EL CORÁN
SURA PRIMERO
Dado en la Meca. - 7 versiculos
En nombre del Dios clemente y misericordioso 3
1. Loa a Dios, dueño del universo 4,
2. El clemente, el misericordioso,
3. Soberano en el dia de la retribución.5
4. A ti es a quien adoramos, de ti es de quien imploramos socorro.
5. Dirígenos por el camino recto 6,
6. Por el sendero de aquellos a quienes has colmado con tus beneficios 7,
7. No por el de aquellos que han incurrido en tus iras ni por el de los que se extravían.8
SURA II
LA VACA 1
Dado en Medina. - 286 versículos
En nombre del Dios clemente y misericordioso
1. A. L. M. 2 He aquí el libro que no ofrece duda; él es la dirección de los que temen al
Señor;
2. De los que creen en las cosas ocultas 3 y de los que observan puntualmente la oración y
hacen larguezas con los bienes que nosotros les dispensamos;
3. De los que creen en las revelaciones enviadas de lo alto a ti y ante ti 4; de los que creen
con certeza en la vida futura.
4. Ellos solos serán conducidos por su Señor; ellos solos serán bienaventurados.
5. En cuanto a los infieles, les es igual que les hagas o no advertencias: no creerán.
6. Dios ha puesto un sello en sus corazones y en sus oídos; sus ojos están cubiertos por
una venda y les espera el castigo cruel.
7. Hay hombres que dicen: Creemos en Dios y en el día final, y, sin embargo, no son del
número de los creyentes.
8. Procuran engañar a Dios y a los que creen; pero sólo se engañarán a sí mismos, y no lo
comprenden.
9. Un achaque tiene su asiento en sus corazones 5, y Dios no hará más que acrecentarlo;
le está reservado un doloroso castigo, porque han tratado de embusteros a los profetas.
10. Cuando se les dice: No cometáis desórdenes en la tierra 7, ellos responden: Lejos de
eso, introducimos en ella el buen orden.
11. ¡Ay! cometen desórdenes, pero no lo comprenden.
12. Cuando se les dice: Creed, creed como creen tantos otros, responden: ¿Hemos de
creer como creen los necios? ¡Ay! ¡Ellos mismos son los necios; pero no lo comprenden!
13. Si hallan creyentes, dicen: Somos creyentes; pero desde el momento en que se han
unido en secreto a sus tentadores 8, dicen: Estamos con vosotros y nos reímos de
aquéllos.
14. Dios se reirá de ellos; les hará persistir largo tiempo en su rebelión yendo errantes a
inseguros de aquí allá.
15. Ellos son los que han comprado el error con la moneda de verdad; pero su comercio
no les ha aprovehado; ya no se dirigien por la senda recta.
16. Se asemejan al que ha encendido fuego: cuando el fuego ha difundido su claridad
sobre los objetos que le rodean y cuando Dios lo quita de pronto, dejándolos en las
tinieblas, no pueden ver.
17. Sordos, mudos y ciegos, no pueden ya volverse atrás 9.
18. Se parecen a los que, cuando cae de lo alto de los cielos una nube cargada de
tinieblas, de truenos y de rayos, se tapan los oídos con los dedos a causa del estrépito del
trueno y por temor a la muerte, en tanto que el Señor envuelve por todas partes a los infieles.
19. Poco falta para que el rayo los prive de vista; cuando el rayo brilla, caminan a favor
de su claridad, y cuando los sume en las tinieblas, se detienen. Si Dios quisiese, les
quitaría la vista y el oído, pues es omnipotente. ¡Oh hombres! 10, adorar a vuestro Señor,
al que os ha creado, a vosotros y a los que os han antecedido. Temedme.
20. Dios es el que os ha dado la tierra por lecho y el que ha construido los cielos como un
edificio sobre vuestras cabezas ; él es el que hace descender el agua de los cielos y el que
hace germinar con ella los frutos destinados a alimentarnos. No atribuyáis socios a Dios.
Ya lo sabéis.
21. Si tenéis dudas sobre el libro que hemos enviado a nuestro servidor, producid un
capítulo que sea al menos semejante a los que contiene éste, y si sois sinceros, llamad
vuestros testigos a aquellos a quienes invocáis al lado de Dios 11.
22. Mas si no lo hacéis, y seguramente no lo haréis, temed el fuego preparado para los
infieles, el fuego cuyo alimento serán los hombres y las piedras.
23. Anuncia a los que creen y practican las buenas obras que tendrán por morada jardines
regados por corrientes de agua. Cada vez que tomen algún alimento de los frutos de estos
jardines, exclamarán: He aquí los frutos con que nos alimentábamos en otro tiempo 13;
pero sólo tendrán apariencias 14. Allí hallarán mujeres exentas de toda mancha y allí
permanecerán eternamente.
24. Dios no se avergüenza de ofrecer como parábola, ora un mosquito, ora algún otro
objeto más elevado 15. Los creyentes saben que la verdad les proviene de su Señor; pero
los infieles dicen: ¿Qué es lo que ha querido decirnos Dios al ofredernos eso como objeto
de comparación? Con tales parábolas extravía a los unos y dirige a los otros. No, los
únicos extraviados serán los perversos.
25. Los perversos que rompen el pacto del Señor concluido anteriormente, que separan lo
que Dios había ordenado que se mantuviese unido, que cometen desórdenes en la tierra:
éstos son desventurados. 16
26. ¿Cómo podéis ser ingratos para con Dios, vosotros que estabais muertos y que
recibisteis de él la vida, para con Dios, que os hará morir, que luego os hará revivir de
nuevo y junto al cual volveréis algún día?
27. Él es el que ha creado para vosotros todo lo que existe en la tierra; terminada esta
obra, se dirigió con firmeza hacia el cielo y formó con toda perfección siete cielos, él que
entiende de estas cosas.17
28. Cuando Dios dijo a los ángeles: Voy a establecer un vicario en la tierra, los ángeles
respondieron: ¿Vas a colocar en la tierra un ser que cometerá desórdenes y derramará la
sangre, mientras que nosotros celebramos tus alabanzas, te golorificamos y proclamamos
sin cesar tu santidad? Yo sé, respondió el Señor, lo que vosotros no sabéis.
29. Dios enseñó a Adán los nombres de todos los seres, y luego, llevándolos a la
presencia de los ángeles, les dijo: Nombrádmelos, si sois sinceros.
30. ¡Alabado sea tu nombre!, respondieron los ángeles, nosotros no poseemos más
ciencia que la que tú nos has enseñado; tú eres el sabio, el prudente.
31. Dios dijo a Adán: Enséñales los nombres de todos los seres, y cuando él (Adán) lo
hubo hecho, el Señor dijo: ¿No os he dicho que conozco el secreto de los cielos y de la
tierra, lo que hacéis a la luz del día y lo que ocultáis?
32. Cuando ordenamos a los ángeles adorar a Adán, todos lo adoraron, excepto Eblis;
éste se negó y se hinchó de orgullo, y fue del número de los ingratos.18
33. Nosotros 19 dijimos a Adán: Habita el jardín con tu esposa; alimentaos
abundantemente con sus frutos, sea cual fuere el fruto del jardín en que se hallen; pero no
os acerquéis a este árbol, por temor a que os convirtáis en culpables.
34. Satán hizo resbalar su pie y los hizo desterrar del lugar en que se hallaban. Entonces
nosotros les dijimos: Descended de ese lugar, enemigos los unos de los otros, 20 la tierra
os servirá de morada y de usufructo temporales.
35. Adán aprendió de su Señor palabras de oración; Dios volvió a él porque gusta de
volver al hombre que se arrepiente; es misericordioso.
36. Nosotros les dijimos: Salid del paraíso todos cuantos estáis; recibiréis de mi parte un
libro destinado a dirigiros; el temor no alcanzará jamás a los que lo sigan y éstos no serán
afligidos.
37. Pero los que no creen, los que traten de mentira nuestros signos 21 serán entregados al
fuego eterno.
38. ¡Oh hijos de Israel! acordaos de los beneficios con que os he colmado; sed fieles a mi
alianza, y yo seré fiel a la vuestra; reverenciadme y creed en el libro que os he enviado
para corroborar vuestras escrituras; no seáis los primeros en negarle vuestra creencia; no
vayáis a comprar con mis signos un objeto de ningún valor. Temedme.
39. No vistáis la verdad con el ropaje de la mentira; no ocultéis la verdad cuando la
conocéis. 22
40. Cumplid puntualmente la oración, haced limosnas a inclinaos con los que se inclinan
ante mí. 23
41. ¿Mandaréis hacer buenas acciones a los demás en tanto que vosotros os olvidaréis de
hacerlas? Y, sin embargo, vosotros leéis el libro 24; ¿es que no comprenderéis jamás?
42. Llamad en vuestro auxilio la paciencia y la oración; la oración es una carga, pero no
para los humildes.
43. Que piensen que algún día volverán a ver al Señor y que tornarán a su vera.
44. ¡Oh hijos de Israel! acordaos de los beneficios con que os he colmado, acordaos de
que os he levantado por encima de todos los humanos.
45. Temed el día en que mi alma no satisfaga en nada absolutamente a otra alma, en que
ninguna intercesión sea aceptada de su parte, en que ninguna compensación sea recibida
de ella, en que los perversos no sean socorridos.
46. Acordaos del día en que os libramos de la familia de Faraón, la cual os aplicaba
crueles suplicios; se inmolaba a vuestros hijos y sólo se perdonaba a vuestras hijas 25.
Ésta era una ruda prueba de parte de vuestro Señor.
47. Acordaos del día en que hendimos la mar por vosotros, en que os salvamos y
ahogamos a Faraón en presencia vuestra.
48. Del día en que formábamos nuestra alianza con Moisés durante cuarenta noches;
durante su ausencia, tomasteis un becerro como objeto de vuestra adoración y obrasteis
inicuamente.
49. Os perdonamos en seguida, a fin de que nos estéis agradecidos.
50. Dimos a Moisés el libro y la distinción, 26 a fin de que seáis dirigidos por la senda
recta.
51. Moisés dijo a su pueblo: Habéis obrado inicuarnente para con vosotros mismos
adorando el becerro. Volved a vuestro Creador, o bien daos la muerte: esto os servirá
mejor cerca de él. Él volverá a vosotros (os perdonará), pues gusta de volver al lado del
que se arrepiente: es misericordioso.
52. Acordaos del día en que dijisteis a Moisés: ¡Oh Moisés! no te prestaremos crédito
alguno mientras no hayamos visto claramente a Dios. El fuego del cielo os llenó de
espanto cuando fijabais en él vuestras miradas.
53. Nosotros os resucitamos después de vuestra muerte, a fin de que seáis agradecidos. 27
54. Hicimos que se cerniese una nube sobre vuestras cabezas y os enviamos el maná y las
codornices, diciéndoos: Comed manjares deliciosos que nosotros os hemos concedido.
No es a nosotros a quein habían hecho daño, sino a sí mismos.
55. Acordaos del día en que dijimos a los israelitas Entrad en esta ciudad, gozad de los
bienes que halléis en ella, a gusto de vuestros antojos; pero, al entrar en la ciudad,
prosternaos y decid: ¡Indulgencia, oh Señor!, y os perdonará vuestros pecados.
Ciertamente que colmaremos a los buenos con nuestros favores.
56. Pero de entre ellos los perversos sustituyeron la palabra que les había sido indicada
por otra 28 palabra, a hicimos descender del cielo un castigo como retribución de su
perfidia.
57. Moisés pidió a Dios agua para apagar la sed de su pueblo, y nosotros le dijimos:
Golpea la roca con tu varita. De pronto brotaron doce fuentes y cada tribu conoció al
punto el lugar en que debía apagar su sed. Dijimos a los hijos de Israel.- Comed y bebed
de los bienes que Dios os dispensa y no obréis con violencia entregándoos a toda serie de
desórdenes en este país.
58. Y entonces fue cuando vosotros dijisteis: ¡Oh Moisés! no podemos soportar por más
tiempo un mismo y único alimento; ruega a tu Señor que haga brotar para nosotros de
esos productos de la tierra, legumbres, cohombros, lentejas, ajos y cebollas. Moisés nos
respondió: ¿Queréis cambiar lo bueno por lo malo? Pues bien, volved a Egipto y allí
hallaréis lo que pedís. Y el envilecimiento y la pobreza se extendieron sobre ellos y se
atrajeron la cólera de Dios, porque no creían en sus signos y condenaban injustamente a
muerte a sus profetas.29 He aquí cuál fue la retribución de su sublevación y de sus
violencias.
59. Ciertamente, los que creen, y los que siguen la religión judía, y los cristianos, y los
sabios, en una palabra todo el que cree en Dios y en el día final y que haya obrado el
bien: todos estos recibirán una recompensa de su Señor, el temor no les alcanzará y no estarán
afligidos. 30
60. Acordaos del día en que aceptamos vuestra alianza y en que elevamos por encima de
vuestras cabezas el monte Sinai; 31 entonces dijimos: Recibid con firmeza las leyes que os
damos y acordaos de lo que contienen. Tal vez temeréis a Dios.
61. Pero después os alejasteis de esto, y, a no ser por la gracia de Dios y su misericordia,
habríais sido del número de los desgraciados. Ya habéis sabido quiénes eran aquellos que
habían violado el sábado y a quienes dijimos: ¡Sed convertidos en monos rechazados
hacia la orilla del mar!. 32
62. Y les hicimos servir de terribles ejemplos a sus contemporáneos y a sus
descendientes, y de advertencia a todos los que temen.
63. Acordaos del día en que Moisés dijo a su pueblo: Dios os ordena inmolar una vaca;
los israelitas exclamaron: ¿Acaso te burlas de nosotros? 33 -¡Presérveme Dios de ser del
número de los insensatos!, dijo. -Suplica a tu Dios que nos explique claramente qué vaca
ha de ser ésa, respondieron los israelitas. -Dios quiere no sea ni una vaca vieja ni una
ternera, dijo, sino que sea de edad media. Haced, pues, lo que se os ordena.
64. Los israelitas añadieron: Ruega a tu Señor que nos explique claramente cuál debe ser
su color. -Dios quiere, les dijo Moisés, que sea de un amarillo muy pronunicado, de un
color que alegre la mirada de todo el que la vea.
65. Suplica a tu Señor que nos explique claramente cuál debe ser esa vaca, pues nosotros
vemos muchas vacas que se semejan, y nosotros no seremos bien dirigidos en nuestra
elección, a no ser que Dios lo quiera.
66. Dios os dice, repuso Moisés, que no sea una vaca cansada por la labranza o el riego
de los campos, sino una vaca a la que no se haya acercado macho; que sea sin ninguna
tacha. Ahora, dijo el pueblo, tú nos has dicho la verdad. Inmolaron la vaca y, sin
embargo, faltó poco para que no lo hubiesen hecho.
67. Acordaos de aquel asesinato que fue cometido en un hombre de los vuestros; este
asesinato era objeto de vuestras disputas. Dios hizo ver a la luz del día lo que vosotros
ocultabais. 34
68. Ordenamos que se golpease al muerto con uno de los miembros de la vaca; así es
como Dios resucita a los muertos y hace brillar a vuestros ojos sus milagros; tal vez
acaberéis por comprender.
69. Vuestros corazones se han endurecido después; son como rocas y más duros todavía,
pues de las rocas salen torrentes; las rocas se hienden y hacen brotar agua; hay quien se
humilla por temor a Dios, y ciertamente que Dios no desatiende vuestras acciones.
70. Ahora, ¡oh musulmanes!, ¿deseáis que ellos (los israelitas de aquel tiempo) llegen a
ser creyentes por vosotros (por daros gusto)? Sin embargo, algunos de ellos obedecían a
la palabra de Dios; pero en lo sucesivo la alternaron después de haberla comprendido, y
lo sabían muy bien.
71. Si hallan a los fieles, dicen: Nosotros creemos; pero inmediatamente que se ven solos
entre ellos, dicen: ¿Contaréis a los musulmanes lo que Dios os ha revelado, a fin de que
lo conviertan en argumento contra vosotros ante vuestro Señor? ¿No comprendéis adónde
conduce eso?
72. ¿Ignoran acaso que el Altísimo sabe lo mismo lo que ocultan que lo que exponen a la
luz del día?
73. Entre ellos la generalidad de los hombres no conocen el libro (el Pentateuco), sino
solamente los cuentos engañosos, y no tienen más que ideas vagas. ¡Desgraciados de los
que, al escribir el libro con sus manos corruptoras, dicen: He aquí lo que proviene de
Dios, para sacar de ello un beneficio ínfimo! ¡Desgraciados de ellos, a causa de lo que
han escrito sus manos y a causa de la ganancia que de ello sacan!. 35
74. Dicen: Si el fuego nos alcanza, no será más que por un corto número de días. 36 Diles:
¿Habéis recibido de Dios un compromiso que él no revocará jamás, o bien decís
sencillamente respecto de Dios lo que no sabéis?
75. Bien lejos de esto: los que no tienen por toda ganancia más que sus malas acciones,
aquellos a quienes sus pecados envuelven por todas partes, ésos serán entregados al fuego
y permanecerán en él eternamente.
76. Pero los que han creído y practicado el bien, ésos estarán en posesión del paraíso y
permanecerán en él eternamente.
77. Cuando nosotros recibimos la alianza de los hijos de Israel, les dijimos: No adoréis
más que a un solo Dios; observad buena conducta respecto de vuestros padres y madres,
respecto de vuestros allegados, respecto de los huérfanos y los pobres; no tengáis más
que palabras de bondad para todos los hombres; haced puntualmente las oraciones; dad
lismosna. Excepto un pequeño número, os habéis mostrado recalcitrantes y os habéis
apartado de nuestros mandatos.
78. Cuando estipulamos con vosotros que no derramaríais la sangre de vuestros hermanos
y que no os desterraríais recíprocamente de vuestro país, disteis vuestro asentimiento y
vosotros mismos fuisteis testigos de él.
79. A pesar de esto, cometíais asesinatos entre vosotros, expulsabais de vuestro país a
algunos de vosotros y os prestabais asistencia mutua para agobiarlos de injurias y de
opresión; pero si os llegan cautivos (vuestros compatriotas), los rescatáis. 37 Ahora bien,
en un principio os estaba prohibido expulsarlos de su país. ¿Creeríais acaso en una parte
de vuestro libro y rechazaréis otra? y ¿cuál será la recompensa de los que obran de ese
modo? La ignominia en este mundo y en el día de la resurrección serán empujados hacia
el más cruel castigo. Y ciertamente Dios no desatiende vuestras acciones.
80. Los que compran la vida de este mundo a costa de la vida futura no sentirán ningún
alivio en el castigo que les espera y no serán socorridos.
81. Hemos dado el libro de la ley a Moisés y le hemos hecho seguir de otros enviados;
hemos concedido a Jesús, hijo de María, signos manifiestos (de su misión) y le hemos
fortificado con el espíritu de la santidad. 38Siempre que un enviado (del Señor) os ha
traído una revelación que no halagaba vuestras pasiones, os habéis hinchado de orgullo;
habéis tratado a los unos de embusteros y habéis asesinado a otros.
82. Pero dicen: Nuestros corazones son incircuncisos 39. Sí, en verdad, Dios les ha
maldecido a causa de su incredulidad. ¡Oh! ¡cuán pequeño es el número de los creyentes!
83. Cuando recibieron de parte de Dios un libro confirmando sus Escrituras -antes
rogaban a Dios que les concediese la victoria sobre los infieles-, este libro que les había
sido predicho, se negaron a prestarle fe. ¡Que la maldición de Dios alcance a los infieles!
84. Es un precio vil aquel por el cual se vendieron a sí mismos. No creen en lo que les es
enviado de arriba, por envidia, porque Dios, por efecto de su gracia, ha enviado un libro a
aquel de sus servidores a quien ha querido. Se atraen de parte de Dios ira sobre ira. Un
castigo ignominioso está preparado para los infieles.
85. Cuando se les dice: Creed en lo que Dios envió de arriba, responden: Nosotros
creemos en lo que nos ha sido enviado de arriba a nosotros; y ellos no creen en lo que ha
venido después; y, sin embargo, este libro confirma sus Escrituras. Diles: ¿Por qué habéis
matado, pues, a los enviados del Señor, si teníais fe?
86. Moisés había llegado a en medio de vosotros con señales manifiestas, y en su
ausencia habéis tomado el becerro de oro como objeto de vuestra adoración. ¿No habéis
obrado con iniquidad?
87. Cuando hubimos aceptado vuestra alianza y elevado por encima de vuestras cabezas
el monte Sinaí, hicimos oír estas palabras: Recibid nuestras leyes con firme resolución de
observarlas: escuchadlas. Ellos respondieron: Hemos oído, pero no obedeceremos; y sus
corazones estaban aún empapados en el culto del becerro; tan ingratos eran. Diles:
¡Detestables sugestiones las que os inspira vuestra creencia, si es que tenéis alguna!
88. Diles: Si es cierto que os está reservada cerca de Dios una mansión eterna, como
prretendéis vosotros, judíos, atreveos a desear la muerte si sois sinceros en lo que decís.
89. Pero no. Ellos no la pedirán jamás, a causa de las obras de sus manos, y Dios conoce
a los perversos.
90. Tú los hallarás más ávidos de vivir que a todos los demás hombres y hasta que a los
idólatras; no falta entre ellos quien desee vivir mil años; pero no podrá cambiar nada al
suplicio, por la razón de que haya vivido largos años, pues Dios ve sus acciones.
91. Di: ¿Quién se declarará enemigo de Gabriel? 40. Él es quien, con el permiso de Dios,
depositó en tu corazón el libro destinado a confirmar los libros sagrados antes de él para
servir de dirección y anunciar felices nuevas a los creyentes.
92. El que sea enemigo del Señor, de sus ángeles, de sus enviados, de Gabriel y de
Miguel, tendrá a Dios por enemigo; porque Dios odia a los infieles.
93. Pues nosotros te hemos enviado signos manifiestos; sólo los perversos se negarán a
prestarles crédito.
94. Siempre que adquieran un compromiso, ¿habrá entre ellos quien lo eche a un lado?
Sí, la mayoría de ellos no creen.
95. Cuando el Apóstol fue a su lado de parte de Dios, confirmando sus libros sagrados,
una parte de los que han recibido las Escrituras se echaron a la espalda el libro de Dios,
como si no lo conociesen.
96. Siguen lo que los demonios habían imaginado sobre el poder de Salomón 41; pero no
fue Salomón el infiel, sino los demonios. Enseñan a los hombres la magia y la ciencia que
había descendido de lo alto sobre los dos ángeles de Babel, Harut y Marut 42. Éstos no
instruían a nadie en su arte sin decir: Somos la tentación, cuida de llegar a ser infiel. Los
hombres aprendían de ellos los medios de sembrar la discordia entre el hombre y su
mujer; pero los ángeles no hacían daño a nadie sin el permiso de Dios; sin embargo, los
hombres aprendían lo que les era dañoso y no lo que podía serles útil, y sabían que el que
había comprado este arte estaba desheredado de toda parte en la villa futura. Vil precio
aquel por el cual se entregaron ellos mismos. ¡Ah! ¡si hubiesen sabido!
97. ¡Ah! ¡si hubiesen creído, si hubiesen temido a Dios! la recompenses de la parte de
Dios hubiese sido preferible. ¡Ah! ¡si hubiesen sabido!
98. ¡Oh vosotros, los que creéis! no os sirváis de la palabra raina (observadnos), decid
ondhorna (miradnos 43). Obedeced a esta orden. Espera a los infieles un doloroso castigo.
99. Los que poseen las Escrituras, así como los idólatras, no quieren que un favor
cualquiera descienda sobre vosotros de parte de vuestro Señor; pero Dios honra
particularmente con gracias a aquel a quien quiere, pues es dueño de grandes favores.
100. Nosotros no abrogamos ningún versículo de este libro ni haremos borrar uno solo de
tu memoria, sin reemplazarlo por otro mejor o igual. ¿No sabes que Dios es
omnipresente?. 44
101. ¿No sabes que el imperio del cielo y de la tierra pertenece a Dios y que no tenéis
más protector ni defensor que él?
102. ¿Querríais pedir a vuestro profeta (a Mahoma) lo que se le pedía a Moisés 45 en otro
tiempo? Sabed, pues, que el que cambia la fe por la incredulidad, ese deja lo bello en
medio del camino.
103. Muchos de los que poseen las Escrituras desearían llevaros a la infidelidad después
que vosotros habéis creído ya (es por pura envida) y después que la verdad se ha
mostrado claramente a sus ojos. Perdonadles; seguid adelante hasta que Dios haga surgir
una de sus obras. 46
104. Haced puntualmente las oraciones, dad limosna; el bien que hayáis hecho lo
hallaréis de nuevo cerca de Dios, que ve vuestras acciones.
105. Dicen: Sólo los judíos o los cristianos entrarán en el paraíso. Pero no es otra cosa
que sus deseos. Decidles: ¿Dónde están las pruebas? Mostradlas, si sois sinceros.
106. No; el que se haya entregado por completo 47 a Dios y el que haya practicado el bien,
ése será más bien el que hallará su recompenses cerca del Señor; el temor no le alcanzará
y no se verá afligido.
107. Los judíos dicen: Los cristianos no se apoyan en nada; los cristianos, por su parte,
dicen: Los judíos no se apoyan en nada 48; y, sin embargo, unos y otros leen las
escrituras; los que no conocen nada emplean lenguaje semejante. El día de la
resurrección, Dios decidirá entre ellos acerca del objeto de la disputa.
108. ¿Quién es más injusto que los que impiden que el nombre de Dios resuene en los
templos y los que trabajan para su ruina? No deberían entrar allí más que temblando. La
ignominia será su reparto en este mundo, y en el otro les está preparado un cruel castigo.
109. Pertenecen a Dios el Levante y el Poniente; hacia cualquier lado que os volváis,
hallaréis su faz. 49 Dios es inmenso y lo sabe todo.
110. Dicen: Dios tiene un hijo. Por su gloria, no 50; decid más bien que: Todo lo que está
en los cielos y en la tierra le pertenece y todo le obedece.
111. Único en los cielos y en la tierra, cuando ha resuelto alguna cosa, dice: Sea, y es.
112. Los que no conocen nada dicen: ¿Por qué, pues, Dios no nos dirige al menos la
palabra, y por qué no se nos aparece un signo del cielo? Ásí hablaban sus padres; su
lenguaje y sus corazones se semejan. Hemos hecho brillar bastantes signos para los que
tienen fe.
113. Te hemos enviado con la verdad y te hemos encargado que anuncies y que adviertas.
No te pedirán cuenta ninguna de aquellos que sean precipitados en el infierno.
114. Los judíos y los cristianos no te aprobarán hasta tanto que hayas abrazado su
religión. Diles: La dirección que proviene de Dios es la única verdadera; si tú te avinieses
a sus deseos, después de haber recibido la ciencia 51, no hallarías en Dios protección ni
auxilio.
115. Aquellos a quienes hemos dado el Libro (las Escrituras) y que lo leen como
conviene leerlo, esos creen en él; pero los que no le prestan fe serán entregados a la
perdición.
116. ¡Oh hijos de Israel! Acordaos de los beneficios con que os he colmado; acordaos de
que os he elevado por encima de los humanos.
117. Temed el día en que un alma no satisfaga a otra alma, en que ningún equivalente
será aceptado de ella, en que ninguna intercesión servirá de nada, en que ellos (los
infieles) no serán socorridos.
118. Cuando Dios probaba a Abrahán con ciertas palabras éste cumplió sus órdenes, Dios
le dijo: Te estableceré imán de los pueblos.52 -Escógelo también en mi familia, dijo
Abrahán. -Mi alianza no comprenderá a los malvados, contestó el Señor.
119. Establecimos la casa santa 53 para ser el retiro y el asilo de los hombres, y dijimos:
Tomad la morada de Abrahán por oratorio. Recomendamos a Abrahán y a Ismael esto:
Haced pura mi casa para los que vengan a darle la vuelta, para los que vengan a hacer la
oración, genuflexiones y postraciones. 54
120. Entonces Abrahán dijo a Dios: Señor, concede la seguridad a esta comarca y el
sustento de tus frutos a los que creen en Dios y en el día final. Yo la concederé a los
infieles también; pero sólo gozarán de ella un espacio de tiempo limitado; después los
empujaré hacia el castido del fuego. ¡Qué horrible camino el suyo!
121. Cuando Abrahán a Ismael hubieron levantado los cimientos de la casa, exclamaron:
Dignaos recibirla ¡oh Señor nuestro! pues tú entiendes y lo conoces todo.
122. ¡Oh Señor nuestro! Haz que nos resignemos a tu voluntad (musulmanes), 55 que
nuestra posteridad sea un pueblo resignado a tu voluntad (musulmán); enséñanos los ritos
sagrados y dígnate fijar tus miradas en nosotros, pues tú gustas de la penitencia y eres
misericordioso.
123. Suscita en medio de ellos un enviado tomado entre ellos a fin de que les lea el relato
de tus milagros 56 y les enseñe el libro 57 y la sabiduría, y les haga puros.
124. ¿Y quién tendrá aversión a la religión de Abrahán, a no ser el que se degrada a sí
mismo? Lo hemos elegido en este mundo y estará en el otro entre el número de los justos.
125. Cuando Dios dijo a Abrahán: Abandónate a mí, él le respondió: Me abandono al
Dios dueño del universo.
126. Abrahán recomendó esta creencia a sus hijos, y Jacob hizo lo propio; les djo: ¡Oh
hijos míos! Dios os ha escogido una religión; no muráis hasta que no seáis musulmanes
(resignados a Dios).
127. Estabais vosotros presentes cuando Jacob estuvo a punto de morir y cuandó les
preguntó a sus hijos: ¿Qué adoraréis después de mi muerte? Ellos respondieron:
Adoraremos a tu Dios, al Dios de tus padres, Abrahán, Ismael a Isaac, el Dios único, y
nosotros nos entregábamos a él (somos musulmanes).
128. Esta generación ha pasado, ha llevado consigo el precio de sus obras; recibiréis
también el de los vuestros y no se os pedirá cuenta de lo que los demás han hecho.
129. Se os dice: Sed judíos o cristianos y estaréis en el buen camino. Respondedles.
Somos más bien de la religión de Abrahán, verdadero creyente, y que no era del número
de los idólatras.
130. Decid. Creemos en Dios y en lo que nos ha sido enviado de lo alto a nosotros, a
Abrahán y a Ismael, a Isaac, a Jacob, a las doce tribus; creemos en los libros que han sido
dados a Moisés y a Jesús, en los libros concedidos a los profetas por el Señor; nosotros no
establecimos diferencia entre ellos y nos abandonamos a Dios.
131. Si ellos (los judíos y los cristianos) adoptan vuestra creencia, están en el camino
recto; si se alejan de él, hacen una excisión con nosotros; pero Dios os basta, entiende y
sabe todo.
132. Allí está el bautismo de Dios, y ¿quién puede dar el bautismo mejor que Dios?. 58 A
él es a quien adoramos.
133. Diles: ¿Disfrutaréis con nosotros respecto de ese Dios que es nuestro Señor y el
vuestro? Nosotros tenemos nuestras acciones y vosotros tenéis las vuestras. Nosotros
somos sinceros para con Dios.
134. ¿Diréis que Abrahán, Ismael, Isaac, Jacob y las doce tribus eran judíos o cristianos?
Diles: ¿Quién es más sabio, Dios o vosotros? ¿Y quién es más culpable que el que oculta
el testimonio de que Dios le hizo depositario? Pero Dios no desatiende lo que vosotros
hacéis.
135. Estas generaciones han desaparecido. Han llevado el precio de sus obras, como
lleváis vosotros el de las vuestras. No se os pedirá cuenta de lo que ellas han hecho.
136. Los hombres insensatos preguntarán: ¿Qué es lo que le ha apartado de su kebla 59, de
la que habían adoptado en un principio? Respóndeles: El Oriente y el Occidente
pertenecen al Señor, que conduce a los que quiere por el camino recto.
137. Así es como hemos hecho de vosotros, ¡oh arabes! una nación intermediaria, a fin de
que seáis testigos frente a frente de todos los hombres y de que el Apóstol sea testigo
respecto de vosotros.
138. Nosotros no hemos establecido la precedente kebla más que para distinguir aquel de
vosotros que haya seguido al profeta del que se aparte de él. 60 Este cambio es una
molestia, mas no para aquellos a quienes Dios dirige. No es Dios el que dejará el fruto de
vuestra ley, 61 pues está lleno de bondad y de misericordia para los hombres.
139. Te hemos visto volver el rostro a todos los lados del cielo; queremos que en lo
sucesivo lo vuelvas hacía una región en la cual tú te complacerás. Vuélvelo, pues, hacia la
playa del oratorio sagrado. 62 En cualquier lugar que estéis, volveos hacia esa playa. Los
que han recibido las Escrituras saben que es la verdad que proviene del Señor, y Dios no
desatiende sus acciones.
140. Aun cuando hicieses en presencia de los que han recibido las Escrituras toda clase
de milagros, no adoptarían tu kebla (dirección en la plegaria). Tú no adoptarás tampoco la
suya. Entre ellos mismos, los unos no siguen la kebla de los otros. 63 Si, después de la
ciencia que tú has recibido, siguieses sus deseos, serías del número de los impíos.
141. Los que han recibido las Escrituras conocen al Apóstol, como a sus propios hijos; 64
pero la mayor parte ocultan la verdad que conocen.
142. La verdad proviene de tu Señor. No seas, pues, de los que dudan.
143. Cada uno tiene una playa del cielo hacia la cual se vuelve al orar. Vosotros obrad el
bien a porfía dondequiera que estéis. Dios os reunirá a todos algún dla, pues es
omnipresente.
144. De cualquier lugar que salgas, vuelve tu rostro hacia el oratorio sagrado. Es la
verdad que proviene de tu Señor, y Dios no desatiende vuestras acciones.
145. De cualquier lugar que salgas, vuelve tu rostro hacia el oratorio sagrado. En
cualquier lugar que estéis, volved vuestro rostro hacia ese lado, a fin de que los hombres
no tengan pretexto alguno de disputa contra vosotros. Respecto a los impíos, no los temáis;
pero temedme, a fin de que yo realice mis beneficios para vosotros y que estéis en
la senda derecha.
146. Así es como hemos enviado hacia vosotros un apóstol tomado de entre vosotros, que
os leerá nuestras enseñanzas, que os hará puros y os enseñará el Libro (el Corán) y la
sabiduría, que os enseñará lo que ignoráis.
147. Acordaos de mí y yo me acordaré de vosotros; dadme acciones de gracias y no seáis
infieles. 65
148. ¡Oh vosotros, los que habéis creído! Buscad el socorro en la paciencia y en la
oración. Dios está con los pacientes.
149. No digas que los que están muertos en la senda de Dios están muertos. 66 No, están
vivos; pero vosotros no lo comprendéis.
150. Os pondremos a prueba por el terror y por el hambre, por las pérdidas en vuestros
bienes y en vuestros hombres, en vuestras cosechas. Mas tú, oh Mahoma, anuncia felices
nuevas a los que sufren con paciencia.
151. A los que, cuando les ocurre una desgracia, exclaman: Somos de Dios y a él
volveremos. 67
152. Las bendiciones del Señor y su misericordia se extenderán sobre ellos. Seran
dirigidos por la senda recta.
153. Safa y Merwa 68 son monumentos de Dios; el que hace la peregrinación a la Meca o
visita parcialmente los lugares santos, no comete ningún pecado, si da la vuelta a estas
dos colinas. El que haya hecho una buena obra por impulso propio, recibirá una
recompensa, pues Dios es agradecido y lo sabe todo.
154. Los que ocultan al conocimiento de los demás los signos evidentes y la verdadera
dirección, desde que los hemos dado a conocer a los hombres en el Libro (el Pentateuco)
serán malditos por Dios y por todos los que saben maldecir.
155. Los que vuelven a mí, se corrigen y hacen conocer la verdad a los demás; a esos
volveré yo también, pues gusto de volver hacia el pecador convertido, y soy
misericordioso.
156. Los que mueran infieles, sobre esos, la maldición de Dios, de los ángeles y de todos
los hombres.
157. Serán cubiertos eternamente con ella; sus tormentos no se suavizarán y Dios no
volverá hacia ellos sus miradas.
158. Vuestro Dios es el Dios único; no hay otro y es el clemente y el misericordioso.
159. En verdad, en la creación de los cielos y de la tierra, en la sucesión alternativa de los
días y de las noches, en los buques que vogan a través del mar para llevar a los hombres
cosas útiles, en esa agua que Dios hace descender del cielo y con la cual da la vida a la
tierra muerta poco antes, y donde ha diseminado animales de todas las especies, en las
variaciones de los vientos y en las nubes dedicadas al servicio entre el cielo y la tierra, en
todo esto hay advertencias para todos los que tienen inteligencia.
160. Hay hombres que colocan al lado de Dios asociados a quienes aman al igual que a
Dios; pero los que creen aman a Dios por encima de todo. ¡Oh! los impíos reconocerán,
en el momento del castigo, que no hay más poder que el de Dios, y que Dios es terrible
en sus castigos.
161. Cuando los jefes 69 estén separados de los que les seguían, cuando vean el castigo y
cuando estén rotos todos los lazos que les unían.
162. Los que seguían a sus jefes exclarnarán: ¡Ah! si pudiésemos volver a la tierra,
huiríamos de ellos como huyen ellos ahora. 70 Así es como les hará ver Dios sus obras.
Lanzarán suspiros de pesar, pero no saldrán del fuego.
163. ¡Oh hombres! 71 alimentaos con todos los frutos lícitos y buenos. No sigáis las
huellas de Satán, porque es vuestro enemigo declarado.
164. Os ordena el mal y las torpezas; os enseña a decir de Dios lo que vosotros no sabéis.
165. Cuando se les dice: Seguid la ley que Dios os ha enviado, responden: Nosotros
seguimos las costumbres de nuestros padres. Pero ¿es acaso que sus padres no eran
gentes que no entendían nada y que no estaban en la senda recta?
166. Los infieles se semejan al que le grita a un hombre que no oye más que el sonido de
la voz y el grito (sin distinguir las palabras). Sordos, mudos, ciegos, no comprenden nada.
167. ¡Oh creyentes! nutríos con los deliciosos manjares que os concedemos y dad gracias
a Dios, si sois sus adoradores.
168. Os está prohibido comer los animales muertos, la sangre, la carne de cerdo y todo
animal sobre el cual se haya invocado otro nombre distinto del de Dios. El que lo hiciese,
movido por la necesidad, y no como rebelde y transgresor, no será culpable. Dios es
indulgente y misericordioso.
169. Los que ocultan a los hombres parte del libro enviado de arriba, y compran así un
objeto de un valor ínfimo, llenan sus entrañas de fuego. Dios no les dirigirá la palabra el
día de la resurrección y no los absolverá. Les espera un doloroso suplido.
170. Éstos son hombres que cambian la verdadera dirección por el extravío, y el perdón
de Dios por sus castigos; ¿cómo soportarán el fuego?
171. Serán condenados, porque Dios ha enviado un libro verdadero, y los que disputan
respecto a él, producen una excisión que los pone muy lejos de la verdad.
172. La piedad no consiste en volver vuestras caras hacia Levante o Poniente. Piadoso es
el que cree en Dios y en el día final, en los ángeles y en el libro, en los profetas; el que,
por el amor de Dios, da de su haber a sus semejantes, a los huérfanos, a los pobres, a los
viajeros y a los que piden; el que rescata los cautivos, el que hace la oración, el que da limosna
y cumple los compromisos contraídos, y el que es paciente en la adversidad, en los
tiempos duros y en los tiempos de violencias. Estos son justos y temen al Señor.
173. ¡Oh creyentes! os está prescrita la pena del talión por el asesinato. Un hombre libre
por un hombre libre, un esclavo por un esclavo, una mujer por una mujer. 72 Aquel a
quien le sea aplazada esta pena (del talión) por su hermano,73 debe ser tratado con
humanidad, y se debe a su vez obrar generosamente respecto de aquel que le haya hecho
el aplazamiento.74
174. Es una suavización 75 de parte de vuestro Señor y un favor de su misericordia; pero
todo el que se haga culpable una vez más de un crimen semejante será entregado a un
doloroso castigo.
175. En la ley del talión está vuestra vida, 76 ¡oh hombres dotados de inteligencia! Tal vez
acabaréis por temer a Dios.
176. Os está prescrito que cuando uno de vosotros está próximo a morir, debe dejar por
testamento algún bien a su padre, a su madre y a sus allegados de una manera generosa.
Éste es un deber para los que temen a Dios.
177. El que, después de haber oído las disposiciones del testador en el momento de su
muerte, las altere, comete un crimen.77 Dios lo ve y lo oye todo.
178. El que, temiendo un error o una injusticia de parte del testador, haya regulado cual
conviene los derechos de los herederos, no es culpable. Dios es indulgente y
misericordioso.
179. ¡Oh creyentes! os está prescrito el ayuno, del mismo modo que ha sido prescrito a
los que os han precedido. Temed al Señor.
180. El ayuno no durará más que unos cuantos días. Pero el que está enfermo o de viaje
(y que no haya podido cumplir el ayuno en el tiempo prescrito) ayunará después un
número igual de días. Los que, pudiendo soportar el ayuno, lo rompan, darán a título de
expiación el alimento de un pobre. Todo el que realiza voluntariamente una obra de
devoción obtiene más. Ante todo, es bueno que observéis el ayuno, si conocéis la ley.
181. La luna de Ramadán, durante la cual descendió el Corán de lo alto para servir de
dirección a los hombres, de explicación clara de los preceptos, y de distinción entre el
bien y el mal, es el tiempo en que hay que ayunar. El que esté enfermo o de viaje ayunará
después un número igual de días. Dios quiere vuestro bienestar y no quiere vuestra
molestia. Quiere únicamente que cumpláis el número exigido y que le glorifiquéis,
porque os dirige por la senda derecha; quiere que seáis agradecidos.
182. Cuando mis servidores te hablen de mí, yo estaré cerca de ellos, escucharé la oración
del suplicante que me implora; pero que me escuchen, que crean en mí, a fin de que
caminen derechos.
183. Os está permitido acercaros a vuestras mujeres en esa noche del ayuno. Ellas son
vuestro vestido y vosotros sois el suyo. 78 Dios sabe bien que os engañáis a vosotros
mismos. 79 Ha vuelto a vosotros y os ha perdonado. Ved a vuestras mujeres en el deseo
de recoger los frutos que os están reservados. Os está permitido comer y beber hasta el
momento en que podáis distinguir un hilo blanco de un hilo negro. A partir de este
momento, observad estrictamente el ayuno hasta la noche. Durante este tiempo, no
tengáis comercio alguno con vuestras mujeres; pasadlo más bien en actos de devoción en
las mezquitas. Tales son los límites de Dios. 80 No os acerquéis a ellos por temor a trasponerlos.
Así es como desenvuelve Dios sus signos 81 ante los hombres, a fin de que le
teman.
184. No devoréis entre vosotros vuestras riquezas gastándolas en cosas vanas; 82 no las
llevéis tampoco ante los jueces con objeto de consumir injustamente el bien ajeno. Ya lo
sabéis.
185. Ellos te interrogarán acerca de las lunas nuevas. Diles: Son las épocas fijadas para la
utilidad de todos los hombres y para señalar la peregrinación a la Meca. La piedad no
consiste en que entréis en vuestras casas por una abertura practicada por detrás; 83
consiste en el temor de Dios. Entrad, pues, en vuestras casas por las puertas de entrada, y
temed a Dios. Seréis felices.
186. Combatid en la senda de Dios 84 contra los que os hagan la guerra. Pero no cometáis
injusticia atacándolos primero, pues Dios no ama a los injustos.
187. Matadles doquiera que los halléis y expulsadles de donde ellos os hayan expulsado.
La tentación de la idolatría es peor que la carnicería en la guerra. No les libréis combate
junto al oratorio sagrado, a no ser que ellos os ataquen. Si lo hacen, matadlos. Tal es la
recompensa de los infieles.
188. Si ponen término a lo que hacen, en verdad Dios es indulgente y misericordioso.
189. Combatidles hasta tanto que no tengáis que temer la tentación y hasta que todo culto
sea el del Dios único. Si ponen término a sus acciones, entonces no más hostilidades, a no
ser contra los perversos.
190. El mes sagrado para el mes sagrado, y los lugares sagrados bajo la salvaguardia de
las represalias. 85 Si alguien os oprime, oprimidle como os oprimió él. Temed al Señor y
sabed que está con los que le temen.
191. Gastad vuestro haber en la senda de Dios y no os precipitéis con vuestras propias
manos en el abismo. Haced el bien, pues Dios ama a los que hacen el bien.
192. Haced la peregrinación a la Meca y la visita a los lugares santos; 86 y si no pudieseis
por estar cercados por los enemigos, enviad alguna ofrenda. No afeitéis vuestras cabezas
hasta que la ofrenda haya llegado al lugar en que debe ser inmolada. El que esté enfermo
o que tenga que afeitarse a causa de alguna indisposición, estará obligado a dar
satisfacción de esto mediante el ayuno, la limosna o alguna ofrenda. Cuando no tenéis
nada que temer de vuestros enemigos, el que se contente con hacer la visita a los lugares
santos y aplace la peregrinación para otra época, debe hacer una ofrenda; si no tiene
medios, tres días de ayuno serán una expiación durante la peregrinación misma, y siete
después de su vuelta; diez días en total. Esta expiación es impuesta a aquel cuya familia
no se halla presente en el oratorio sagrado. Rogad a Dios y sabed que es terrible en sus
castigos.
193. La peregrinación se hará en los meses que conocéis ya. 87 El que la emprenda debe
abstenerse de mujeres, de las transgresiones de los preceptos y de las riñas. El bien que
hagáis será conocido por Dios. Tomad provisiones para el viaje. Sin embargo, la mejor
provisión es la piedad. Temedme, pues, ¡oh hombres dotados de sentido!
194. No es un crimen pedir favores a vuestro Señor. 88 Cuando volvéis en tropel del
monte Arafat, acordaos del Señor junto al monumento sagrado; 89 acordaos de él, porque
os ha dirigido por la senda recta a vosotros que estabais poco antes extraviados.
195. Haced además procesiones a los lugares en que las hacen los otros. Implorad el
perdón de Dios, pues es indulgente y misericordioso.
196. Cuando hayáis terminado vuestras ceremonias, conservad el recuerdo de Dios como
conserváis el de vuestros padres y hasta más vivo todavía. Hay hombres que dicen:
Señor, danos nuestra porción de bienes en este mundo. Éstos no tendrán parte en la vida
futura.
197. Hay otros que dicen: Señor, asígnanos una buena parte en este mundo y una buena
parte en el otro, y presérvanos del castigo del fuego.
198. Éstos tendrán la parte que han merecido. Dios es rápido en sus cuentas.
199. Recordad el nombre de Dios durante estos días contados. 90 El que haya apresurado
la marcha del valle de Mina no será culpable; el que lo haya retardado no lo será
tampoco, siempre que tema a Dios. Temed, pues, a Dios, y sabed que algún día seréis
congregados ante él.
200. Hay hombre que te agradará por la manera con que te habla de la vida de este
mundo; tomará a Dios por testigo de los pensamientos de su corazón. Él es el más
encarnizado adversario tuyo.
201. No bien te ha dejado, recorre el país, propaga el desorden, causa estragos en los
campos y entre el ganado. A Dios no le gusta el desorden.
202. Si le dicen: Teme a Dios; el orgullo del crimen se apodera de él; pero llegará día 91
en que le bastará la gehena. ¡Qué horrible lugar de reposo!
203. Otro se ha vendido a sí mismo para hacer una acción agradable a Dios. 92 Dios está
lleno de bondad para sus servidores.
204. ¡Oh creyentes! entrad todos en la verdadera religión; no sigáis las huellas de Satán;
él es vuestro enemigo declarado.
205. Si caéis en el pecado después de haber recibido los signos evidentes, 93 sabed que
Dios es poderoso y sabio.
206. ¿Esperan los infieles que Dios vaya a ellos en medio de las tinieblas de espesas
nubes, acompañado de sus ángeles, y que todo sea consumado? En verdad, todas las
cosas vuelven a Dios.
207. Pregunta a los hijos de Israel cuántos signos evidentes hemos hecho brillar a sus
ojos. El que haga cambiar los favores que Dios le había concedido, aprenderá que Dios
es terrible en sus castigos. 94
208. La vida de este mundo es para los que no creen y se burlan de los creyentes. Los que
temen a Dios estarán por encima de ellos en el día de la resurrección. Dios sustenta a los
que quiere, sin contarles sus beneficios.
209. En otro tiempo los hombres formaban una sola nación Dios envió a los profetas
encargados de anunciar y de advertir. Les dio el Libro (el Pentateuco o el Evangelio) que
contiene la verdad, para decidir entre los hombres acerca del objeto de sus disputas.
Ahora bien, los hombres no se pusieron a disputar más que por envidia de unos hacia
otros y después que los signos evidentes les fueron dados a todos. Dios fue el guía de los
hombres que creyeron hacia el verdadero sentido de lo que había llegado a ser objeto de
disputas con el permiso de Dios, pues él dirige a los que quiere hacia el camino recto.
210. ¿Creéis entrar en el paraíso sin haber sentido los males que sintieron los que os han
precedido? Las desgracias y las calamidades les alcanzaron; fueron sacudidos por la
adversidad hasta el punto que el profeta y los que creían con él exclamaron: ¿Cuándo
llegará, pues, el auxilio de Dios? ¿No está cercano el auxilio de Dios?
211. Te preguntarán cómo es preciso hacer la limosna. Diles: Es preciso socorrer a los
padres, a los allegados, a los huérfanos, a los pobres y a los viajeros. El bien que hagáis
será conocido por Dios.
212. Se os ha prescrito la guerra y vosotros le habéis tomado aversión.
213. Es posible que tengáis aversión a lo que os es ventajoso y que os guste lo que os es
dañoso. Dios lo sabe; pero vosotros no lo sabéis.
214. Te interrogarán sobre el mes sagrado, sobre la guerra en este mes. Diles: La guerra
en este mes es un grave pecado; peor apartarse de la senda de Dios, 95 no creer en él y en
el oratorio sagrado, expulsar de su recinto a los que lo habitan, es un pecado más grave
todavía. La tentación de la idolatría es peor que la carnicería. 96 Los infieles no cesarán
de haceros la guerra mientras no os hayan hecho renunciar a vuestra religión, si pueden.
Pero aquellos de vosotros que renunciéis a vuestra religión y muráis en estado de
infidelidad, esos son los hombres cuyas obras se perderán inútilmente en esta vida y en la
otra: son los hombres destinados al fuego y allí permanecerán eternamente.
215. Los que abandonan su país y combaten en el sendero de Dios pueden esperar su
misericordia, pues es indulgente y misericordioso.
216. Te interrogarán sobre el vino y el juego. Diles: Lo mismo en el uno que en el otro
hay mal y ventajas para los hombres; pero el mal supera a las ventajas que procuran. Te
interrogarán también acerca de lo que deben gastar en larguezas.
217. Respóndeles: Dad lo superfluo. Así es como os explica Dios sus signos, 97 a fin de
que meditéis.
218. Sobre este mundo y sobre el otro. Te interrogarán acerca de los huérfanos. Diles:
Hacerles bien es una acción hermosa.
219. Tan pronto como os mezcléis con ellos, son vuestros hermanos: Dios sabe distinguir
al que hace el mal del que hace el bien. 98 Puede afligiros si quiere, pues es omnipresente
y sabio.
220. No os caséis con las mujeres idólatras hasta que no hayan creído. Una esclava
creyente vale más que una mujer libre idólatra, aun cuando ésta os guste más. No deis
vuestras hijas a los idólatras, mientras no hayan creído. Un esclavo creyente vale más que
un incrédulo libre, aun cuando os guste más.
221. Los infieles os llaman al fuego, y Dios os invita al paraíso y al perdón si lo quiere;
explica sus enseñanzas a los hombres, a fin de que las mediten.
222. Te interrogarán sobre las reglas de las mujeres. Diles: Es un inconveniente. Separaos
de vuestras esposas durante este tiempo y no os acerquéis a ellas hasta que estén
purificadas. Cuando estén purificadas, vedlas, como Dios os lo ha ordenado. Él ama a los
que se arrepienten, ama a los que procuran conservarse puros.
223. Vuestras mujeres son vuestro campo. Id a vuestro campo cuando queráis; 99 pero
haced antes algo en favor de vuestras almas. 100 Temed a Dios y sabed que algún día
estaréis en su presencia. ¡Y tú, oh Mahoma!, anuncia a los creyentes felices nuevas.
224. No toméis a Dios como punto de mira cuando juréis ser virtuoso, temer a Dios y
establecer la concordia entre los hombres. Él lo sabe y oye todo. 101
225. Dios no os castigará por un error en vuestros juramentos; os castigará por las obras
de vuestros corazones. Es clemente y misericordioso.
226. Los que se abstienen de sus mujeres tendrán un plazo de cuatro meses para
reflexionar y no separarse a la ligera de sus mujeres. Si durante este tiempo vuelven a
ellas, Dios es indulgente y misericordioso.
227. Si el divorcio es firmemente resuelto, Dios sabe y entiende todo.
228. Las mujeres repudiadas dejarán transcurrir el tiempo de tres menstruaciones antes de
volver a casarse. No deben ocultar lo que Dios ha criado en su seno, si creen en Dios y en
el día final. Es más equitativo que los maridos las vuelvan a tomar cuando están en este
estado, si desean el bien. Las mujeres respecto de sus maridos y éstos respecto de sus
mujeres deben conducirse honestamente. Los maridos son primero que sus mujeres. 102
Dios es poderoso y sabio.
229. La repudiación puede hacerse dos veces. 103 Guardad vuestra mujer, tratadla
honestamente, y si la despedís, despedidla con generosidad. No os está permitido
apropiaros de lo que les habéis dado, a no ser que temáis no observar los límites de Dios
(vivíendo con ellas). 104 Si teméis no observarlos, no resultará ningún pecado para
ninguno de vosotros de todo cuanto haga la mujer para rescatarse. Tales son los límites
impuestos por Dios. 105 No los traspongáis, porque el que traspone los límites de Dios es
injusto.
230. Si un marido repudia a su mujer tres veces, no le está permitido tomarla hasta tanto
que ella se haya casado con otro marido y éste la haya a su vez repudiado. No resultará
ningún pecado para ninguno de los dos, si se reconcilian, creyendo poder observar los
limites de Dios. Tales son los límites que Dios pone claramente a los hombres que
entienden.
231. Cuando repudiéis a una mujer y sea llegado el momento de despedirla, guardadla
tratándola honradamente, o despedidla con generosidad. No la retengáis por fuerza para
ejercer alguna injusticia con ella; el que obra así, obra contra sí mismo. No os burléis de
las enseñanzas de Dios y acordaos de los beneficios de Dios, del Libro y de la sabiduría
que ha hecho descender sobre vosotros, por medio de lo cual os hace advertencias.
Temedle y sabed que lo conoce todo.
232. Cuando repudiéis a vuestras mujeres y éstas hayan esperado el tiempo fijado, no les
impidáis reanudar los lazos del matrimonio con sus maridos, si ambos esposos convienen
en lo que creen honrado. Este consejo se da a aquellos de vosotros que creen en Dios y en
el día final: esto es más digno y más decente. 106 Dios lo sabe todo y vosotros no lo
sabéis.
233. Las madres repudiadas amamantarán a sus hijos dos años completos, si el padre
quiere que el tiempo sea completo. El padre del niño está obligado a procurar alimento y
vestidos a la mujer de una manera decente. Que nadie adquiera más obligacioanes de lo
que sus facultades se lo permitan: que la madre no sea lesionada en sus intereses a causa
de su hijo, ni el padre tampoco. El heredero del padre está obligado a los mismos deberes.
Si los esposos quieren destetar al niño (antes del plazo) de voluntario acuerdo y después
de mutua consulta, esto no implica ningún pecado. Si preferís poner a vuestros hijos
nodriza, no hay ningún mal en ello, con tal que paguéis lo que hayáis prometido. Temed a
Dios y sabed que lo ve todo.
234. Si los que mueren dejan mujeres, éstas deben esperar cuatro meses y diez días.
Pasado este término, no seréis responsables de la manera con que ellas dispongan
honradamente de sí mismas. Dios está instruido de lo que hacéis.
235. No habrá ningún mal en que hagáis francas proposiciones de matrimonio a esas
mujeres, 107 o que tengáis la intención secreta en vuestros corazones. Dios sabe bien que
vosotros lo pensaríais; mas no les hagáis promesas en secreto ni les dirijáis más que un
lenguaje honesto.
236. No decidáis lazos matrimoniales hasta que no haya prescrito el tiempo; sabed que
Dios conoce lo que hay en vuestros corazones; sabed que es indulgente y misericordioso.
237. No hay ningún pecado en repudiar a una mujer con la cual no hayáis cohabitado 108
o a la que no hayáis asignado dote. Dadles lo necesario (el hombre acomodado según sus
facultades, el hombre pobre según las suyas) de una manera honrada cual conviene a los
que practican el bien.
238. Si repudiáis a una mujer antes de la cohabitación y después de la fijación de la dote,
se reservará la mitad, a no ser que la mujer no desista (de su mitad), o bien el que con su
mano ató el nudo del matrimonio no desista de todo. Desistir es más propio de la piedad.
No olvidéis la generosidad en vuestras relaciones enue vosotros. Dios ve lo que hacéis.
239. Observad con cuidado las horas de las plegarias y la plegaria del medio, 109 y
elevaos a la plegaria penetrados de devoción.
240. Si teméis algún peligro, podéis orar a pie o a caballo. Cuando estáis en toda
seguridad, pensad de nuevo en Dios, pues os ha enseñado lo que no sabíais.
241. Aquellos de vosotros que muráis dejando vuestras mujeres detrás, asignadles a éstas
un legado destinado a su sustento durante un año y sin que se vean obligadas a dejar la
casa. Si la dejasen ellas mismas, no podría resultar ningún pecado de la manera con que
dispongan honradamente de sí mismas. Dios es poderoso y sabio.
242. Un pasar decoroso es debido a las mujeres repudiadas; éste es un deber a cargo de
los que temen a Dios.
243. Así es como os explica Dios sus signos, a fin de que reflexionéis.
244. ¿No has observado a los que, en número de muchos miles, salieron de su país por
temor a la muerte? Dios les ha dicho: Morid. Luego les ha vuelto a la vida, pues Dios está
lleno de bondad por los hombres; pero la mayor parte no le dan gracias por sus beneficios.
110
245. Combatid en el sendero de Dios y sabed que Dios lo oye y sabe todo.
246. ¿Quién quiere hacer un magnífico préstamo a Dios? Dios lo multiplicará hasta lo
infinito, pues Dios restringe o extiende sus favores a su antojo, y vosotros todos volveréis
a él.
247. Recuerda la asamblea de los hijos de Israel despues de la muerte de Moisés, cuando
dijeron a uno de sus profetas: Créanos un rey y combatiremos en el sendero de Dios. -Y
cuando os lo manden, les respondió, ¿no os negaréis a ello? -¿Y por qué no
combatiríamos en el sendero de Dios, dijeron, nosotros que hemos sido expulsados de
nuestro país y separados de nuestros hijos? Sin embargo, cuando se les ordenó que
caminasen, cambiaron de opinión, excepto un pequeño número. Pero Dios conoce a los
malos.
248. EL profeta les dijo: Dios ha escogido a Talut (Saúl) para ser vuestro rey. -¿Cómo,
respondieron los israelitas, tendría poder sobre nosotros? Nosotros somos más dignos de
ello que él; él no tiene siquiera la ventaja de las riquezas. El profeta repuso: Dios lo ha
escogido para mandaros y le ha concedido mucha ciencia y una gran fuerza física. Dios
da el poder a quien quiere. Es inmenso y sabio.
249. EL profeta les dijo: En señal de su poder vendrá el arca de alianza. En ella tendréis
una prenda de seguridad de vuestro Señor; encerrará algunas reliquias de la familia de
Moisés y de Aarón; 111 los ángeles la llevarán. Eso os servirá de signo, si sois creyentes.
250. Cuando Talut partió con sus soldados, les dijo: Dios va a probaros por medio de un
río. El que apague en él su sed no será de los míos; el que se abstenga (salvo que beba en
el hueco de la mano) se contará entre los míos. Excepto un pequeño número, todos los
demás bebieron allí a su sed Cuando el rey y los creyentes que le seguían hubieron
atravesado el río,. los demás exclamaron: Hoy no tenemos fuerza contra Djalut (Goliath)
y sus soldados; pero los que creyeron que en el día final verían la faz de Dios, dijeron
entonces: ¡Oh! ¡cuántas veces, con el permiso de Dios, una tropa numerosa fue vencida
por una tropa pequeña! Dios está con los perseverantes.
251. Y cuando avanzaron en el campo de batalla contra Djalut y su ejército, exclamaron:
¡Señor! concédenos constancia, da firmeza a nuesuos pasos, y la victoria sobre ese pueblo
infiel.
252. Y lo pusieron en fuga con el permiso de Dios. David mató a Djalut y Dios le dio el
Libro 112 y la sabiduría, y le enseñó lo que quiso. Si Dios no contuviese a las naciones las
unas por las otras, en verdad la tierra estaría corrompida. Pero Dios es bienhechor para
con el universo.
253. Tales son las enseñanzas de Dios. Nosotros te las revelamos porque tú eres del
número de los enviados.
254. Nosotros elevamos a los profetas a los unos por encima de los otros. Los más
elevados son aquellos a quienes Dios ha hablado. Hemos enviado a Jesús, hijo de Maria,
acompañado de signos evidentes y lo hemos fortificado con el espíritu de la santidad.113
Si Dios hubiese querido, los que han venido después de ellos y después de la aparición de
los milagros no se habrían matado entre sí. Pero se pusieron a disputar; los unos creyeron,
los otros fueron incrédulos. Si Dios hubiese querido no se habrían matado entre sí; pero
Dios hace lo que quiere.
255. ¡Oh creyentes! Dad limosna de los bienes que hemos repartido, antes de que llegue
el día en que no habrá ya contratos, ni amistad, ni intercesión. Los infieles son los malos.
256. Dios es el Dios único; no hay más Dios que él, el Vivo, el Inmutable. Ni el letargo ni
el sueño le rinden. Todo lo que hay en los cielos y en la tierra le pertenece. ¿Quién puede
interceder cerca de él sin su permiso? Él conoce lo que está delante de ellos y lo que está
detrás de ellas, y los hombres no abarcan de su ciencia más que lo que él quiso
enseñarles. Su trono se extiende sobre los cielos y sobre la tierra y su custodia no le
cuesta ningún trabajo. 114 Él es el Altísimo, el Grande. 115
257. Nada de violencia en religión. El camino verdadero se distingue bastante del error.
116 El que no crea en Thagut 117 y crea en Dios, habrá asido una asa sólida y libre de toda
rotura. Dios lo oye y lo conoce todo.
258. Dios es el patrono de los que creen, y los hará pasar de las tinieblas a la luz.
259. En cuanto a los infieles, no tienen más patrono que Thagut. Él los conducirá de la
luz a las tinieblas; serán entregados a las llamas, donde permanecerán eternamente.
260. ¿No has oído decir nada de aquel 118 que disputó con Abrahán respecto del Dios que
le dio el reino? Abrahán había dicho: Mi Señor es el que da la vida y la muerte. -Yo soy,
respondió el otro, el que doy la vida y la muerte. -Puesto que Dios, repuso Abrahán, trae
el sol del Oriente, hazle venir de Occidente. El infiel quedó confundido. Dios no dirige a
los perversos.
261. O bien, no has oído hablar de aquel que, pasando cierto día junto a una villa
arruinada y derruida, exclamó: ¿Cómo hará Dios revivir esta ciudad muerta? Dios hizo
morir a aquel hombre y quedó así durante cien años; luego lo resucitó y le preguntó:
¿Cuánto tiempo has permanecido aquí? -Un día o algunas horas solamente, respondió el
viajero. -No, respondió Dios; has estado aquí cien años. Mira tu alimento y tu bebida;
todavía no se han corrompido, y luego mira tu asno, no quedan de él más que los huesos.
Hemos querido hacer de él un signo para los hombres. Mira cómo recogemos la osamenta
y la cubrimos de carne. Al ver este prodigio, aquel hombre exclamó: Reconozco que Dios
es omnipotente.119
262. Cuando Abrahán dijo a Dios: ¡Señor, hazme ver cómo resucitas a los muertos!, Dios
le dijo: ¿No crees todavía? Creo -respondió Abrahán-; pero quisiera que mi corazón
estuviese perfectamente tranquilo. Entonces Dios le dijo: Toma cuatro pájaros y córtalos
en pedazos; dispersa sus miembros por la cima de las montañas y llámalos luego; vendrán
a ti, y sabe que Dios es poderoso y prudente.
263. Los que gastan sus riquezas en el sendero de Dios son como el grano que produce
siete espigas, cada una de las cuales da cien granos. Dios dará el doble a aquel a quien
quiere. Es imenso y sabio.
264. Los que gastan sus riquezas en el sendero de Dios y que no acompañan sus
larguezas de reproches ni de malos procederes, tendrán una recompensa cerca del Señor;
el temor no descenderá sobre ellos y no serán afligidos.
265. Una palabra honrada, el perdón de las ofensas , vale más que una limosna que siga a
la pena causada a aquel que la recibe. Dios es rico y clemente.
266. ¡Oh creyentes! no hagáis vanas vuestras limosnas con los reproches o los malos
procederes, como obra el que hace larguezas por ostentación y que no cree en Dios y en
el día último. Se semeja a una colina pedregosa cubierta de un poco de tierra; que caiga
un torrente sobre esta colina y no dejará más que la roca. Semejantes hombres no sacarán
ningún provecho de sus obras, pues Dios no dirige a los infieles.
267. Los que gastan su haber en el deseo de agradar a Dios y para dar firmeza a sus
almas, semejan a un jardín plantado en una ribera regada por abundante lluvia y cuyos
frutos han sido elevados al doble. Si no cae lluvia, caerá rocío. Dios ve lo que hacéis.
268. ¿Quisiera alguno de vosotros tener un jardín plantado de palmeras y de viñas, regado
por corrientes de agua, rico en toda clase de frutos, y que le sorprenda la vejez en medio
de estos goces, con hijos de corta edad, y que un torbellino de llamas consuma este
jardín? Asi es como os explica Dios sus enseñanzas; tal vez las me ditaréis.
269. ¡Oh creyentes! haced limosnas con lo mejor que hayáis adquirido de los frutos que
hemos hecho salir de la tierra para vosotros. No distribuyáis en larguezas la parte más vil
de vuestros bienes.
270. Tal como no la recibiríais vosotros mismos, a menos de una connivencia con el que
os la ofreciese. Sabed que Dios es rico y está colmado de gloria.
271. Satanás os amenaza con la pobreza 120 y os manda hacer maldades; Dios os promete
su perdón y sus beneficios y es verdad. Dios es inmenso y sabio.
272. Da la sabiduría a quien quiere, y todo el que ha obtenido la sabiduría ha obtenido un
bien inmenso; pero sólo los hombres dotados de sentido piensan en ello.
273. Cualquiera que sea la limosna que hagáis, sea cual fuere el voto que forméis, Dios
los conocerá. Los malvados no tendrán ninguna asistencia. ¿Hacéis la limosna a la luz del
día? Es laudable. ¿La hacéis en secreto y socorréis a los pobres? Esto os aprovechará
todavía más. Tal conducta hará borrar vuestros pecados. Dios sabe todo lo que hacéis.
274. Tú no estás encargado, ¡oh Mahoma!, de dirigir a los infieles. Dios es el que dirige a
los que quiere. Cuanto hayáis distribuido en generosidades, redundará en provecho
vuestro; cuanto hayáis distribuido con el deseo de contemplar la faz de Dios, 121 os será
pagado, y no seréis tratados injustamente. Hay entre vosotros pobres que, ocupados
únicamente en luchar en el sendero de Dios, no tienen los medios de correr el país, para
enriquecerse con el comercio; el que no lo sabe, los cree ricos a causa de su actitud
reservada; 122 tú los reconocerás por sus marcas; 123 ellos no importunan a los hombres
con sus peticiones. Todo lo que hayáis dado a esos hombres lo sabrá Dios.
275. Los que den limosna de día o de noche, en secreto o en público, recibirán la
recompensa de Dios. El temor no descenderá sobre ellos y no serán afligidos.
276. Los que tragan el producto de la usura se levantarán el día de la resurrección como
aquel a quien Satán ha mancillado con su contacto. Y esto porque dicen: La usura es lo
mismo que la venta. Dios ha permitido la venta y prohibido la usura. Aquel a quien llegue
esta advertencia del Señor y que ponga término a esta iniquidad, obtendrá el perdón del
pasado; su suerte dependerá entonces de Dios. Los que vuelvan a la usura serán
entregados al fuego, donde permanecerán eternamente.
277. Dios aniquila la usura y multiplica con usura el premio de las limosnas. Dios odia al
hombre incrédulo y criminal. Los que creen y practican las buenas obras, que hacen la
oración y dan limosna, recibirán una recompensa de su Señor y el temor no descenderá
sobre ellos y no serán afligidos.
278. ¡Oh creyentes! Temed a Dios y abandonad lo que os queda todavía de la usura, 124 si
sois fieles.
279. Si no lo hacéis, esperad la guerra de parte de Dios y de su enviado. Si os arrepentís,
os queda aún vuestro capital. No lesionéis a nadie y no seréis lesionados.
280. Si vuestro deudor pasa apuros, aguardad a que salga de ellos. Si le aplazáis la deuda,
será más meritorio para vosotros, si lo sabéis.
281. Temed el día en que volváis a Dios y en que toda alma sea retribuida según sus
obras; ninguno será allí lesionado.
282. ¡Oh, vosotros los que creéis! Cuando contraigáis una deuda pagadera en una época
fija, ponedla por escrito. Que un escribano la ponga fielmente por escrito; que el
escribano no se niegue a escribir, según la ciencia que Dios le ha enseñado; que escriba y
que el deudor dicte; que tema a su Señor y no quite la menor cosa de aquello. Si el deudor
no goza de sus facultades, si es de los débiles de este mundo o si no está en estado de
dictar por sí mismo, que su patrón (o su amigo) dicte fielmente por él. Llamad dos testigos
escogidos entre vosotros; si no halláis dos hombres, llamad a uno sólo y dos
mujeres entre las personas hábiles para testimoniar, a fin de que, si una se olvida, pueda
la otra recordar el hecho. Los testigos no deben negarse a hacer declaraciones siempre
que a ellos sean requeridos. No desdeñéis poner por escrito una deuda, sea pequeña o
grande, indicando el plazo del pago. Este procedimiento es más justo ante Dios, más
acomodado al testimonio y más propio para desvanecer toda clase de dudas, a menos que
la mercancia no esté allí en vuestra presencia y que no la paséis de mano en mano;
entonces no podría haber pecado si no ponéis la transacción por escrito. Llamad testigos
en vuestras transacciones y no violentéis ni al escribano ni al testigo; si lo hacéis,
cometéis un crimen. Temed a Dios: él es el que os instruye y el que está instruido de
todo.
283. Si estáis de viaje y no halláis escribano, hay lugar a una fianza. Mas si el uno confía
al otro un objeto, que aquel a quien fue confiada la prenda la restituya intacta; que tema a
Dios, su Señor. No os neguéis a prestar testimonio; todo el que se niega tiene el corazón
corrompido. Pero Dios conoce vuestras acciones.
284. Todo lo que está en los cielos y en la tierra pertenece a Dios; que hagáis vuestras
acciones a la luz del día o que las ocultéis, él os pedirá cuenta de ellas; perdonará a quien
quiera y castigará a quien quiera. Dios es omnipotente.
285. El profeta cree en lo que el Señor le ha enviado. Los fieles creen en Dios, en los
ángeles, en sus libros y en sus enviados. Dicen: No establecemos diferencia entre los
enviados de Dios. 125 Hemos oído y obedecemos. ¡Perdónanos nuestros pecados, oh Señor!
Todos volveremos a ti.
286. Dios no impondrá a ninguna alma un peso que sea superior a sus fuerzas. Lo que
haya hecho será alegado por ella o en contra de ella. Señor, no nos castigues por faltas
cometidas por olvido o por error. Señor, no nos impongas el fardo que habías impuesto a
los que han vivido antes que nosotros. Señor, no nos cargues con lo que no podemos
soportar. Borra nuestros pecados, perdónanoslos, ten piedad de nosotros; tú eres nuestro
Señor. Danos la victoria sobre los infieles.
SURA III
LA FAMILIA DE IMRÁN 1
Dado en Medina. - 200 versículos
En nombre del Dios clemente y misericordioso
1. ELIn LAM. MIM. 2 Dios. No hay más Dios que él, el Vivo, el Inmutable.
2. Te ha enviado en toda verdad el Libro que confirma lo que le ha precedido; ha hecho
descender de lo alto el Pentateuco y el Evangelio para servir de dirección a los hombres.
Ha hecho descender la Distinción. 3
3. Los que no crean en los signos de Dios, sufrirán un castigo terrible. Dios es poderoso,
vengativo.
4. Nada de lo que hay en los cielos y en la tierra le permanece oculto. Él es el que os
forma, como le place, en el seno de vuestras madres. No hay más Dios que él. Él es el
Poderoso, el Sabio.
5. Él es el que lo ha enviado el Libro de su parte. Se hallan en él versículos inmutables
que son como la madre del Libro, y otros que son metafóricos. 4 Aquellos a quienes su
corazón desvía de la verdadera senda, corren detrás de las metáforas, por afán de
desorden y por deseo de la interpretación. Los hombres de una ciencia sólida dirán:
Nosotros creemos en ese libro; todo lo que encierra proviene de nuestro Señor. Sí, sólo
reflexionan los hombres dotados de inteligencia.
6. ¡Señor! no permitáis a nuestros corazones desviarse de la senda recta, una vez que tú
nos has dirigido a ella. Concédenos tu misericordia, pues tú eres el dispensador supremo.
7. ¡Señor! Tú reunirás al género humano en el día respecto del cual no hay duda. En
verdad, Dios no falta a sus promesas.
8. En cuanto a los infieles, sus riquezas ni sus hijos podrían servirles en modo alguno
como equivalente de Dios; serán alimento del fuego.
9. Tal fue la suerte de las gentes de Faraón 5 y de aquellos que le han precedido. Han
tratado nuestros signos de mentiras. Dios les ha cogido por sus pecados y es terrible en
sus castigos.
10. Di a los incrédulos: En breve seréis vencidos y reunidos en la gehena. ¡Qué horrible
mansión!
11. En aquellas dos tropas que vinieron a las manos, la una que combatía en la senda de
Dios, la otra infiel, había un signo para vosotros. Los infieles creían ver con sus ojos dos
veces más enemigos, 6 pero es Dios el que apoyaba con su auxilio a aquel a quien quería.
En verdad había en esto una advertencia para los hombres clarividentes.
12. El amor a los placeres, tales como las mujeres, los niños, los tesoros de montones de
oro y plata, los caballos con marcas impresas, 7 los rebaños, los campos, todo esto parece
hermoso a los hombres; pero no son más que goces pasajeros de este mundo; el retiro
hermoso está junto a Dios.
13. Di: ¿Puedo anunciar a los que temen algo mejor? En su Señor hallarán jardines
regados por corrientes de agua, donde permanecerán eternamente; mujeres exentas de
toda marcha, y la satisfacción de Dios. Dios mira a sus servidores.
14. Tal será la suerte de los que dicen: Señor, hemos creído; perdónanos nuestros pecados
y presérvanos de la pena del fuego.
15. De los que han sido pacientes, verídicos, sumisos, caritativos, a imploran el perdón de
Dios a cada salida de la aurora.
16. Dios mismo es testigo de que no hay más Dios que él; los ángeles y los hombres
dotados de ciencia y de rectitud, repiten: No hay más Dios que él, el Poderoso, el Sabio.
17. La religión de Dios es el Islam. 8 Los que siguen las Escrituras no están divididos
entre sí hasta tanto que han recibido la ciencia 9 y por envidia. El que se niegue a creer en
los signos de Dios sentirá cuán pronto es en pedir cuenta de las acciones humanas.
18. Di a los que discutan contigo: Yo me he entregado por entero a Dios, así como los
que me siguen.
19. Di a los que han recibido las Escrituras y a los ignorantes: 10 ¿Os entregáis a Dios?. 11
Si lo hacen, estarán en la senda recta; si tergiversan, tú solo estás encargado de la
predicación. Dios ve a sus servidores.
20. Anuncia a los que no creen en los signos de Dios, a los que matan a sus profetas
contra toda justicia y a todos los que les predican justicia, a esos anúnciales un doloroso
castigo.
21. A aquellos cuyas obras en este mundo y en el otro no sirvieron de nada y que no
tendrán defensores.
22. ¿No has visto a los que han recibido una porción de las Escrituras (los judíos) recurrir
al Libro de Dios, para que decida sus diferencias, y luego a una pane de ellos tergiversar
y alejarse?
23. Es que se ha dicho: El fuego no nos alcanzará más que por espacio de unos pocos
días. Sus mentiras les hacen ciegos acerca de sus creencias.
24. ¿Qué será cuando nos reunamos en ese día respecto al cual no hay duda, el día en que
toda alma reciba el precio de sus obras y en que nadie será lesionado?
25. Di: Señor, el poder está entre tus manos; tú lo das a quien quieres y se lo quitas a
quien te place; tú elevas a quien quieres y humillas a quien se te antoja. El bien está en
tus manos porque eres omnipotente.
26. Tú haces entrar la noche en el día y el día en la noche; tú haces salir la vida de la
muerte y la muerte de la vida. Tú concedes el sustento a quien quieres sin cuenta ni
medida.
27. Que los creyentes no tomen por amigos (o aliados o patronos) a infieles más bien que
a creyentes. Los que lo hiciesen no deben esperar nada de parte de Dios, a menos que no
tengan que temer algo de su pane. Dios os advierte que le temáis, pues volveréis a su
lado. Diles: Ora que escondáis lo que hay en vuestros corazones, ora que lo expongáis a
la luz del día, Dios lo sabrá. Conoce lo que hay en los cielos y en la tierra, es
omnipotente.
28. El día en que toda alma halle ante sí el bien que ha hecho y el mal que ha cometido,
ese día deseará que un espacio inmenso la separe de sus malas acciones. Dios os advierte
que es preciso temerlo, pues es benévolo para sus servidores.
29. Diles: Si amáis a Dios, seguidme; os amará y os perdonará vuestros pecados; es
indulgente y rnisericordioso. Obedeced a Dios y al profeta; pero si tergiversáis, sabed que
Dios no ama a los infieles.
30. Dios ha escogido, con preferencia a todos los humanos, a Adán y a Noé, a la familia
de Abrahán y a la de Imrán. 13 Estas familias han salido unas de otras. Dios lo sabe y lo
entiende todo.
31. Acuérdate del día en que la esposa de Imrán dirigió esta piegaria a Dios: Señor, yo te
he consagrado lo que hay en mi seno y te pertenece por entero; 14 dígnate recibirlo, pues
lo oyes y lo conoces todo. Cuando ella hubo engendrado, dijo: Señor, he echado al
mundo una hija (Dios sabía bien lo que había echado al mundo: el hijo no es como la hija
15), y la he nombrado Mariam (María); la pongo bajo tu protección, a ella y a su
posteridad, a fin de. que los preserves de las astucias de Satán el Apedreado.
32. El Señor hizo la mejor acogida a la mujer de Imrán; ahora bien, él le había hecho
producir una hermosa criatura. 17 Zacarías cuidó al niño; siempre que iba a visitar a María
en su celdo, hallaba alimento cerca de ella.18 ¡Oh María! ¿De dónde ós proviene este
alimento? -Me proviene de Dios, respondió ella, pues Dios sustenta abundantemente a los
que quiere y no les cuenta los bocados.
33. Y en esto, Zacarías empezó a orar a Dios. Señor, concédeme una posteridad bendita;
tú gustas de escuchar las plegarias de los suplicantes. Sus ángeles le llamaron mientras
que oraba en el santuario.
34. Dios te anuncia el nacimiento de Yahia (san Juan) que confirmará la verdad del
Verbo de Dios; será grande, 19 casto, un profeta del número de los justos.
35. Señor, ¿de dónde vendrá ese hijo?, preguntó Zacarías; la vejez me ha alcanzado, y mi
mujer es estéril. El ángel le respondió: Así es como Dios hace lo que quiere.
36. Zacarías dijo: Señor, dame un signo como prenda de tu promesa. Él dijo: He aquí el
signo: durante tres días, tú no hablarás a los hombres más que por signos. Pronuncia sin
cesar el nombre de Dios y celebra sus alabanzas noche y día.
37. Los ángeles dijeron a María: Dios te ha escogido, te ha dejado exenta de toda
mancha, te ha elegido entre todas las mujeres del universo.
38. ¡Oh Maria! sé piadosa para con tu Señor; prostérnate y dobla la rodilla ante él con los
que doblan la rodilla.
39. Tales son los relatos desconocidos hasta aquí por ti, ¡oh Mahoma!, a quien los
revelamos. Tú no estabas entre ellos cuando tocaban sus zampoñas al que cuidase a
María; tú no estabas entre ellos cuando disputaban. 21
40. Un día, los ángeles dijeron a María: Dios te anuncia su Verbo. Se llamará el Mesías,
Jesús, hijo de María, ilustre en este mundo y en el otro, y uno de los familiares de Dios.
41. Pues hablará a los humanos, niño en la cuna y hombre hecho, y será del número de
los justos.
42. Señor, respondió Maria, ¿cómo he de tener un hijo? Ningún hombre me ha tocado.
Así es, respondió el ángel, como crea Dios lo que quiere. Dice: Sea, y es.
43. Le enseñará el Libro y la sabiduría, el Pentateuco y el Evangelio. Jesús será su
enviado cerca de los hijos de Israel. Les dirá: Vengo hacia vosotros, acompañado de los
signos del Señor; formaré de barro la figura de un pájaro, soplaré en él y, con el permiso
de Dios, el pájaro será vivo; curaré al ciego de nacimiento y al leproso; resucitaré a los
muertos con el permiso de Dios; os diré lo que hayáis comido y lo que hayáis escondido
en vuestras casas. Todos estos hechos serán otros tantos signos para vosotros, si sois
creyentes.
44. Vengo para confirmaros el Pentateuco, que habéis recibido antes que yo; os permitiré
el use de ciertas cosas que os habían sido prohibidas. Vengo con signos de parte de
vuestro Señor. Temedle y obedecedrne. Él es mi Señor y el vuestro. Adoradle: es el
sendero recto.
45. Pero tan pronto como Jesús advirtió su infidelidad, exclamó: ¿Quién será mi auxiliar
para conducir los hombres hacia Dios? -Nosotros, respondieron los discípulos de Jesús,
seremos los auxiliares de Dios. Creemos en Dios y tú testimoniarás que nosotros nos
abandonamos a su voluntad.
46. Señor, nosotros creemos en lo que tú nos envías, y seguimos al apóstol. Inscríbenos
entre el número de los que dan testimonio.
47. Los judíos imaginaron artificios contra Jesús. Dios los imaginó contra ellos, y, en
verdad, Dios es el más hábil.
48. En verdad soy yo quien te hago sufrir la muerte y soy yo quien te eleva a mí, quien
te libra de los infieles, quien coloca a los que te siguen por encima de los que no creen,
hasta el día de la resurrección. Todos volveréis a mí y yo juzgaré entre vosotros respecto
a vuestras diferencias.
49. Yo castigaré a los infieles con un castigo cruel en este mundo y en el otro. En ninguna
parte hallarán auxilio.
50. A los que creen y obran el bien les dará Dios la recompensa, pues no ama a los
injustos.
51. He aquí la enseñanza y las sabias advertencias que te recitamos.
52. Jesús es a los ojos de Dios, lo que es Adán. Dios lo formó del polvo y luego dijo: Sea,
y fue.
53. Estas palabras son la verdad que proviene de tu Señor. Guárdate de dudarlo.
54. A los que disputen contigo respecto de este punto, desde que has tenido conocimiento
perfecto de él, respóndeles: Venid, llamemos a nuestros hijos y a los vuestros, a nuestras
mujeres y a las vuestras, vengamos nosotros y vosotros, y luego conjuremos al Señor
cada uno de nuestra parte y llamemos su maldición sobre los embusteros. 23
55. Lo que yo os predico es la verdad misma. No hay más dioses que Dios, que es
Poderoso y Sabio.
56. Si tergiversan, ciertamente Dios conoce a los malos.
57. Di a los judíos y a los cristianos. ¡Oh gentes de las Escrituras! ¡venid a oír una sola
palabra; que todo sea igual entre nosotros y vosotros; convengamos que nosotros no
adoraremos más que al Dios único y que no le asociaremos nada, y que no buscaremos
los unos entre los otros señores al lado de Dios. Si se niegan a ello, decidles: Vosotros
mismos sois testigos de que nos resignamos por entero a la voluntad de Dios.
58. ¡Oh vosotros que habéis recibido las Escrituras! ¿Por qué disputáis respecto de
Abrahán? El Pentateuco y el Evangelio no han sido enviados de lo alto hasta mucho
tiempo después de él. ¿No lo comprenderéis, pues, jamás?
59. Vosotros que disputáis acerca de las cosas de que estáis instruidos, ¿por qué intentáis
disputar acerca de las que no tenéis conocimiento? Dios sabe; pero vosotros, vosotros no
sabéis.
60. Abrahán no era ni judío ni cristiano; era piadoso y resignado a la voluntad de Dios, y
no era del número de los idólatras.
61. Los que más se atienen a la creencia de Abrahán son los que le siguen. Tal es el
profeta (Mahoma) y los creyentes. Dios es el protector de los fieles.
62. Una parte de los que han seguido las Escrituras desearían extraviaros; pero no hacen
más que extraviarse a sí mismos y no lo sienten.
63. ¡Oh vosotros que habéis recibido las Escrituras! ¿Por qué no creéis en los signos del
Señor, cuando habéis sido testigos de ellos?
64. ¡Oh vosotros los que habéis recibido las Escrituras! ¿Por qué revistís la verdad con el
manto de la mentira? ¿Por qué la ocultáis, vosotros que la conocéis?
65. Una parte de los que han recibido las Escrituras han dicho: Creed en el Libro enviado
a los creyentes (mahometanos) por la mañana y rechazad su creencia por la tarde; de este
modo abandonarán su religión.
66. No prestéis fe a los que siguen vuestra religión. Diles: La verdadera dirección es la
que viene de Dios; consiste en que los demás participen de la revelación que os ha sido
dada en un principio. ¿Disputarán con vosotros ante el Señor? Diles: Los favores están en
las manos de Dios y los concede a quien quiere. Es inmenso y sabio.
67. Concederá su misericordia a quien quiera. Es dueño de inmensos favores.
68. Entre los que han recibido las Escrituras los hay a quienes puedes confiar un talento 24
y que te lo devolverán intacto; hay otros que no te restituirán el depósito de un dinero, si
tú no les obligas a ello.
69. Obran así porque dicen: Nosotros no estamos obligados a nada respecto de los
ignorantes. 25 Atribuyen, a sabiendas, una mentira a Dios.
70. El que cumple sus compromisos y teme a Dios, sabrá que Dios ama a los que le
temen.
71. Los que por el pacto con Dios y por sus juramentos compran un objeto de valor
ínfimo, no tendrán ninguna parte en la vida futura. Dios no les dirigirá ni una sola
palabra, no dirigirá ni una sola mirada sobre ellos en el día de la resurrección, no los
absolverá; un castigo doloroso les está destinado.
72. Algunos de ellos torturan las palabras de las Escrituras con sus lenguas, para haceros
creer que lo que dicen se halla allí realmente. No, esto no forma parte de las Escrituras.
Ellos dicen: Esto proviene de Dios. No, esto no proviene de Dios. Ellos dicen mentiras
sobre Dios, y lo saben.
73. ¿Conviene que el hombre a quien Dios ha dado el Libro y la sabiduría y el don de
profecía, diga a los hombres: Sed mis adoradores al mismo tiempo que lo sois de Dios?.
26 No, sed los adoradores de Dios, puesto que conocéis el Libro y lo estudiáis.
74. Dios no os manda tomar por maestros 27 a los ángeles ni a los profetas. ¿Iba a
ordenaros que os hicieseis incrédulos, después que vosotros habéis resuelto resignaros a
la voluntad de Dios (musulmanes)?
75. Cuando Dios recibió el pacto de los profetas, les dijo: He aquí el libro y la sabiduría
que yo os doy. Un día vendrá un profeta a confirmar lo que recibís. Creed en él y
ayudadle con todo vuestro poder. ¿Consentís en ello y aceptáis el pacto con esta
condición? Ellos respondieron: Consentimos. -Sed, pues, testigos, repuso el Señor, y yo
soy también uno de los testigos, como vosotros.
76. Después de este compromiso, todo el que intentase sustraerse a él seria del número de
los perversos.
77. ¿Desean otra religión que no sea la de Dios, mientras que todo lo que hay en los
cielos y en la tierra se somete a sus órdenes, de grado o por fuerza, y que todo debe
volver a él algún día?
78. Di: Creemos en Dios, en lo que él nos ha enviado, en lo que ha revelado a Abrahán, a
Ismael, a Jacob y a las doce tribus; creemos en los libros santos que Moisés, Jesús y los
profetas han recibido del cielo; no establecemos ninguna diferencia entre ellos; estamos
resignados a la voluntad de Dios (somos musulmanes).
79. Todo el que desee otro culto que no sea la resignación a la voluntad de Dios (islam),
ese culto no será recibido de él, y él será en el otro mundo del número de los
desgraciados.
80. ¿Cómo dirigiría Dios por el sendero recto a los que, después de haber creído y
prestado testimonio de la verdad del apóstol, después de haber sido testigos de los signos,
vuelven a la infidelidad? Dios no conduce a los perversos.
81. Su recompensa será la maldición de Dios, de los ángeles y de todos los hombres.
82. Serán cubiertos eternamente con ella. Su suplicio no se suavizará, y Dios no les
dirigirá ni una sola mirada.
83. No ocurrirá lo mismo con los que vuelvan al Señor, por su arrepentimiento, y los que
hagan el bien, pues Dios es indulgente y misericordioso.
84. Los que vuelven a ser infieles después de haber creido, y que no hacen después más
que acrecentar su infidelidad, el arrepentimiento de esos no será acogido, y permanecerán
en el extravío.
85. En cuanto a los que son infieles y mueren infieles, todo el oro que puede contener la
tierra no bastará para librarlos del castigo cruel. No tendrán defensor.
86. No alcanzaréis la piedad perfecta hasta que hayáis hecho limosna de lo que más
apreciáis. Todo lo que deis, lo sabrá Dios.
87. A los hijos de Israel les estaba permitido todo alimento, excepto el que Israel mismo
(Jacob) se había prohibido, 28 antes de que hubiese venido el Pentateuco. Diles: Traed el
Pentateuco y leed si sois sinceros.
88. Todo el que forja mentiras por cuenta de Dios es del número de los injustos.
89. Diles: Dios no dice más que la verdad. Seguid, pues, la religión de Abrahán, que era
piadoso y no asociaba otros seres a Dios.
90. El primer templo que fue fundado entre los hombres es el de Becca. 29 Ha sido
fundado para ser bendito y para servir de dirección a los humanos.
91. Veréis en él huellas de milagros evidentes. Allí está la estación de Abrahán. 30 Todo
el que entra en su recinto está al abrigo de todo peligro. Hacer la peregrinación a él es un
deber para con Dios por parte de todo el que está en estado de hacerlo.
92. En cuanto a los infieles, ¿qué importa? Dios puede pasar sin el universo entero.
93. Di a los que han recibido las Escrituras: ¿Por qué os negáis a creer en los signos de
Dios? Él es testigo de vuestras acciones.
94. Diles: ¡Oh vosotros que habéis recibido las Escrituras! ¿Por qué rechazáis a los
creyentes del sendero de Dios? Vosotros querríais hacerle tortuoso y, sin embargo, lo
conocéis. Pero Dios no está desatento a lo que hacéis.
95. ¡Oh creyentes! Si escucháis a algunos de aquellos que han recibido las Escrituras, os
harán llegar a ser infieles.
96. Pero ¿cómo podríais volver a ser infieles, cuando se os recitan los signos de Dios y
cuando su enviado está en medio de vosotros? El que se une fuertemente a Dios será
dirigido por la senda recta.
97. ¡Oh creyentes! Temed a Dios cual merece ser temido y no muráis sin haberos
resignado a la voluntad de Dios (sin pasar a ser musulmanes).
98. Uníos todos fuertemente a Dios y no os separéis jamás de él, y acordaos de sus
beneficios cuando, siendo enemigos como erais, reunió vuestros corazones, y por los
efectos de su gloria habéis llegado a ser todos un pueblo de hermanos.
99. Estabais al borde del abismo del fuego y él os ha retirado. Así es como os hace ver
sus signos, a fin de que tengáis un guía.
100. A fin de que lleguéis a ser un pueblo que llama a los otros al bien, que ordena las
buenas acciones y que defiende las malas. Los hombres que obren así serán
bienaventurados.
101. No seáis como los que, después de haber sido testigos de signos evidentes, se han
dividido y se han entregado a las disputas, pues éstos sufrirán un castigo cruel.
102. En el día de la resurrección habrá rostros blancos y rostros negros. Dios les dirá a
estos últimos: ¿No sois vosotros los que, después de haber creído, pasasteis a ser infieles?
Id a probar el castigo, como premio de vuestra infidelidad.
103. Aquellos cuyos rostros sean blancos sentirán la misericordia de Dios y gozarán de
ella eternamente.
104. Éstos son los signos de Dios que nosotros lo recitamos con toda verdad, pues Dios
no quiere el mal de los humanos.
105. A él le pertenece todo lo que está en los cielos y en la tierra y todo volverá a él.
106. Sois el pueblo más excelente que ha surgido jamás entre los hombres; ordenáis lo
que es bueno y prohibís lo que es malo, y creéis en Dios. Si los hombres que han recibido
las Escrituras quisiesen creer, eso redundaría en provecho suyo; pero algunos de ellos
creen, mientras que la mayor parte son perversos.
107. No podrían causaros más que daños insignificantes. Si se les ocurre haceros la
guerra, pronto volverán la espalda y no serán socorridos.
108. Dondequiera que se detengan, el oprobio se extenderá como una tienda sobre sus
cabezas, si no buscan una alianza con Dios o con los hombres. Se atraerán la ira de Dios
y la miseria se extenderá aun como , una tienda por encima de sus cabezas. Esto tendrá
lugar porque se han negado a creer en los signos de Dios y porque mataban injustamente
a los profetas: éste será el premio de su rebelión y de sus iniquidades.
109. Todos los que han recibido las Escrituras no se parecen. Los hay cuyo corazón es
recto; pasan noches enteras recitando las enseñanzas de Dios y adorándole.
110. Creen en Dios y en el día final; ordenan el bien y.prohíben el mal; corren hacia las
buenas obras, a porfía unos de otros, y son virtuosos.
111. Por mucho bien que hagáis, no seréis frustrados en la recompensa. Dios conoce a los
que le temen.
112. En cuanto a los infieles, sus riquezas y sus hijos no les servirán en modo alguno
como un equivalente de Dios; serán entregados al fuego y permanecerán en él
eternamente.
113. Las limosnas que hacen en este mundo serán como un viento glacial que sopla sobre
los campos de los injustos y los destruye. No es Dios quien los tratará inicuamente; ellos
han silo inicuos consigo mismos.
114. ¡Oh creyentes! No forméis uniones íntimas más que entre vosotros; los infieles no
dejarían de corromperos: desean vuestra pérdida. Su odio se deja ver en sus palabras;
pero lo que sus corazones ocultan todavía es peor. Ya os hemos hecho ver pruebas
evidentes de, ello, si es que sabéis comprender.
115. Vosotros les amáis y ellos no os aman; vosotros creéis en el libro entero; cuando os
encuentran dicen: Hemos creído; pero no bien os han abandonado, cuando, inflamados de
ira, se muerden los dedos. Diles: Morid en medio de vuestra ira; Dios conoce el fondo de
vuestros corazones.
116. El bien que os ocurre les aflige; que os ocurra una desgracia, y están llenos de
alegría. Pero si tenéis paciencia y temor de Dios, sus artificios no podrán dañaros, pues
Dios abarca con su ciencia todas sus acciones.
117. Acuérdate de que dejaste tu casa por la mañana, a fin de preparar a los fieles un
campo para combatir, y Dios lo escuchaba y lo sabía todo.
118. Acuérdate del día en que dos tropas de vuestro ejército perdían de nuevo y que Dios
fue su protector. Que los creyentes pongan, pues, su confianza en Dios.
119. Dios os ha socorrido en la jornada de Bedr, en que estabais bien débiles. Temed,
pues, a Dios, y dadle acciones de gracias.
120. Entonces, tú, ¡oh Mahoma!, decías a los infieles: ¡No os basta que Dios os socorra
con tres mil ángeles bajados del cielo?
121. Ciertamente, este número basta; pero si tenéis perseverancia, si teméis a Dios y los
enemigos llegan de pronto a caer sobre vosotros, os prestará auxilio con cinco mil
hombres completamente equipados. 31
122. Dios os lo comunica como una nueva feliz, a fin de que se tranquilicen vuestros
corazones, y la victoria no proviene más que del Dios poderoso y sabio. Dios os enseña
que despedazará a los infieles, a quienes traqueteará, y los cuales serán trastornados,
derrotados sin remisión.
123. No es a ti a quien importa esto, perdóneles o castígueles Dios; son malvados.
124. A Dios pertenece cuanto hay en los cielos y en la tierra: él perdona a quien quiere y
castiga a quien quiere. Es indulgente y misericordioso.
125. ¡Oh creyentes! No os entreguéis a la usura elevando la suma al doble y siempre al
doble. Temed al Señor y seréis felices.
126. Temed el fuego preparado para los infieles; obedeced a Dios y al profeta, a fin de
obtener la misericordia de Dios.
127. Esforzaos por merecer la indulgencia del Señor y la posesión del paraíso, vasto
como los cielos y la tierra 32 y destinado a los que temen a Dios.
128. A los que hacen limosna lo mismo en el bienestar que en situación apurada, que
saben dominar su ira y que perdonan a los hombres que !es ofenden. En verdad, Dios ama
a los que obran con bondad.
129. Los que, después de haber cometido una acción deshonesta o una iniquidad, se
acuerdan inmediatamente del Señor, le piden perdón por sus pecados (pues ¿qué otro
Dios tiene derecho a perdonar?) y no perseveran en los pecados que reconocen.
130. Todos éstos sentirán la indulgencia del Señor y habitarán eternamente jardines
regados por cursos de aguas. ¡Qué hermosa es la recompensa de los que tienen buenas
obras!
131. Antes de vosotros hubo castigos aplicados a los malos. Recorred la tierra y ved cuál
fue el fin de los que trataban de impostores a los enviados de Dios.
132. Este libro es una declaración dirigida a los hombres: sirve de guía y de advertencia a
los que temen.
133. No perdáis valor, no os aflijáis, que seréis victoriosos si sois creyentes.
134. Si las heridas os alcanzan, ¡oh!, ¿no han alcanzado a a muchos otros? Alternamos
los reveses y los éxitos entre los hombres, a fin de que Dios conozca a los creyentes y que
escoja entre vosotros sus testigos 33 (él odia a los malos).
135. A fin de probar a los creyentes y de destruir a los infieles.
136. ¿Creéis entrar en el paraíso antes que Dios sepa quiénes de vosotros son los que han
combatido y perseverado?
137. Deseabais la muerte antes que se hubiese presentado 34, la habéis visto, la habéis
considerado y os habéis humillado.
138. Mahoma no es más que un enviado. Otros enviados le han precedido. Si murise o si
fuese matado, ¿os volveríais atrás?. 35 El que se volviese atrás no podría dañar a Dios, y
Dios recompensa a los que le dan acciones de gracias.
139. El alma viva no muere más que con el permiso de Dios, según el Libro 36, que fija el
término de la vida. Al que desea la recompensa de este mundo, nosotros se la
concederemos; nosotros concederemos también la de la vida futura al que la desee y
recompensaremos a los que son agradecidos.
140. Más de un profeta ha tenido que combatir a un enemigo seguido de innumerables
tropas, y, sin embargo, estos profetas no se han dejado abatir por los reveses sufridos en
la senda de Dios; no han vacilado en su fe y no se han sometido cobardemente al enemigo.
En verdad, Dios ama a los que perseveran.
141. Se limitaban a decir: Señor, perdónanos nuestras faltas, los extravíos de que nos
hemos hecho culpables en nuestra misión; da firmeza a nuestros pasos y préstanos tu
asistencia contra los infieles. Dios les concedió la recompensa de este mundo y una
hermosa parte en el otro, pues Dios ama a los que obran el bien.
142. ¡Oh creyentes! Si escucháis a los infieles, os harán volver a vuestros errores y
volveréis a caer en la perdición.
143. Dios es vuestro protector. ¿Quién puede socorreros mejor que él?
144. Sembraremos el espanto en el corazón de los idólatras, porque han asociado a Dios
divinidades, sin que Dios les haya dado ningún poder respecto a este punto; el fuego será
su morada. ¡Qué horrible es la mansión de los impíos!
145. Dios ha realizado ya sus promesas, cuando, con su permiso, vosotros habéis
aniquilado a vuestros enemigos; pero vuestro valor ha vacilado y habéis disputado en el
asunto que sabéis; 37 habéis desobedecido después que el Profeta os hubo hecho entrever
lo que deseabais.
146. Una parte de vosotros deseaba los bienes de este mundo; los demás deseaban la vida
futura. Dios os ha hecho emprender la huida delante de vuestros enemigos para poneros a
prueba; pero os perdonó en seguida, porque está lleno de generosidad para los creyentes.
147. Acordaos de que entonces huíais en desorden y no os esperabais unos a otros,
mientras que el profeta iba detrás de vosotros para llamaros al combate. Dios os ha hecho
sentir aflicción sobre aflicción, a fin de que no sintieseis ya pena a causa del botín que se
os escapó, y de la desgracia que os alcanzó. Dios tiene noticia de todas vuestras acciones.
148. En seguida Dios hizo descender la seguridad y el sueño sobre una parte de los
vuestros. En cuanto a la otra parte, sus pasiones les llevaron a pensamientos injustos
contra Dios, a pensamientos de ignorancia. 39 Éstos decían: ¿Qué ganamos en todo este
negocio? Respóndeles: Todo negocio depende de Dios. Ocultaban en el fondo de sus
almas lo que no te manifestaban. Decían: Si hubiésemos tenido que obtener alguna
ventaja de todo este asunto, ciertamente no habríamos sido derrorados aquí. Diles: Aun
cuando hubieseis permanecido en vuestras casas, aquellos cuya muerte estaba escrita en
lo alto habrían ido a sucumbir en este mismo lugar, a fin de que el Señor probara lo que
ocultabais en vuestros senos y desembrollase lo que estaba en el fondo de vuestros
corazones. Dios conoce lo que esconden los corazones.
149. Los que se retiraron el día del encuentro de los dos ejércitos fueron seducidos por
Satán, en castigo de alguna falta que habían cometido. Dios les ha perdonado, porque es
indulgente y clemente.
150. ¡Oh creyentes! No os parezcáis a los infieles que dicen a sus hermanos, cuando éstos
viajan por el pais o cuando van a la guerra: Si hubiesen permanecido con nosotros, no
habrían muerto, no habrían sido matados. Dios ha querido que lo que ha ocurrido
sembrase en los corazones amargos pesares. Dios da la vida y la muerte y ve vuestras
acciones.
151. Si moris o si sois matados luchando en la senda de Dios, os alcanzan la indulgencia
y la misericordia de Dios. Esto vale más que las riquezas que amontonáis.
152. Que muráis de muerte natural o que seáis matados Dios os reunirá en el día final.
153. Tú les has descrito la misericordia de Dios, dulce y fácil, ¡oh Mahoma! Si hubieses
sido más severo y más duro, se habrían separado de ti. Ten, pues, indulgencia con ellos,
ruega a Dios que les perdone, aconséjales en sus negocios, y, cuando emprendas algo,
pon tu confianza en Dios, pues él ama a los que han puesto en él su confianza.
154. Si Dios viene en vuestro auxilio, ¿quién podrá venceros? Si os abandona, ¿quién
podrá socorreros? Sólo en Dios ponen los i creyentes su confianza.
155. No es el profeta quien os engañaría. El que engaña, aparecerá con su engaño el día
de la resurrección. 40 Entonces toda alma recibirá el premio de sus obras y nadie será
tratado con injusticia.
156. ¿Creéis que el que haya seguido la voluntad de Dios será tratado como el que ha
merecido su cólera y cuya morada será el fuego? ¡Qué detestable senda la tal senda!
157. Ocuparán grados diferentes cerca de Dios. Él ve vuestras acciones.
158. Dios ha hecho brillar su beneficencia para los fieles, enviándoles un apóstol de entre
ellos para recitarles sus enseñanzas, hacerles puros a instruirles en el Libro (el Corán) y
en la sabiduría, a ellos que estaban poco antes en un manifiesto extravío.
159. Cuando os ha alcanzado un revés por primera vez (y vosotros habéis hecho sentir a
vuestros enemigos el doble de vuestras desgracias) habéis dicho: ¿De dónde nos proviene
esa desgracia? Respóndeles: De vosotros mismos. Dios es todopoderoso.
160. El revés que sufristies el día en que se encontraron los dos ejércitos, tuvo lugar por
la voluntad de Dios, a fin de que distinguiese a los infieles de los hipócritas. Cuando se
les gritó: Avanzad, luchad en la senda de Dios, rechazad al enemigo, responderán ellos:
Si supiésemos combatir, os seguiríamos. Aquel día estaban más cerca de la infidelidad
que de la fe.
161. Pronunciaban con sus labios lo que no estaba en sus corazones; pero Dios conoce lo
que ocultan.
162. A los que al quedar en sus hogares, dicen: Si nuestros hermanos nos hubiesen
escuchado, no habrían sido muertos, responde: Poneos, pues, al abrigo de la muerte si
sois verídicos.
163. No creáis que los que han sucumbido combatiendo en esa senda de Dios hayan
muerto; viven cerca de Dios y reciben de él su alimento.
164. Llenos de goce a causa de los beneficios con que Dios les ha colmado, se regocijan
porque los que siguen sus huellas y no les han alcanzado aún, estarán al abrigo de los
espantos y de las penas.
165. Se regocijan a causa de los beneficios de Dios y de su generosidad y de que no deja
perecer la recompensa de los fieles.
166. Los que, después del revés (sufrido en Ohod), obedecen a Dios y al profeta, obran el
bien y temen al Señor, esos recibirán una magnífica recompensa.
167. Los que cuando se les anuncia que los enemigos se reúnen y que son de temer, no
hacen más que acrecentar su fe y dicen: Dios nos basta, es un excelente protector.
168. Los que vuelven colmados de gracias de Dios, ninguna desgracia les alcanza; han
seguido la voluntad de Dios, cuya liberalidad es infinita.
169. Con frecuencia Satán intimida a sus adherentes; no le temáis; pero temedme, si sois
creyentes.
170. Que los que corren a pasos precipitados hacia la incredulidad no te causen aflicción;
no sabrían causar la menor lástima a Dios. Dios les negará toda parte en la vida futura;
sólo les está reservado un terrible castigo.
171. Los que compran la infidelidad a costa de su fe, no podrían causar ninguna lástima a
Dios. Les espera un castigo doloroso.
172. Que los infieles no se imaginen que, si les concedemos una larga vida, es un bien.
Nosotros se la concedemos larga para que multipliquen sus iniquidades. Les espera un
castigo envilecedor.
173. Dios no podría dejar a los creyentes en el estado en que estáis; separará al malo del
bueno.
174. Dios no podría descubriros las cosas ocultas. Escoge a los enviados que le place
para confiárselos. Creed, pues, en Dios y en sus enviados; si creéis y si teméis, recibiréis
una recompensa generosa.
175. Que los hombres avaros de los bienes que Dios les dispensa en su generosidad no se
imaginen que esto les aprovechará; lejos de aquí, eso les acarreará desgracia.
176. Los bienes que ambicionan les serán enganchados al cuello a modo de collar en el
día de la resurrección. 42 La herencia de los cielos y de la tierra pertenece a Dios, que
tiene noticias de todas vuestras acciones.
177. Ha oído las palabras de los que decían: Dios es pobre y nosotros somos ricos.
Tendremos en cuenta sus palabras y la sangre de los profetas muertos injustamente, y les
diremos: Sufrid el castigo del fuego.
178. Como premio de las obras de vuestras manos, pues Dios no es injusto con sus
servidores.
179. A los que dicen: Dios nos ha prometido que no estaremos obligados a creer en un
profeta, a no ser cuando este profeta presente una ofrenda que el fuego del cielo
consumirá en seguida.
180. Responde: Os han llegado antes que yo profetas que han hecho milagros, incluso el
mismo que citáis. ¿Por qué los habéis, pues, matado? Decidlo, si sois veraces.
181. Si te tratan de impostor, ¡oh Mahoma!, los apóstoles enviados antes que tú fueron
tratados lo mismo, aunque hubiesen operado milagros y aportado el libro de los Salmos y
el Libro que ilumina.
182. Toda alma probará el brebaje de la muerte. 46 Recibiréis vuestras recompensas el día
de la resurrección. El que haya evitado el fuego y entre en el paraiso, éste será
bienaventurado, pues la vida de aquí abajo no es más que un goce engañoso.
183. Seréis puestos a prueba en vuestros bienes y en vuestras personas. Oiréis de parte de
los que han recibido las Escrituras y de parte de los idólatras cosas duras; pero tened
paciencia y temed a Dios: esto está en el orden de las cosas. 47
184. Dios ha estipulado con los judíos que tendrán que explicar el Pentateuco a los
hombres, y que no lo ocultarán. Se lo han echado a la espalda y lo han vendido por un
precio vil. ¡Triste mercancía la que han recibido en cambio!
185. No penséis que los que se regocijan de sus obras o los que quieren ser alabados de lo
que no han hecho estén al abrigo de los castigos. Les espera un castigo doloroso.
186. El reino de los cielos y de la tierra es de Dios; Dios tiene poder sobre todas las
cosas.
187. En la creación de los cielos y de la tierra, en la alternativas de los días y de las
noches, hay indudablemente signos para los hombres de inteligencia.
188. Que, de pie, sentados, acostados, piensen en Dios y mediten sobre la creación de los
cielos y de la tierra. Señor, dicen, tú no has creado en vano todo esto. Para tu gloria, no. 48
Presérvanos de la pena del fuego.
189. Señor, aquel a quien lances al fuego será cubierto de ignominias. Los perversos no
obtendrán ningún socorro.
190. Señor, hemos oído al hombre que llamaba; nos llamaba a la fe, nos gritaba: Creed en
Dios, y hemos creído.
191. Señor, perdónanos nuestras faltas, borra nuestros pecados y haz que muramos en la
senda de los justos.
192. Señor, concédenos lo que nos has prometido por medio de tus apóstoles y no nos
aflijas en el día de la resurrección; en verdad, tú no faltas a tus promesas.
193. Dios los escucha y les dice: No se perderá nínguna obra de ninguno de vosotros, ni
hombre, ni mujer. Las mujeres han salido de los hombres.
194. Yo borraré los pecados de los que hayan emigrado o hayan sido expulsados de su
país, de los que hayan sufrido en mi senda (por mi causa), de los que hayan combatido y
sucumbido. Los introduciré en los jardines regados por corrientes de agua
195. Ésta es la recompensa de Dios, y, en verdad, Dios dispone de magníficas
recompensas.
196. Que la posteridad de los infieles (que están en la Meca) no te deslumbre. 49 Es un
goce de corta duración. Su morada será el fuego. ¡Qué horrible lugar de reposo!
197. Mas los que temen al Señor habitarán los jardines regados por corrientes de agua, y
allí permanecerán etemamente. Tal será el recibimiento que hallarán en casa de Dios, y,
en verdad, todo lo que viene de Dios vale más para los justos.
198. Entre los judíos y los cristianos, los hay que creen en Dios y en los libros enviados a
vosotros y a ellos, que se humillan ante Dios y no venden sus enseñanzas por un precio
vil.
199. Ellos hallarán su recompenses cerca de Dios, que está pronto a arreglar las cuentas.
200. ¡Oh creyentes! Sed pacientes; luchad en paciencia los unos con los otros; sed firmes
y temed a Dios. Seréis feliax.
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