restantes encuestados dijeron no haber tenido
relatos ni anécdotas en su familia (66,7%).
Pregunta 9. la
transmisión de creencias religiosas a través de la familia, se evidencio en un
75% católico (9 personas), en un 16.6% evangélicos. Mientras que sólo una
persona no fue formada en alguna creencia.
Pregunta 10. Las personas
que piensan que sus creencias religiosas los alejan de la practica de brujería
y magia negra están representadas por un 75%, mientras 3 personas responden que
sus creencias los aproximan a la brujería y magia negra representado al 25%.
Pregunta 11. La gente que
cree que la sociedad nos facilita vías para acercarnos a estas practicas son 8
(66,7%) y las que responden negativamente son 4 (33.3%).
Pregunta 12. Con respecto
a los progresos científicos, no se observa una tendencia clara, esto se ve
representado por un 50% que afirma que ellos constituyen un inhibidor de la
brujería y magia negra, contra otro 50% que dice que no son importantes.
Pregunta 13. Tres de las
personas encuestadas en esta ocasión, responden que practicarían la brujería y
magia negra, representando un 24.9 %; el resto de los encuestados no recurriría
en ninguna oportunidad a estas practicas. (75%).
6.2
Análisis de datos.
Lo realizaremos de
acuerdo a las variables de nuestra hipótesis en relación con lo que podemos
concluir de los resultados de la encuesta aplicada y el marco teórico.
Variable
Locación Geográfica.
Esta variable es la base
de nuestra investigación, diferenciando entre sectores urbanos y rurales, la
desarrollamos, esta variable esta íntimamente ligada a las demás, pero
estadísticamente solo nos sirve para medir las diferencias, entre los sectores.
Variable
Educación.
El estudio en la región
urbana arroja un índice mayor de educación o nivel académico, en comparación
con el resultado de la zona rural. Para nosotros este resultado denota un
efecto positivo de la variable, es decir, el esperado para probar la hipótesis,
pues pensábamos que la falta de instrucción en ciencias y conocimientos en
general, que hacen a las personas un poco más escépticas, predispondrían la
practica de la brujería en la zona rural. Además, esta creencia es avalada en
el libro “La historia de la brujería” de Frank Donovan, que habla en principio
de la diferencia entre los países desarrollados y los subdesarrollados, en la
intensidad de estas creencias, la introducción de3l avance tecnológico han
vuelto a la población europea escéptica, con respecto a al brujería y magia
negra. En este sentido, no encontramos estudios a escala regional, pero si
encontramos en el sitio web de INE información que señala que la alfabetización
es mayor en el sector urbano de la región metropolitana.
Variable
Creencia religiosa.
En el sector rural se
cumple que:
Si pregunta 3 se contesto
afirmativamente y la pregunta 5 fue la alternativa “a” entonces la pregunta 13
fue contestada con la respuesta “en ninguna”. Esto quiere decir que si las
personas tienen alguna creencia religiosa, esto potencia de alguna forma la
creencia en otras ramas de cosas no visibles o intangibles, pero debido a sus
creencias religiosas se alejan de la práctica de la brujería, lo que no quiere
decir que no crean en ella.
En el grupo urbano, no se
cumple de esta forma, la relación entre estas preguntas no nos da una
conclusión tan clara como la rural, puesto que en la zona urbana más personas
contestaron distinto de “en ninguna” en la pregunta13. Esto quiere decir que
ellos no se ven tan influenciados por las creencias religiosas para rechazar la
práctica de brujería y magia negra.
Variable
progreso científico.
Observamos una marcada
diferencia entre las opiniones urbanas y las rurales. La influencia ejercida
por la brujería y magia negra, es contrarrestada por el avance científico-
tecnológico, volviéndose este un factor importante en el escepticismo expresado
en las respuestas a la pregunta 5, aunque no se observen tendencias en el área
urbana con respecto a la pregunta 13 (50% es importante la influencia del
avance científico en la practica de brujería y 50% no influye en la practica.)
Los rurales en cambio, se
siente excluidos tecnológicamente y esto se aprecia en el porcentaje de 9 a 3
que se sienten excluidos y ellos si creen en esta practica, se aprecia un
efecto positivo para nuestra hipótesis pues nuestra variante se cumple a
cabalidad.
Variable
familia y tradición.
La mayoría de los
encuestados en ambos sectores fueron formados en alguna religión, la cual
mantienen hasta estos días. Esto puede influir en su rechazo ante la práctica
de la brujería y magia negra. Además en la mayoría de las familias de los
entrevistados no tuvieron alguna experiencia con estas prácticas. Como
conclusión de esto, podemos decir que la familia y la tradición influyen en la
religión de las personas, pero no son muy significativas en el fenómeno
estudiado por nosotros.
7.
Conclusiones.
A lo largo de esta
experiencia nos sentimos decepcionados en muchas ocasiones, debido al rechazo
de las personas cuando intentábamos hacerles la encuesta, nos rehuían a causa
del tema. También sentimos frustración porque en ocasiones nos dábamos cuenta
que nos habíamos desviado mucho del tema. Pese a todo, evaluamos esta
investigación como algo muy positivo que nos sirvió para aprender nuevas cosas
y vivir nuevas experiencias como estudiantes.
En cuanto al trabajo de
investigación mismo, comparativamente el nivel educacional de los encuestados
en Santiago es mayor que el de los encuestados en Pirque, esto correspondería a
lo planteado en los datos de alfabetización1, que indican un
porcentaje menor de personas alfabetizadas en Pirque. Estas diferencias que
producían según nuestra hipótesis un efecto positivo o negativo, en la
realidad, no producen un efecto mayor con respecto que perjudique o impulse la práctica
de brujería y magia negra. Por lo tanto, la variable educación no se relaciona
con el fenómeno estudiado.
Por otra parte, de
acuerdo a nuestra apreciación durante la aplicación de la encuesta, comparando
a las personas del campo y de la ciudad, las primeras cuentan con un mayor
conocimiento de las consecuencias de las practicas de brujería y magia negra,
ellos mismos nos indicaron “todo el mal que uno puede hacer se devuelve”, de
esta forma vemos un cierto temor frente a estas practicas, quizás los urbanos
por desconocimiento son menos inhibidos.
Como anécdota, podemos
contar que según nos contaron las personas de Pirque, hubo un encuestado que
nos mintió, porque era conocido por sus practicas de brujería y magia negra,
sin embargo al contestar la encuesta lo negó todo, este también es un obstáculo
en nuestra investigación, porque si encontrásemos a alguien que practique estos
ritos y mantenga esas creencias por regla de estos grupos no pueden mencionarlo
a nadie2, impidiendo así tomar las muestras reales.
A modo de autocrítica,
podemos decir que las preguntas de nuestra encuesta no abordaban adecuadamente
el tema, pero nos sirvieron para extraer conclusiones interesantes.
Para finalizar,
comentaremos que nuestra hipótesis se cumplió en parte, puesto que habíamos
incluido en ella a las creencias religiosas como un factor o variable. Sin
embargo, lo que no supusimos fue que iba a ser la más importante, por sobre la
educación, la familia y tradición, e incluso el progreso científico, que si
bien es importante con relación al escepticismo de las personas frente al tema,
no determina a las demás variables como lo hace las creencias religiosas.
1
ver marco teórico.
2
ver marco teórico.
8.
Bibliografía.
·
Brujería y magia en América”,
Carlos Zotti, Editorial Plaza&Janes S.A., segunda edición marzo 1975,
Barcelona.
·
“Historia de la Brujería”, Frank
Donovan, Editorial Alianza, Edición: segunda reimpresión 1998.Colección: “el
libro de bolsillo”.
·
“Ritos de vida y muerte: brujas
y hechiceras”, Sonia Montecino, Editorial Sernam, Primera edición
1994.Colección: Mujeres en la cultura chilena.
·
“La brujería”, Pennethorne
Hughes, Primera edición marzo 1974, Editorial Bruguera, impreso en Barcelona,
España.
ANEXO
Universidad de Santiago
de Chile
Programa de Bachillerato.
Asignatura Taller de
Fenómenos Sociológicos.
Brujería
y magia negra en Chile:
Diferencias
entre los sectores urbano y rural.
“Bibliografia consultada
“sociologia y Antropologia” de Marcel Mauss
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